MURCIA. Anabel Díaz se ha consagrado como una de las personas más influyentes de España. Gracias a su posición como vicepresidenta de Uber y directora general de la empresa en Europa, Oriente Medio y África, Díaz está considerada como una de las directivas con mayor peso del país, lo que ha provocado que la revista Forbes la incluya durante dos años consecutivos en la lista de mujeres más influyentes del país. No obstante, no es el único reconocimiento obtenido por esta cartagenera, pues también forma parte del Top 100 Mujeres Líderes en España y en la selección de las 500 personas más relevantes de España que elabora Merca2.
Díaz está muy implicada en proyectos de integración de la mujer al mercado laboral. Es líder de la iniciativa Women at Uber, desde la cual trabaja para incrementar la visibilidad de las mujeres en un mercado tradicionalmente dominado por los hombres como es el del transporte. Ahora, ya consolidada al frente de Uber en más de 30 países, responde a las preguntas de Murcia Plaza para poner en valor su trabajo y el peso de sus raíces en su día a día, donde la Semana Santa de su tierra o el mar Mediterráneo han contribuido a moldear la directiva que es hoy en día.
-Ha aparecido en varios ranking que la sitúan como una de las mujeres más relevantes de España. ¿Es esa la sensación que usted tiene en su vida diaria?
-Los premios y reconocimientos son siempre una motivación para seguir trabajando y mejorando pero, si te soy sincera, no tengo la sensación de ser una de las mujeres más relevantes de España en mi vida diaria.
Lo que sí siento es un intenso sentido de responsabilidad, a veces abrumador. Mi constante exigencia por hacer lo correcto muchas veces se traduce en un desgaste emocional que, aunque no siempre es fácil gestionar, sin duda merece la pena.
Por otro lado, estoy enormemente agradecida por la oportunidad de desarrollar una actividad profesional de gran impacto. Esta gratitud se extiende a aquellos que me han apoyado a lo largo de mi carrera y mi vida personal. Cualquiera que sea el éxito que haya alcanzado en mi carrera, no es individual, sino el resultado del apoyo y el acompañamiento de muchas personas a lo largo de mi vida.
-¿Cómo se recibe este honor?
-Lo recibo con mucha emoción, por lo que significa y porque me lo han otorgado en mi país. Pero, sobre todo, lo recibo con una gran responsabilidad.
Este premio es un gran estímulo y supone la renovación de mi compromiso de seguir trabajando con humildad, dedicación y empatía, y de seguir esforzándome para aportar a la sociedad. Porque este honor, y muchas otras satisfacciones menos visibles, como mi trabajo de mentorización tanto de talento más joven como de otras empresas, nos recuerdan que el esfuerzo merece la pena. No tanto porque nos lleva a determinados éxitos o fracasos, sino porque nos hace más fuertes, más sabios y más compasivos. Y eso, sin duda, merece todo nuestro empeño.
"El hecho de que España se haya convertido en una prioridad para la compañía me motiva especialmente"
-Ahora mismo gestiona el negocio de Uber en más de 30 países. ¿Qué mercados representan un mayor reto?
-Cada mercado es diferente y en Uber nos esforzamos por entender la idiosincrasia local para asegurarnos de que mejoramos la movilidad en todos ellos y que formamos parte de la vida diaria de sus habitantes. Más en detalle, nuestro negocio consiste en construir una tecnología global, para luego adaptarla a la realidad local de cada país.
En los últimos años, países como Turquía, Italia, España y Alemania han ganado mucho peso en mi región. El hecho de que España se haya convertido en una prioridad para la compañía me motiva especialmente para seguir trabajando en traer las soluciones más innovadoras de Uber a nuestro país.
-En todo momento se ha destacado su lucha por la igualdad desde Women at Uber. ¿Qué logros se han alcanzado en este programa?
-El objetivo de Women at Uber es conectar, empoderar y apoyar el avance de las mujeres en nuestra compañía. A través de este programa, estamos construyendo una comunidad sólida de mujeres y aliados para compartir conocimientos, proporcionar acceso a liderazgo y mentoría, y atraer y retener talento femenino de primer nivel.
-De acuerdo a datos del Informe de Personas y Cultura que publicamos recientemente, de los 35.000 empleados que tiene Uber en el mundo, el 42,5% son mujeres. Si hablamos de los empleados que ocupan puestos directivos en la compañía, el 40% son mujeres, lo que demuestra nuestro firme compromiso con la igualdad de oportunidades a todos los niveles, que esperamos siga creciendo.
Pero si miramos más allá, Uber es una empresa comprometida con la integración de las mujeres en un sector tradicionalmente dominado por hombres como es el de la movilidad.
