MURCIA. Un mes, 31 días, 750 horas, más de 45.000 minutos… Todo ese periodo lleva el balón sin rodar para los equipos murcianos, el tiempo que ha transcurrido desde sus últimos partidos en las distintas competiciones en las que andan inmersos, o tal vez haya que decir andaban inmersos.
Son ya cuatro fines de semana sin partidos, sin esa emoción que el deporte lleva implícito, y los estadios y pabellones están cerrados y las gradas vacías esperando a que remita este coronavirus que forma parte de nuestras vidas desde hace varios meses y con especial incidencia durante el último.
El fin de semana del 7 y el 8 de marzo fue el último de actividad competitiva. Ese sábado, que ya empieza a quedar lejos en el tiempo, el UCAM Murcia Club Baloncesto perdió por 72-87 ante el MoraBanc Andorra en su pista del Palacio de los Deportes dentro de la vigésimo tercera jornada de la Liga Endesa.
Ese mismo día, en las semifinales de la Copa de España de fútbol sala celebrada en Málaga, ElPozo Murcia Costa Cálida cayó por 3-2 frente al Fútbol Club Barcelona.
El domingo 8, en el grupo IV de Segunda División B, disputaron sus encuentros de la vigésimo octava jornada los cuatro equipos de la Región que militan en la categoría de bronce.
El Fútbol Club Cartagena venció por 0-2 para alcanzar el liderato, el Yeclano Deportivo empató a dos en casa contra el Mérida, el Real Murcia se impuso por 2-1 al Don Benito en el estadio Enrique Roca y el UCAM Murcia Club de Fútbol perdió por 2-1 en su visita al Badajoz.
Uno de los últimos conjuntos murcianos que compitió, aquel domingo, fue el Real Murcia Baloncesto, que venció por 53-86 al Juaristi ISB para reforzar su liderato en la Liga LEB Plata tras tres jornadas de la fase de ascenso a la LEB Oro.
Lo dicho, un mes después, estos equipos y el resto de los que venían compitiendo en el deporte autonómico aguardan el momento de volver a pisar el césped o el parqué, aunque no es seguro que eso vaya a ocurrir esta temporada.