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XEITO I ESPENTA / OPINIÓN

Confundir el todo con la parte

Las elecciones de la Comunidad de Madrid son todo un síntoma o un ensayo a corto o medio plazo de lo que pueda venir. Los nervios, la campaña polarizada, las apuestas arriesgadas o las amenazas han diluido lo que verdaderamente interesa al ciudadano. Ha habido demasiada sobre actuación

2/05/2021 - 

MURCIA. Estrategia errónea. El planteamiento de campaña que han dispuesto las distintas formaciones políticas nos lleva a la conclusión de que estos comicios nacen en su origen por intereses partidarios. La mecha la encienden PSOE y Ciudadanos con su moción de censura en Murcia. Era la chispa que le hacía falta a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso para convocar las elecciones. A partir de ese momento se producen decisiones atropelladas de unos y de otros. Pablo Iglesias da un paso inopinado al presentarse como candidato para 'salvar' a su partido que parece que no saldría bien parado. El PSOE improvisa a su candidato Ángel Gabilondo que estaba en tránsito hacia el puesto de Defensor del Pueblo; en Ciudadanos tras el fiasco catalán se dispone que su portavoz adjunto en el Congreso, Edmundo Bal sea su apuesta; en Vox se lanzan a la desesperada  con todo y su candidata Rocío Monasterio, muy lenguaraz y combativa, sin importarles las consecuencias, rompe la campaña; en la formación de Iñigo Errejón, Más Madrid se pone en valor a su candidata médico en pandemia, Mónica García y parece que con éxito al menos en las encuestas y por último Díaz Ayuso juega a no perder y a rentabilizar las debilidades de los demás y casi sin moverse. 

El desarrollo de la campaña ha sido todo un ejemplo en muchos casos de lo que no se debe hacer. Los flujos de las líneas de argumento han sido constantes. Que si Iglesias polariza con Ayuso, que si Monasterio rompe la dinámica, que si Iglesias arrastra a un PSOE descolocado, que si Mónica García rompe con tranquilidad y sin aspavientos la campaña de la izquierda, que si Ciudadanos no sale en las encuestas, que si Pedro Sánchez solapa a su candidato,... Al final da la sensación de que ha habido mucho ruido ajeno a lo que el ciudadano necesita en estos momentos de crisis sanitaria, social y económica. Se ha tomado el todo por la parte. Son elecciones nacionales aunque a algunos les pese y con razón.

Sobre actuación y nervios. La convocatoria electoral pilló a casi todos con el paso cambiado y en algunos casos hubo que improvisar candidatos y argumentos. Al final queda claro según cuentan las encuestas, que vuelve a haber dos opciones: derecha o izquierda. Eso sí con distintos matices según los números. Ha habido demasiados aspavientos nerviosos. La izquierda tiene un problema en Madrid desde hace más de veinticinco años. En el PSOE no se acierta con el candidato, ni con las alianzas. La evolución de Podemos con su correspondiente escisión y el factor sorpresivo de Pablo Iglesias no parece que vaya a dar resultados. 

Más parece que en las decisiones de los partidos han primado los intereses propios en vez de los de los ciudadanos. La pandemia parece que ha desaparecido del relato de campaña. Empezamos con la celebración del que se anunciaba como primer debate en la televisión pública madrileña con todos los candidatos, a pesar de las dudas de Díaz Ayuso, por cierto que con resultado favorable al PP, y Vox con una Monasterio encendida como es habitual rompía la baraja al no condenar las primeras amenazas,-vía sobre con balas-, a Iglesias, Marlaska, directora de la Guardia Civil,... A partir de ese momento hemos visto la utilización electoral de esos ataques. Se establece el debate sobre la duda de si España es una democracia o no. El objetivo era vincular al PP con Vox -la ultraderecha violenta y no demócrata- para sacar rédito. El caso es que según dicen los sondeos es que no hay trasvase entre bloques. Lo que sí hay es un nuevo reparto en la izquierda con un PSOE que corre el riesgo de ser superado por Más Madrid y Unidas Podemos con muchas dudas.    

