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TRIBUNA LIBRE / OPINIÓN

¿Trampa podemita o nueva estrategia…?

16/08/2020 - 

MURCIA. Desde bien pequeño me han gustado mucho las leyendas populares de brujas, duendes, fantasmas, ánimas, hombres-lobos, la santa-compaña, etc., transmitidas de boca en boca por los buhoneros que recorrían cansina y solitariamente los viejos, polvorientos y desolados caminos de la baja Edad Media; en las tabernas y en los mesones; de la postromántica y ‘becqueriana’ España y cómo no, de esa otra, la contemporánea de las nuevas tecnologías y de las redes sociales.

Estudiando, allá por el año 1963, en el Seminario Menor de San José de Murcia, el cuarto de curso de ‘latín’ -esa lengua clásica de la familia lingüística del indoeuropeo, cuna de casi todas las lenguas romances habladas en España, Francia, Italia y del lenguaje científico- a la que junto a su hermano, el ‘griego’, los listillos de turno, los postmodernos de ‘tres al cuarto’ y los pseudointelectuales de ‘postín seco’ (como solía decir mi suegra en determinadas circunstancias) -del ministerio de Educación y Formación Profesional, donde acampa la ‘stasista’ ministra  Celaá, sí, esa que afirma  -emulando a Adolf Hitler, ‘que los hijos pertenecen al Estado y no a los padres’- quieren certificar de iure su total eliminación  de la faz educacional.

Volviendo al tema de las leyendas. Decía, que fue en el Seminario diocesano de Murcia, donde gracias a la instruida y desinteresada influencia de mi buen amigo y compañero de curso el ‘muleño’ –actualmente médico jubilado, compañero de la Facultad de Medicina de Granada y magnifico ex Jefe de Servicio de Anestesia y Reanimación del Hospital General Universitario de Alicante- Dr. D. Bernardino Navarro Guillén, me leí casi todas Las leyendas del sevillanísimo poeta Gustavo Adolfo Bécquer (1836-1870).De todas ellas, las que más me gustaron y mejor recuerdo guardo fueron: El monte de las ánimas, La cruz del Diablo, el Cristo de la calavera,¡ y cómo no!, Maese Pérez, el organista, entre otras. Si les soy sincero, también cayeron -bajo la luz de ese ‘flexo’ de latón moldeable, color de aluminio, con visera y bombilla azul, tan típico y característico de aquellos años de estudiante, y que aún conservo en casa con mucho cariño- alguna que otra de sus inolvidables y románticas Rimas.

Pese al transcurrir de los años jamás he olvidado los buenos ratos pasados en compañía de los protagonistas de esas imperecederas leyendas. Posteriormente he ido conociendo otras muy distintas -en estilo y autores- como Los Mitos de Cthulhu, El Necromomicón o Los viajes de Randolph Carter, (H. P Lovecraft). De entre los mitos y leyendas españolas del camino ‘jacobeo’ hay varias que recuerdo con especial cariño, y de estas, la que más evoco -por su socarrona, milagrosa y taimada historia- es la ubicada en ‘Santo Domingo de la Calzada, donde cantó la gallina después de asada’. Pero esa, amigos lectores ¡es ya otra…y hoy no toca!

Para terminar este atípico artículo, voy a permitirme la licencia (esperando que los lectores no la tomen a mal) de transcribir -tal cual me ha llegado, desde varios grupos de amigos y compañeros –un Whassapp, que por su intenso cinismo y ofensivo sentido político y formato, gusta, engancha y te incita a seguir leyéndolo hasta el final.  ¿Lo han recibido Uds.? ¿Lo han leído…? ¿Qué les parece…? Su formato se asemeja a un comunicado casi telegráfico en el que (se) exponen y desarrollan brevemente ‘10 puntos 10’, a modo de consignas, como si de un ‘decálogo’ tradicional y a la usanza del nacional socialismo y comunismo, se tratara. Bueno, creo que se entenderá mucho mejor viéndolo y leyéndolo…y ahí va.

