MURCIA. Carlos Alcaraz Garfia está en un gran momento de forma, tal y como certificó ganando el ATP 500 de Pekín con su brillante triunfo ante el italiano Jannik Sinner en la final con remontada incluida por 6-7 (4), 6-4 y 7-6 (3) en un partido que se recordará por la reacción del español en el tie break del tercer set, en el que sumó siete puntos seguidos cuando perdía por 0-3 y rompió de ese modo una racha de cinco muertes súbitas perdidas de forma consecutiva.
El joven tenista murciano, de 21 años y número 2 del mundo, se impuso al transalpino, de 23 y que es el 1, para demostrar que ya quedó atrás el mal momento que pasó en la gira estadounidense, en la que sufrió una inesperada eliminación en la segunda ronda del Abierto de Estados Unidos, cuarto y último Grand Slam de la temporada.
Tras su inesperado KO en Nueva York con aquella derrota frente al neerlandés Botic van de Zandschulp por 1-6, 5-7 y 4-6, el pupilo de Juan Carlos Ferrero remontó el vuelo hasta el punto de guiar a España a la clasificación para la Final a Ocho de la Copa Davis -venció sus dos en Valencia ante el francés Ugo Humbert por un doble 6-3 y el checo Tomas Machac por 6-7 (3), 6-1 y retirada del rival-, luego lideró a Europa frente al equipo del resto del mundo en la Copa Laver disputada en Berlín -se llevó sus individuales frente a los estadounidenses Ben Shelton por un doble 6-4 y Taylor Fritz por 6-2 y 7-5- y en Pekín venció sus cinco encuentros para ser campeón.
En la capital china se deshizo del francés Giovanni Mpetshi Perricard (6-4 y 6-4), el neerlandés Tallon Griekspoor (6-1 y 6-2) y los rusos Karen Kachanov (7-5 y 6-2) y Daniil Medvedev (7-5 y 6-3) para, ya en la pelea por el título, someter a Sinner a pesar de ceder la primera manga por 6-8 en el tie break.
Era la quinta muerte súbita perdida una detrás de otra por parte del palmareño -se incluyen el 3-7 y el 2-7 con los que sucumbió ante el serbio Novak Djokovic en la final olímpica de París 2024-.
El 7-3 con el que remató el choque sobre la pista dura del Beijing Olympic Green Tennis Center de la capital china fue una tremenda respuesta para romper una mala dinámica en ese sentido y evidenció que el mejor Alcaraz está de vuelta.