Participación y sondeos. La clave en estos comicios casi nacionales, no solo autonómicos estará en la participación. Todas las encuestas señalan que puede ser histórica, desde el pintiparado CIS de José Félix Tezanos a todos los análisis de los institutos privados. Sí se señala que hay un veinte por ciento de indecisos aunque se apunta que en la derecha, especialmente en el PP sus adeptos están muy motivados y votarán masivamente. En la izquierda ante una campaña tan dispar no las tienen todas consigo. Se agarran a esa posible alta participación para autoconvencerse de que les va a favorecer. Todos los análisis demoscópicos dicen que el PP gana con claridad, dobla su voto y que Más Madrid es la sorpresa en la izquierda por deméritos del PSOE y de Unidas Podemos. Y todos certifican que Ciudadanos desaparece del mapa y que Vox mantiene a su parroquia. Evidentemente el 4 de mayo será la encuesta definitiva y real.

El Tablero

PSOE: Pedro Sánchez no calculó los riesgos. Por momentos da la sensación de que al líder del PSOE le va la vida en estas elecciones. Y no por la designación del candidato, sino por sus múltiples apariciones que opacaban a Gabilondo. Cuando ha visto que los resultados pueden ser malos por la fuerza de Más Madrid, ha iniciado una leve retirada para que su candidato cargue con la situación. En Moncloa, a Iván Redondo se le ha ido de las manos la campaña. Es más, su 'amigo' Pablo Iglesias le ha roto los esquemas. Primero con su esperada y deseada salida del Gobierno y después por marcarle la estrategia y arrastrarle a sus argumentos con la defensa de la democracia que ha patrimonializado. 

Iglesias, que es muy hábil, parece haberle ganado la partida al menos mediáticamente y en cuanto a argumentos. Por no decir la sobre actuación con las amenazas intolerables recibidas por sus ministros Grande Marlaska y Reyes Maroto. Ha habido una utilización excesiva que puede resultar contraproducente para sus intereses. El futuro dirá si el gobierno de coalición se verá afectado por los resultados madrileños y si puede haber un adelanto electoral.

PP: Pablo Casado y su futuro. El líder popular se ha visto obligado a darle carta blanca a Díaz Ayuso y no ha tenido más remedio que vincular su futuro a los resultados de su candidata. Las encuestas y las perspectivas electorales les son favorables y tiene que aprovechar ese rebufo de cara al futuro. La campaña popular ha sido tranquila, ellos dicen que serena y equilibrada con tanto ruido externo. Se ha jugado a no meter la pata y se ha salido a no perder esperando los fallos de los demás, como así ha ocurrido. 

Su objetivo es tener una mayoría suficiente que supere a las izquierdas para actuar con manos libres sin la incomoda muleta de Vox. A futuro, muchos dentro del partido se apresuran a aclarar que Díaz Ayuso se centrará en Madrid. Cuando explicas algo por lo que no te preguntan le están dando carta de naturaleza. Es sabido que Casado es quien promovió a su candidata porque ella desde el minuto uno fue quien recogió los avales para el líder popular en el momento de las primarias frente a Cospedal y Sainz de Santamaría. Así que no habría competencia, eso dicen. Aunque en política el clásico de matar al padre se ha repetido en numerosas ocasiones.

Vox: Santiago Abascal, el director de campaña. El objetivo de la formación era romper la campaña y parece que por momentos lo han conseguido polarizando el debate. Les da igual los efectos. Necesitaban empoderar su discurso radical porque han comprobado que Díaz Ayuso recoge a parte de su electorado. Su enfrentamiento con Iglesias a cuenta de las amenazas no es una sorpresa es marca de la casa. Con esta pro actividad tan agresiva tratan de convencer a su propia parroquia para que no se fugue al PP. Han jugado demasiado fuerte para llevar la voz cantante en la campaña. Su enfrentamiento con Iglesias era esperado y a lo que se ve innecesario porque parece que no recoge votos.

