CARTAGENA (EFE). El maestro del son cubano Eliades Ochoa, fundador del proyecto Buena Vista Social Club, recogió este lunes por la noche en Cartagena el premio del festival La Mar de Músicas por llevar, con su melodiosa voz y su guitarra, "la auténtica música tradicional cubana a todo el mundo".
"Faltarían muchas palabras para poder expresar lo que siento", ha dicho, visiblemente emocionado, el veterano músico cubano, nacido en Santiago de Cuba hace 78 años y con casi 50 de trayectoria desde que en 1978 ingresara en el Cuarteto Patria.
La alcaldesa de Cartagena, Noelia Arroyo, y el cofundador del festival junto con el fallecido Paco Martín, José Luis Cegarra, han sido los encargados de entregar el premio, obra del escultor cartagenero Fernando Sáenz de Elorrieta.
Al recibirlo, Ochoa ha recordado los versos de Antonio Machado, "Caminante, no hay camino, se hace camino al andar", para subrayar su largo camino como músico, en el que ha estado rodeado de grandes figuras que le ayudaron, ha dicho, a andar ese camino hasta llegar hasta hoy. "Me estoy sintiendo un músico realizado", ha asegurado entre continuos y afectuosos aplausos del público.
Tras recoger el premio, ha llegado el momento de la música: "Estoy como nunca" ha sido el tema elegido para abrir la noche, siempre con su inseparable guitarra y acompañado en el escenario por un quinteto de piano, saxo, trompeta, timbales y percusiones y contrabajo.
Ochoa ha tocado durante más de una hora en la que ha hecho bailar sin parar a los cerca de dos mil espectadores que se han congregado en el auditorio Paco Martín del Parque Torres para escucharlo.
En interacción continua con el público, ha interpretado piezas fundamentales en su carrera en el Buena Vista Social Club, un proyecto con el que, junto a otros grandes de la música cubana como Compay Segundo, Juan de Marcos, Omara Portuondo, Pío Leyva o Ibrahim Ferrer, recuperaron la música tradicional cubana, acercándola de nuevo a público de todo el mundo.
Así, no han faltado en la noche de este lunes muchos de esos temas clásicos, como el mundialmente conocido 'Chan Chan', que ha interpretado junto a Channel, la artista hispano-cubana que representó a España en Eurovisión en 2022.
No ha sido la única colaboración de la noche, ya que la cantaora onubense Argentina lo ha acompañado en 'Bolero para ti', y el malagueño Zenet lo ha hecho en 'El carretero'.
'El cuarto de Tula' y 'Candelq', otros de sus temas más universales, han sido los elegidos para cerrar la fiesta, pero antes, Ochoa ha hecho también un amplio repaso por las canciones de su último disco, 'Guajiro' publicado hace justo un año, en el verano de 2023.
Canciones como 'Se soltó un león', 'Vamos a arreglar el mundo', "'Soy guajiro' o 'Pajarito voló', de ese último trabajo, han hecho también bailar, cantar y aplaudir al público, con la bahía y el puerto de Cartagena como telón de fondo de este privilegiado auditorio que se levanta sobre la colina de La Concepción, la más alta de las cinco que hay en la ciudad portuaria murciana.
Ochoa ha tenido palabras de reconocimiento hacia Cartagena, donde, todo el que viene, ha dicho, "quiere volver", y hacia La Mar de Músicas, en el que esta noche actuaba por cuarta vez.
Vino al festival de músicas del mundo por primera vez en 1998, dos años después de la creación del Buean Vista, y regresó con el grupo en 2010 para presentar 'Afrocubism', el proyecto que dio origen a esa formación, y que aunaba ritmos latinos y africanos.
Estuvo en este festival de músicas del mundo por última vez hace dos años, en 2022, en un concierto para el que agotó todas las entradas.
Antes de su concierto, el patio del antiguo CIM ha acogido también la actuación del músico y trovador maliense Balláké Sissoko, un virtuoso de la kora, un instrumento de 21 cuerdas tradicional de la sabana de África Occidental, hecho a mano con un mástil de madera, media calabaza y cuero de vaca, y que se toca con cuatro dedos.
Solo sobre el escenario con su imponente instrumento, sentado sobre una silla de enea, el artista se ha dirigido al público en francés para explicar que la música trasciende fronteras y permite viajar de lo más tradicional a lo más moderno, conectando personas y generaciones.
Así, durante el concierto, Sissoko ha fusionado con maestría música tradicional mandinga con influencias contemporáneas de la música africana actual, combinando melodías cautivadoras con ritmos hipnóticos, casi místicos.
Además, de Cartagena de Indias (Colombia) a Cartagena (España), ha llegado esta tarde a la plaza del Ayuntamiento el dúo Caribefunk, que ha ofrecido un concierto gratuito en el que ha hecho gala de su fusión de sonidos afrocaribeños, funk, reggae y ritmos exóticos del país latinoamericano, con un sonido orgánico que suena tropical a través de unas canciones que celebran la diversidad cultural y la riqueza del Caribe.
El grupo mezcla ritmos tradicionales con elementos modernos a través de temas repletos de energía, vitalidad y alegría.
La jornada se ha completado con la actuación, también gratuita, de la talentosa cantautora portuguesa Ana Lua Caiano, que cautiva a través de su voz única, su estilo fresco y ecléctico que combina elementos del pop, el folk y la electrónica, y sus letras poéticas y sinceras que exploran temas universales como el amor, la identidad y la búsqueda de significado.
A lo largo de este festival de músicas del mundo, que dedica esta vigésimo novena edición a las islas del Mediterráneo, pasarán por Cartagena más de 40 artistas de 17 países diferentes, la mitad de ellos, mujeres.
Además, hasta el próximo 27 de julio, cuando finaliza el festival, se han programado más de una treintena de actividades culturales paralelas, como exposiciones de arte, proyecciones de cine, encuentros literarios y talleres y actividades infantiles, todas ellas, gratuitas.