Hace apenas unas semanas, celebramos nuestra segunda edición de GigSister en Madrid, un evento para conductoras que tiene el objetivo de promover la igualdad en el sector y en el que se reúnen para compartir sus preocupaciones y experiencias y formar comunidad. El año pasado fue nuestra primera edición, con casi cien mujeres, y este año ha sido igualmente exitoso.
Prueba de ello es que, de enero a diciembre de 2023, el número de mujeres conductoras de Uber aumentó en un 60%. En España, el 8% de nuestra base de conductores son mujeres. A pesar de ser un número muy bajo que pone de manifiesto el enorme trabajo que todavía tenemos por delante, es el porcentaje más alto de Europa, en comparación con el Reino Unido (1,4%), Francia (2,8%) o Austria (1%), y el segundo en el mundo, solo detrás de Estados Unidos (19,3%).
Aun así, me siguen sorprendiendo las barreras que muchas mujeres encuentran para acceder a ciertos sectores tradicionalmente copados por hombres. Esa realidad me inspira y me motiva para seguir trabajando para, entre todas, derribar esas barreras.
-¿Por qué es necesario que se siga manteniendo operativo Women at Uber?
-Los programas como Women at Uber son, por definición, permanentes. La lucha por la igualdad no debe ser una moda y nunca debemos conformarnos con lo que hemos conseguido, aunque hayamos avanzado mucho.
Creo firmemente que todavía queda un largo camino por recorrer hasta la igualdad real en todos los entornos de trabajo y, mientras sea mi responsabilidad, Women at Uber seguirá siendo una prioridad para Uber.
-Usted es la española con el cargo más alto en la empresa estadounidense. ¿Cómo se alcanza esa posición?
-No creo que haya una receta concreta ni única. Lo que sí te puedo decir es que implica mucho trabajo, formación continua y rodearte de gente que te complemente, lo que implica ser muy sincero y realista con tus fortalezas y debilidades.
"el declive de nuestro Mar Menor me reafirma en nuestras iniciativas de sostenibilidad"
-¿Mantiene presentes sus raíces cartageneras dentro de su labor como directiva?
-Tu infancia, tus recuerdos juveniles, el escenario de tus primeras experiencias constituyen una parte fundamental de tus cimientos personales, tu engranaje más íntimo. Creo que es imposible desentenderse de esto. Soy de Cartagena y Murcia, y eso es algo que llevo conmigo todos los días.
El Mar Mediterráneo, por ejemplo, es parte de mí. Y me cuesta mucho separarme de él. De hecho, no lo hago. Precisamente por estar aquí, tengo el dudoso privilegio de contemplar con perplejidad y dolor el declive de nuestro Mar Menor. Sin pretender ser una experta en el tema, no creo que los cartageneros y los murcianos debamos seguir permitiendo que esta debacle nos represente. Esta experiencia tan cercana e impactante me reafirma, todavía más, en nuestras iniciativas de sostenibilidad, que forman una parte fundamental de nuestra estrategia a corto, medio y largo plazo.
Tampoco puedo desprenderme de la pasión, y del orgullo, con el que se ordenan nuestras calles en Semana Santa, una tradición que se ha mantenido inquebrantable en el tiempo. Nunca me la pierdo. Cada año, me recuerda el valor de la cultura, de la emoción que proporciona, y del respeto a las tradiciones de las ciudades y sus gentes, algo realmente importante cuando manejas un negocio que se extiende a más de 30 países y 2.000 ciudades, desde Sudáfrica a Noruega.
-¿Cómo es un día en la vida de Anabel Díaz?
-Por suerte, mis días son muy diferentes. Varían mucho cuando tengo eventos externos, o cuando trabajo desde casa.
Pero, teniendo en cuenta que viajo muchísimo, un día tipo podría ser algo así como: despertarme en el hotel, leer la prensa y revisar la agenda del día mientras desayuno y pedir un Uber o caminar (dependiendo del país en el que esté) hasta nuestra oficina. Una vez allí, mi día suele consistir en reunirme con distintos equipos (operaciones, producto, finanzas, etc.) para supervisar los distintos proyectos en los que estoy involucrada. Además, casi todos los días intento tener al menos una o dos reuniones individuales con mis reportes directos, no sólo para hablar de la situación de sus mercados, sino también para hablar de sus necesidades, los problemas de su día a día y sus aspiraciones.
Cuando salgo de la oficina, normalmente sobre las siete de la tarde, aprovecho para hacer deporte o alguna gestión personal. Las cenas intento reservarlas para ver amigos, alguna reunión de trabajo más informal o desconectar con mi pareja. A veces, por el cambio horario, me toca hacer reuniones bastante tarde, pero la empresa ofrece muchísima flexibilidad horaria por lo que, por ejemplo, los días que trabajo desde casa, tengo más tiempo de disfrutar de mis aficiones, de mi familia y de mis amigos.
