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seis empresas se han presentado a la obra con un presupuesto de 800.000 euros

Urdecon toma ventaja para habilitar los accesos a Cala Cortina

17/02/2023 - 

CARTAGENA. La firma Urdecon ha tomado ventaja en la pugna por las obras para habilitar los accesos a Cala Cortina desde las antiguas Baterías de Costa ubicadas en la carretera de Escombreras hasta el aparcamiento de Cala Cortina. El proyecto fue presentado en el mes de octubre del pasado año, pero la licitación no arrancó hasta iniciado este pasado mes de enero. Construcciones Urdecon, con base social en Puente Tocinos, es la mejor valorada a día de hoy entre las cinco que se han presentado. Su propuesta, esto sí, no es la más económica, aunque en la valoración final es la mejor posicionada. Ha propuesto llevar a cabo la obra por 765.125 euros -el presupuesto era de 800.000 euros- y está por delante de Orthem, González Soto, Albaida Infraestructuras, Etosa y, Continental Obras y Mantenimiento. 

La propuesta más cara es la de Etosa, con casi 100.000 euros de diferencia a la de Urdecon, seguida de Albaida, mientras que la más económica era la de Continental Obras y Mantenimientos, que ha sido calificada como propuesta con baja temeraria. Hace poco más de dos años, Urdecon se encargó, también para el Puerto de Cartagena, de los trabajos de limpieza y demolición de los edificios declarados en ruina en la antigua Peñarroya.

El recorrido abarcará desde la zona de antiguas Baterías de Costa ubicadas en la carretera de Escombreras hasta el aparcamiento de Cala Cortina. Se trata de una senda de acceso peatonal y cicloturista para que los ciudadanos puedan practicar deporte, pasear o incluso llegar hasta la playa de Cala Cortina sin barreras arquitectónicas. El proyecto abarca 500 metros de recorrido lineales para uso peatonal y ciclista y se centra en el acondicionamiento de viales, miradores y plazas.

Mejora de pavimento, renovación de talanqueras e iluminación

Esta actuación está enmarcada dentro del proyecto 'De Faro a Faro'  y permitirá poner solución a uno de los problemas de accesibilidad que presentaba Cala Cortina y, al mismo tiempo, potenciar un entorno de alto valor patrimonial como son las antiguas Baterías de Costa.

Algunas de las actuaciones que se incluyen en este proyecto son la mejora del pavimento y la corrección de desniveles sobre el terreno con la colocación de adoquines de distinto tamaño sobre una base de zahorra artificial. Pero, principalmente, se potenciará la seguridad de la zona con la renovación de las talanqueras de madera que se encontraban deterioradas y con la mejora de la iluminación durante todo el itinerario para otorgar una mayor visibilidad.

Destaca además la instalación de un sofisticado sistema de videovigilancia que ayudará a controlar y prever posibles actos vandálicos en la zona. Esta vía amable se completará con un sendero de vegetación autóctona, con plantación de pinos carrascos en los alcorques y parterres de tipo arbustivo

La adjudicación está encauzada, por lo que las obras darán comienzo en los próximos meses. Una ejecución que será posible gracias a la cesión de terrenos que la Demarcación de Costas ha hecho a la Autoridad Portuaria de Cartagena y que afecta a 3.309 metros de dominio público marítimo-terrestre.

La batería de Santa Ana y sus inicios

Los primeros intentos conocidos encaminados a la construcción de una batería en la estratégica punta portuaria de Santa Ana se sitúan en el primer tercio del siglo XVII, aunque finalmente el fuerte no quedaría levantado hasta 1702. Se convirtió entonces en un elemento clave en las fortificaciones de Cartagena, por lo que fue rehabilitada durante las obras dirigidas por el ingeniero militar Esteban de Panón, en torno a 1740. 

Por aquellas fechas, la relevancia de la ciudad portuaria era ya muy considerable para las maniobras políticas de la Monarquía, lo que se tradujo en la construcción de un gran arsenal en el interior de la dársena, que requirió pronto unas defensas eficaces frente a un ataque naval. 

En esta fecha se construyeron las baterías de San Isidoro y Santa Florentina, dos plataformas artilleras que, por su proximidad y su unión por una cortina, funcionaron como una sola unidad de fuego. Las baterías fueron ampliamente reformadas conforme a los proyectos que surgieron con el Plan de Defensa de 1860. En 1895 la batería de Santa Ana Acasamatada quedaba terminada, disponiéndose su artillería en el interior de las seis casamatas, circunstancia que le daría el nombre para diferenciarla de un nuevo emplazamiento artillero situado muy cerca, que pasó a llamarse Santa Ana Complementaria. 

En 1901 finalizaron, por su parte, las obras de San Isidoro y Santa Florentina, a falta de unas piezas de artillería que jamás llegaron a montarse. 

Precisamente fueron esos mismos avances en los artefactos bélicos, fruto de la revolución industrial, los que dejaron a este importante punto de las fortificaciones cartageneras completamente desfasado en muy pocos años. No obstante, por su notable capacidad, el edificio fue destinado a alojamiento militar durante un breve espacio de tiempo, pasando a ser luego depósito de municiones, hasta quedar sin uso en 1997 junto con el resto de baterías. 

Las baterías están declaradas Bien de Interés Cultural por la Disposición Adicional Segunda de la Ley 16/1985, de 25 de junio del Patrimonio Histórico Español. En la actualidad, las baterías están cedidas por Defensa a Costas, pasando este organismo a gestionar la misma.

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