Texto y formato del Whatsapp recibido en mi móvil, el 25 de julio de 2020, festividad de Santiago Apóstol ‘Patrón de España’:

Primero, me hago el loco y dejo que entre el virus sin hacer nada por contenerlo.

Segundo, decreto el estado de alarma que me da poder absoluto para hacer y deshacer y en esto que cuelo a Pablo en el CNI para que acceda a toda la información sensible del Estado.

Tercero, aliento los ataques al Rey y así le voy preparando el destierro.

Cuarto, coloco a dedo a más gente en la Administración que me van a servir de ayuda en el proceso.

Quinto, utilizo el dinero de todos para sobornar a las televisiones que contarán solo mi verdad.

Sexto, manipulo a Policía y Guardia Civil para impedir protestas y vigilar a los disidentes en redes sociales, además de no tolerar opiniones contrarias.

Séptimo, demoro las ayudas permitiendo que la gente pase meses sin ingresar dinero y cuando empiece el hambre seré el salvador con una miserable paga que al menos les dé para comer.

Octavo, amenazo con que habrá miles de muertos y nadie cobrará los subsidios si pierdo el mando único.

Noveno, permito empadronarse a millones de inmigrantes –a todo el que venga- les asigno una paga para tener sus votos de por vida y perpetuarme en el poder.

Décimo, subo impuestos de forma masiva para poder pagar el subsidio a mis millones de votantes y así me financio el golpe de Estado.

PD.- Me llamo Pedro, Pedro Sánchez. ¡Habéis caído en mi trampa y no tenéis escapatoria…!

¿Cómo se les ha quedado el ‘body’...? ¿No han sufrido un ataque agudo de Sánchez e Iglesiasfobia? ¿No les recuerda a los 11 principios de ese enano místico, resentido, cojo y con un gran complejo de inferioridad, Joseph Goebbels? ¿O tal vez a los 10 consejos de Lenin para tomar el poder de un estado? ¿No les apesta a las repúblicas bananeras bolivarianas de Chávez y Maduro?

El maquiavélico y ladino autor de este decálogo persigue intencionadamente que lo atribuyamos a los fascistas de derechas…Sin embargo en esta ocasión, voy a aventurarme y a atribuir su maléfica autoría a los ‘fascistas de la extrema izquierda’ gobernante. No, no ha sido el ‘gurú-man’ de Moncloa, Iván redondo.  No es su estilo. Aunque de este señor nunca puedes decir ni que sí, ni que no, sino todo lo contrario. Ni siquiera el presidente Sánchez, porque le sobra cinismo, le falta sutileza y ‘algo gris’ más, sí eso que no se consigue en la universidad. Pensando muy mal -pero bien- lo atribuyo a un profesor universitario de Ciencias Políticas, experto en desestabilizar gobiernos y amante de los programas televisivos al mejor estilo de ‘¡Aló, Presidente!’. Esto es lo último que las personas normales y con una mente no retorcida pensarían. ¡Y aquí está la clave! Y no en Rebeca! (como en la novela de Ken Follet, 1980).

¿Saben ya de quién se trata…? Yo me lo imagino y no creo equivocarme. Estoy seguro que Uds. tampoco…Pero como decía aquel ‘güertano’ -que estaba sentado de bajo de una frondosa higuera repleta de unas estupendas y apetitosas brevas, pero aún verdes— ‘con el tiempo y una caña… hasta las verdes caen’, repetía una y otra vez sin dejar de mirar a la higuera y al suelo… por si acaso... Nunca lo olviden, no hay nada, nada mejor –aunque en política no me sirva—que sentarte a la puerta de tu casa para ver pasar… ¡Bueno ya se imaginan qué!

Pedro Manuel Hernández es licenciado en Medicina, en Periodismo y ex Senador Autonómico del PP por Murcia

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