Unidas Podemos: Pablo Iglesias y su retirada controlada. Su decisión inesperada de competir en Madrid para salvar los muebles de la formación todavía no ha sido entendida ni entre los suyos. Por momento parecía que no le interesaba la campaña. Su ser natural es activista, no es gestor, se aburre en el Gobierno leyendo informes y elaborando propuestas. No es lo suyo. Está cómodo en la agitación. Sí hay que reconocerla la habilidad para arrastrar sobre todo al PSOE en el tramo final de la campaña. Establecer que está en duda la democracia en nuestro país ha puesto tan nervioso a un dubitativo PSOE que le ha hecho cambiar de estrategia y por eso hemos visto a un Gabilondo tan combativo que no parece él... La duda es saber que va a ocurrir con Iglesias en la Asamblea en Madrid. No parece que vaya a aguantar mucho tiempo debatiendo con Díaz Ayuso si es que la popular consigue mantener el Gobierno 

Ciudadanos: Inés Arrimadas y su incierto futuro. Luchar contra los elementos es toda una heroicidad cuando las encuestas, prácticamente todas, dicen que desapareces del mapa político. Recordemos que, en Madrid, Ciudadanos gobernaba con el PP porque fueron la tercera fuerza política con 26 escaños, que ahora se pueden evaporar de la noche a la mañana. El esforzado candidato Edmundo Bal ha realizado una campaña reclamando el equilibrio y la centralidad. Su discurso se ha visto sobre pasado por la fuerza popular y la propia campaña plagada de amenazas. Es un buen portavoz parlamentario, abogado del Estado con trayectoria profesional que a veces en política no es un plus si las perspectivas demoscópicas no son buenas. 

Las frases de la semana

Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid y candidata popular: "No se puede estar gobernando y a la vez todo el rato en la campaña de Madrid". ¡Sabedora de su fuerza, se olvida que ella también hace lo mismo que Pedro Sánchez. Las campañas tienen esta dualidad!

Ángel Gabilondo, candidato del PSOE a la Comunidad de Madrid: "La mejor campaña es ser como eres tú". ¡Qué difícil ser candidato cuando tu líder te opaca y los contrarios te hacen sacar un lado que no tienes!

Pablo Iglesias, candidato de Unidas Podemos: "Está en cuestión la democracia en este país". ¡Una boutade más. No está en cuestión la democracia, sino algunas actitudes. No se puede confundir el todo por la parte, se te puede volver en contra!

Fernando Grande-Marlaska, ministro de Interior: "Todos conocemos esas operaciones criminales de una organización criminal que ha mostrado lo peor del servicio público". ¡Se ha pasado de frenada. Las campañas y los nervios le traicionan!

Mónica García, candidata de Más Madrid: "Ante las amenazas hay que ir a las urnas a desterrar el odio". ¡Campaña equilibrada, poco a poco y a punto de superar al PSOE!

Edmundo Bal, candidato de Ciudadanos: "Todos los partidos debemos bajar el tono". ¡Tiene razón, pero a él le cuesta colocar el mensaje ante tanta polarización!

David Beriain, periodista asesinado junto con su cámara Roberto Fraile en Burkina Fasso: 

"Puedo decir que mi energía vital está al máximo. Me fascina el mundo en general. Es maravilloso vivirlo y contarlo. Soy un curioso. Sobre todo me interesa investigar sobre la naturaleza humana. En medio de la oscuridad también hay alguna que otra luz. No me agoto, cada día me gusta más lo que hago y me siento un privilegiado por poder hacerlo". ¡A veces la vida no vale nada, pero el ejercicio de nuestra profesión es toda una aventura que vale la pena. Somos testigos de lo que pasa!

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