CARTAGENA. La historia de las enmiendas en el Congreso de los Diputados a nuestro Estatuto parece una tragicomedia en cuatro actos. Primero, acuerdo de la Asamblea Regional en 2019 para elevar al Congreso un nuevo texto estatutario consensuado por PP, PSOE, Ciudadanos (Cs) y Unidas Podemos (UP) (por voluntad propia, solo se opuso Vox). Segundo, presentada por el PSOE, que se encontraba en la oposición, y Cs, que formaba parte del Gobierno, fracaso de la moción de censura contra el Gobierno regional presidido por Miras. Tercero, presentación por parte de congresistas del PSOE, Cs y UP de varias enmiendas al texto que ellos previamente habían pactado. Y cuarto, acordadas por los diputados regionales del PP y los expulsados de Cs y Vox, petición de devolución del texto a la Asamblea Regional, previa reforma del reglamento de la Asamblea.
Como no se ha cometido ninguna ilegalidad en ninguna de la cuatro etapas, pues tanto los diputados regionales como los congresistas nacionales estaban perfectamente amparados por las leyes y la jurisprudencia para hacer lo que han hecho, lo previsible es que el texto vuelva a la Asamblea. En 2018 el PSOE de Castilla-La Mancha, presidido a la sazón por Barreda, pidió retirar del Congreso, y lo obtuvo, el estatuto propuesto por su Asamblea Regional porque no le gustaba alguna enmienda presentada por el PP. Con tal motivo, hubo incluso una resolución de la Presidencia del Congreso avalando la retirada "en cualquier etapa de su tramitación", pues, aun tratándose de una ley orgánica, es peculiar por ser el proponente un Parlamento regional, y no el Gobierno español o un grupo de congresistas.
"lejos de oponerse, el Aparecido defiende tomarlas en serio y aplicarlas mediante leyes orgánicas, haciendo énfasis en reconocer la soberanía nacional y rechazar los separatismos"
Sabido todo lo anterior, resulta obvia la naturaleza puramente política del debate. Propone, entonces, el Aparecido aplicar a las enmiendas el lema emitido por un famoso físico: "Nuestro problema no es que nos tomemos nuestras teorías demasiado en serio, sino que no nos las tomamos suficientemente en serio". Empecemos por la más fundamental. En opinión del exdiputado Urrabulru, que participó en el acuerdo regional en nombre de UP (ahora está en Más País), haber presentando las enmiendas es muy adecuado porque "el Congreso representa la soberanía nacional". El Aparecido, que suscribe entusiásticamente esa opinión, se alegra de que haya visto la luz un egregio sindicalista cuyos dos grupos políticos defienden la plurinacionalidad del territorio español y la idoneidad de que se constituya como una república confederal. Si en España hubiese varias naciones, como predican UP y Más País (y disimuladamente el PSC), el Congreso no representaría ninguna soberanía nacional, pues esta simplemente no existiría. Por tanto, si nos tomásemos en serio la aseveración de Urrabulru, UP y Más País deberían proclamar que existe tal cosa como la soberanía nacional en España y abandonar ipso facto el mito de la plurinacionalidad.
Un portavoz del PSOE regional ha comentado que, al retirar el Estatuto, el Gobierno regional está "comportándose como los separatistas a los que tanto critican". Aplaude también esas palabras el Aparecido ya que, como no tendría sentido criticar a alguien diciéndole "te comportas como un santo" o "te comportas como un campeón", ese "te comportas como un separatista" implica un reproche a los separatistas. Rompan, pues, los pactos con Reunirse (Bildu en vasco) y con IRC (ERC en catalán), pues son, según su portavoz regional, indeseables.
Ha presentado UP una enmienda para conferir personalidad jurídica al Mar Menor y a todos los demás ecosistemas de la Región. Magnífico, pero ¿por qué solo a los murcianos? Si tan buena es la medida, propongan una ley para dotar de personalidad jurídica a todos los ecosistemas de España. ¿Por qué ese privilegio solo para nuestra región? Discriminatorio: ¡todos los de España! Y si no, no se votan los presupuestos nacionales.
Otra enmienda pretende que nadie pueda ocupar la Presidencia regional más de dos mandatos. Excelente, pero también las de las demás comunidades autónomas y la del Gobierno español. Si nos lo tomásemos en serio, habría que aplicárselo de inmediato al presidente Sánchez, a Feijóo, a Page y a tutti quanti proceda. ¿Por qué solo a Miras? Si es manifiestamente antidemocrático detentar tres o más mandatos la Presidencia argárica, también cualquiera otra regional y la nacional. Nada, viva la democracia y limitación de mandatos para todos.
Finalmente, hay varias enmiendas para regular qué hacer con los diputados regionales tránsfugas. Es difícil dilucidar si los expulsados de un partido por votar en contra de las instrucciones de la superioridad son o no tránsfugas, pero no importa: no sería mala idea elaborar una ley orgánica para regular, en el Congreso y en todos los parlamentos regionales, qué hacer con los tránsfugas y los expulsados, sin olvidar nunca que los escaños son de los diputados, que no de sus partidos, y que una disposición constitucional los exime de todo mandato imperativo.
Lo dicho; lejos de oponerse a esas enmiendas, el Aparecido defiende tomarlas en serio y, en consecuencia, aplicarlas con carácter general mediante las oportunas leyes orgánicas, haciendo especial énfasis en reconocer la soberanía nacional y rechazar los separatismos. Justificación: una cosa es que una Asamblea regional decida limitar mandatos, o lo previsto en cualquiera de las demás enmiendas, y otra distinta es imponérselo, aun legítimamente, desde el Congreso. En ese caso, ¿por qué no tomarse en serio la idea y aplicarla a todas a la vez? Hacerlo solo con Murcia invita a parafrasear lo que le dijo al torero al tren que echaba mucho humo en Atocha tras haber tenido que ser empujado en el trayecto desde Sevilla: ¡Esos cojones, en Despeñaperros! Pues bien, ¡esos cojones, también en Cataluña!
PD:
1) Cándido Méndez, que fue secretario general de UGT durante muchos años, acaba de publicar en El País un artículo en el que defiende tener en cuenta los puestos de trabajo en el debate sobre la energía nuclear. También el Aparecido lo sostiene.
2) El ministerio de Transportes ha declarado que "impulsará los trenes de hidrógeno". No, si al final, van a acabar aceptando conectar la ecología con la economía. Magnífico.
JR Medina Precioso