MURCIA. Fue uno de los momentos que dejó el pleno de la Asamblea Regional, celebrado este miércoles. En su intervención en la tribuna, Alberto Garre se acordó de la hemeroteca de su antiguo partido, el PP, en el que militó durante prácticamente toda su carrera política y cuyo momento cúspide fue la Presidencia de la Comunidad que ostentó entre 2014 y 2015.
El diputado de Vox afeó "los diferentes criterios" que manejan los representantes del PP en las comunidades autónomas y, en concreto, mencionó a la exdirigente Dolores de Cospedal quien, afirmó, "en el año 2008 tiró a la basura el programa electoral del PP apoyando con [el socialista José María] Barrera la extinción del Tajo-Segura para el año 2015". "Repásenlo", espetó, "está negro sobre blanco en el diario de sesiones 245 de las Cortes de Castilla-La Mancha".
El parlamentario, acto seguido, también citó otro caso hídrico sonado, aunque protagonizado por otro partido, el PSOE: "Está negro sobre blanco el mayor asesinato hídrico que se ha hecho en esta nación cuando el señor Rodríguez Zapatero, y unos días antes la señora Narbona, el 18 de junio de 2004 derogó por decreto el Plan Hidrológico nacional, con el trasvase del Ebro".
La postura de Garre con el agua no es nueva. Uno de los episodios más recordados de su trayectoria fue su posición en el Congreso en 2008 a costa de su propio partido, cuando, junto con otro diputado murciano, Arsenio Pacheco, rompió la disciplina y votó en contra de una reforma del Estatuto de La Mancha crítica con del Trasvase del Segura.
En la tribuna de la Asamblea, Garre reivindicó que todos "han cometido aberraciones hídricas". Todos, dijo, "menos uno", en referencia a Vox. "A mí no me engañan más. Ni unos ni los otros", exclamó. El pachequero terminó lanzando otra puya a los populares, al sostener que defiende los intereses "más necesitados" de la Región: "El agua... y a ser posible que no haya un corrupto, que no pise la Región ni mucho menos una sede parlamentaria".
Garre lo fue todo en el PP: concejal, diputado autonómico, diputado nacional, vicepresidente de la Asamblea... y presidente de la Comunidad. En 2014 relevó a Ramón Luis Valcárcel al frente del Gobierno regional, cuando el mandatario se embarcó en la política europea. Aquella andadura, que parecía un camino de transición entre Valcárcel y su delfín elegido para sucederle, Pedro Antonio Sánchez, tomó otros derroteros, pues Garre marcó línea propia en San Esteban, mostrándose inflexible con los imputados e impulsando leyes de regeneración democrática (algunas de ellas hoy corregidas, como la limitación de mandatos del presidente).
En 2017, con la elección de Pedro Antonio Sánchez al frente del PP, abandonó el partido entre duras críticas a Mariano Rajoy por el hecho de que PAS fuera el elegido pese a estar investigado por el 'Caso Auditorio', por el que año después ha sido condenado. También culpaba al propio Rajoy de la "inacción" ante la corrupción. "Me voy porque el clima es irrespirable", aseveró entonces. Desde entonces el PP se convirtió en su pasado. Una ruptura que se culminó en 2023 con su fichaje por Vox.
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