MURCIA. Sólo seremos el mejor destino para venir si somos el mejor lugar para vivir. La Región de Murcia tiene ante sí la oportunidad de convertirse en un destino de excelencia para el turismo residencial europeo. Tenemos 500 millones de potenciales inversores europeos a sólo unas pocas horas de avión, buscando el mejor lugar para aterrizar y disfrutar del estilo de vida mediterráneo y Murcia no puede permitirse el lujo de quedarse atrás.
"Otro tipo de ecologismo, en oposición al dogmático y populista, es posible y otro tipo de urbanismo, en oposición al especulativo y al insostenible, también"
No se puede juzgar permanentemente el futuro desde el pensamiento trágico de los errores del pasado, el progreso y la sostenibilidad exigen un compromiso con la tecnología y con la ciencia. Por ello lamentamos el ecologismo demagógico y radical, y su oposición a un progreso que nos garantice un futuro mejor, capaz de crear valor ecológico, valor económico y valor social por igual. Otro tipo de ecologismo, en oposición al dogmático y populista, es posible y otro tipo de urbanismo, en oposición al especulativo y al insostenible, también. Son aquellos que permanecen ligados a la tecnología y al conocimiento científico desde la ecología humanista, capaces de crear economía con rentabilidad social y ambiental, pues el todo es mayor que la suma de sus partes. Como decía Machado, en esta vida todo es cuestión de medida: un poco más, algo menos.
En los últimos 25 años el porcentaje de urbanización en la primera línea de costa murciana apenas se ha incrementado del 20 al 22%, actualmente 62 km urbanizados de 274 km de costa. Estos datos se contraponen con los que nos encontramos en Alicante, donde ese porcentaje de urbanización asciende al 56%. Actualmente la costa murciana presenta similares niveles de protección que Andalucía y Comunitat Valenciana, en torno al 50%. Sin embargo, en la franja litoral de 10 Km de ancho, sólo un 6% es suelo urbanizado (6.600 Ha), frente al 17% de la provincia de Alicante (29.740 Ha), muy por debajo de los umbrales teóricos de sostenibilidad europeas del 10-25%. Pero el suelo que se urbaniza en relación con la población que lo demanda, ofrece un indicador de sostenibilidad europeo mucho más sostenible y racional que otras zonas dominadas por modelos extensivos. El indicador en Murcia de suelo urbanizado por habitante es de 157 m2/hab, la mitad de la media europea (300 m2/hab) y muy por debajo de países líderes en la sociedad del bienestar, como Finlandia (1.042 m2 /hab), Suecia (703 m2/hab), Bélgica (609 m2/hab), Dinamarca (581 m2/hab) o Francia (457 m2/hab).
La Región de Murcia todavía tiene suelo suficiente y áreas de oportunidad en su litoral para desarrollar proyectos urbanísticos estratégicos y singulares, por ejemplo, en el recién aprobado Plan General de Águilas, que es una llamada al mundo, único aprobado entre las ciudades turísticas litorales de Murcia. Para hacerlo, tenemos que ser más exigentes con los nuevos modelos turísticos residenciales, para que sean ejemplares y contribuyan a resolver los retos urbanos y territoriales comunes del futuro: la estacionalidad, la despoblación, el envejecimiento, la desigualdad social, los riesgos naturales, el cambio climático y la eficiencia energética.
Se trata de que el turismo residencial es capaz de fijar población, de desestacionalizar y mejorar la ciudad turística, de importar rentas del extranjero, de impulsar la colaboración público-privada, de captar y retener inversiones, talento y generar riqueza y empleos más estables y de mayor valor añadido, de conectar el gasto de vida residente europeo con la red local de proveedores de servicios, salud, comida, ocio, deporte, cultura, naturaleza. De reducir la emisiones de CO2 y el consumo de agua y energía, de protegernos ante riesgos naturales, de usar modelos urbanos más intensivos y diversificados, la arquitectura bioclimática, de fomentar las energías renovables y la movilidad sostenible, de impulsar las tecnologías de autoabastecimiento y de eficiencia energética, la circularidad del ciclo del agua, las soluciones basadas en la naturaleza, la integración de infraestructura verde, los sistemas de drenaje urbano sostenible, los parques anti-inundaciones, los bosques urbanos, etc..
La industrial del turismo residencial es una conquista social que en los últimos 50 años, y a falta de otras industrias, junto con la modernización tecnológica de la agricultura, ha traído y garantizado el progreso y la vida en el Arco Mediterráneo. Actualmente es uno de los motores más importantes de la economía en nuestro país y, especialmente, en provincias vecinas como Alicante, donde es responsable de hasta el 40% de su PIB, frente a sólo el 4% de Murcia. La población europea residente en las ciudades turísticas litorales de la Región sólo representa el 5,73% (24.048 hab.) de su población total, frente al 30% en la provincia de Alicante (265.000 hab). Una diferencia desproporcionada, no sólo medida en términos económicos, sino en felicidad interior bruta. Todos queremos que la Región de Murcia sea el mejor lugar para vivir, pero tenemos que avanzar y tomar decisiones que permitan convertir esa voluntad en una realidad urbanística transformadora, respetuosa con el medio ambiente, y hacia ciudades turísticas litorales más bellas y atractivas para un turismo residencial europeo que tanto impulso económico puede aportarnos. Escapar de la pobreza requiere energía y alimentos en abundancia. Escapar de la pobreza requiere progreso. El progreso nos salvará.
Cristóbal Ruiz
Director de Urbanismo de TM Grupo Inmobiliario