MURCIA. Tres semanas después, los juernes ya están aquí. Las terrazas se llenan de vida con la presencia de grupos de jóvenes -y no tan jóvenes- que disfrutan del regreso de la hostelería. El sector, que tuvo que cerrar el 7 de noviembre obligado por el Gobierno regional, reanudó su actividad el pasado sábado en Cartagena y este miércoles lo hizo en Murcia.
Han transcurrido veinte días justos desde que los bares y las terrazas se vieran obligados a echar la persiana -únicamente podían ofrecer comida para llevar-. Aquella noche, viernes, se veía a centenares de vecinos apostados en las distintas terrazas de la capital del Segura y de la ciudad portuaria. Los técnicos de Salud recomendaban que se quedaran en casa, pero para muchos se impusieron las ganas por dar una despedida a la hostelería. Incluso hubo 'un momento aplauso', pues muchos comensales dedicaron una ovación en reconocimiento al sector.
El regreso se ha recibido con ganas en la tarde de este jueves, un día marcado en el calendario para los estudiantes universitarios. Brindis, caras sonrientes y mucha emoción por recuperar las tertulias con los amigos se veían después de tres semanas sin poder hacerlo.
En Cartagena, el ambiente del pasado sábado cambió el ánimo de los residentes, que andaban esperanzados en regresar a las terrazas en una época siempre especial cuando se aproximan las fechas navideñas. Los estudiantes se empezaron a arremolinar ayer por las habituales zonas del casco antiguo sabiendo que había que aprovechar al máximo las pocas horas para disfrutar la noche. Es cierto que este jueves el aviso de lluvias y el tiempo algo cambiante y fresco no invitaba a permanecer demasiado tiempo en la calle, pero muchos estaban esperando esta tarde de juernes para disfrutar de unas cervezas y unas bromas con los amigos o los compañeros de universidad.
La Comunidad ordenó el cierre de la hostelería en un momento crítico para la Región de Murcia. La incidencia se había disparado, rozando los casi 400 casos por cada 100.000 habitantes en siete días. Ahora, en cambio, la tasa se ha desplomado, hasta 137 por cada 100.000 vecinos. Con estos datos, el Gobierno regional decretaba una reapertura selectiva, que comenzó primero en diez municipios y después se aplicó en otros 19 (entre ellas Lorca y Molina de Segura). En cambio, otros 16 localidades siguen sin poder abrir sus bares, como es el caso de Alcantarilla, Yecla, San Javier y San Pedro del Pinatar.
Los técnicos de Salud insisten en apelar a la responsabilidad individual y a la disciplina social para mantener la buena senda epidemiológica: distancia de seguridad, llevar siempre la mascarilla siempre -incluso en los bares salvo en el momento de la ingesta-, lavado de manos y ventilar espacios cerrados.
