MURCIA. El trasiego de los albañiles no descansa en plena zona de norte de Murcia. La llamada 'manzana de oro', un hervidero de obra nueva, es el lugar elegido por la promotora AQ Acentor para abrir sus primeras instalaciones físicas en Murcia. Se trata de una show room -una oficina de venta- para "atender a los clientes y que sepan que siempre pueden acudir para solucionar cualquier problema", como así explica Álvaro Marcos (1983, Madrid). "En su primer día de apertura, fue ilusionante ponerles cara, conocerlos y verlos señalando sus casas y comentando con los futuros vecinos". El director comercial y Marketing, miembro además del comité de dirección e inversión de la compañía, recibe a Murcia Plaza y repasa todos los planes de la promotora previstos para la capital del Segura.
El crecimiento de esta inmobiliaria española que cuenta con el apoyo del Grupo Aquila ha sido vertiginoso desde su nacimiento en 2014. Aquel despacho de la calle Alcalá de Madrid que vio la luz hace diez años con cuatro personas se ha convertido en una promotora con más de 3.000 millones de euros en inversiones, con un equipo de más de 120 personas y con operaciones en Barcelona, Valencia, Alicante, Málaga y Sevilla, además de la mencionada capital española. Y, por supuesto, Murcia, donde llegó en 2023 "para quedarse".
En total, "tenemos comprometidos más de 55 millones de euros en Murcia", sostiene Álvaro Marcos. Tienen ya en marcha dos proyectos: un residencial de 58 viviendas en la pedanía de Guadalupe (AQ Eyren) por valor de 20 millones; y un segundo proyecto de 75 viviendas (AQ Eolias) entre las avenidas Juan Carlos I, Príncipe de Asturias y Juan de Borbón con una inversión de 24 millones. A ellos se unirá una nueva promoción (AQ Cora) en la zona norte, en Juan Carlos I, con 45 hogares y una inversión de más de 11 millones, como así anuncia Álvaro Marcos a este diario.
-¿Por qué esa apuesta decidida por Murcia?
-Murcia tiene lo fundamental para que funcione el mercado inmobiliario. Hay una población, hay un poder adquisitivo y hay un flujo de gente de la zona que viene a vivir a Murcia. Y existe una necesidad de 10.000 viviendas de obra nueva al año que no se está cubriendo. Los promotores locales han guardado sabiamente en secreto este negocio. Y en los últimos tres años algunas promotoras nacionales, como nosotros, hemos visto la oportunidad y pensamos que podemos aportar al sector inmobiliario de Murcia.
-¿Qué particularidades tiene Murcia?
-Los clientes nos enseñan muchas cosas y siempre aprendes con ellos. Por ejemplo, es tradición entregar en Murcia las casas sin cocina. Eso lo han hecho muchos promotores. Y ahí vimos un espacio para diferenciarnos, porque nos resulta muy raro entregar un hogar sin su cocina y sin estar terminado. Otra lección clave es que la orientación es más importante en Murcia que en cualquier otra localidad. Los mercados locales son siempre interesantes de observar. Por ejemplo, en Barcelona los armarios no van empotrados.
-Llevan dos proyectos en marcha en Murcia. ¿En qué situación se encuentran?
-Tenemos la promoción AQ Eolias en la zona norte, con 75 viviendas con hasta tres dormitorios entre las avenidas Juan Carlos I, Príncipe de Asturias y Juan de Borbón con una inversión de 24 millones. Y también tenemos la promoción AQ Eyren en la pedanía murciana de Guadalupe, con 58 viviendas de hasta cuatro dormitorios por más de 20 millones de euros. En ambas estamos a la espera de las licencias, que calculamos que llegarán en septiembre u octubre, porque agosto es inhábil. Contamos ya con todos los informes favorables. Esperamos empezar la obra de Eolias en octubre y la de Eyren a final de año.
-¿Y tienen en mente otro proyecto más para Murcia?
-Además de estas dos promociones, hemos adquirido otra parcela en Juan Carlos I para 45 unidades adicionales, de hasta tres dormitorios. Se llama AQ Cora, está prevista una inversión de 11 millones de euros y se lanzará en 2025. Nosotros apostamos por Murcia y seguimos mirando ideas. Por ejemplo, el otro día participamos en una subasta del Ayuntamiento para una parcela en Montevida, aunque no fuimos los adjudicatarios. Nuestro departamento siempre está buscando suelo y detectando oportunidades. Y si los números funcionan, vamos de cabeza. Y tenemos más proyectos en mente, pero todavía no puedo anunciar más.
-¿Murcia es una ciudad que pone trabas o da facilidades para obtener los permisos y las licencias?
-Obtener una licencia siempre es un proceso complejo en cualquier ayuntamiento. Y menos mal que lo es. Al final estamos afectando a estructuras y a viales. Hay pocas actividades menos sostenibles que asfaltar y construir un edificio. Tiene que ser un proceso complejo, por tanto. Y se tarda entre seis y nueve meses en los ayuntamientos. El Consistorio de Murcia funciona bien y tiene un plazo de respuesta razonable. Además, nos apoyamos en socios murcianos como Chamizo Arquitectos, HG Patrimonial y, sobre todo, nuestra asociación APIRM para acompañarnos con asesoramiento en todos los procesos administrativos.
-En su opinión, ¿es buen momento para invertir en vivienda?
-Sí, yo creo que sí. La inversión en vivienda tiene tres vertientes: está quien invierte para alquilar el inmueble, quien lo hace para conservar valor y venderlo después, y quien decide residir comprando en vez de pagar un alquiler. Para las tres inversiones es un buen momento. La escasez de producto en renta hace que los precios suban. Y en el caso de quien pone en alquiler una obra nueva, introduce en el mercado una vivienda con equipamientos por encima de la media. Por lo tanto, va a tener una buena renta, una ocupación alta y una rotación baja. Además, es un buen momento para comprar en vez de alquiler porque los tipos de interés se prevé que vuelvan a bajar. Y para quienes quieren conservar valor, la Región de Murcia pide 10.000 viviendas al año y se están construyendo poco más de 2.000, por lo que los precios de la vivienda se van a conservar, cuanto menos.
-¿No son precios demasiados elevados?
-La gente compra lo que se puede permitir. Es la norma más importante, que nunca debe romperse. Si el banco concede el 80% de la operación de financiación, y no más, el cliente está seguro. Y si el banco le exige al promotor un nivel de preventa que dé garantías, se ratifica que la inmobiliaria esté comprometida con el proyecto y sea una operación segura. Los bancos son, de algún modo, los reguladores. Aquellos tiempos olvidados de 2008 sufrieron un desequilibrio del sector bancario, con todos jugando a una rueda peligrosa. Pero ya no es esa época.
-¿Ha cambiado el paradigma de la residencia?
-Sí, las cocinas han cambiado mucho, como decíamos antes. Eran un elemento independiente del resto del hogar, porque se hacía mucha vida en la cocina y las casas tenían más metros. Pero ahora, por mor de los precios del suelo y por mor de los costes de los hogares, las viviendas son más pequeñitas y también se hace más vida fuera de casa. Ahora el cliente quiere una cocina integrada en el salón, no independiente, que sirva para el 90% de las comidas. Y si quiere cocinar sardinas, por ejemplo, están las terrazas, que es otro cambio de las viviendas. Las terrazas han cogido mucha fuerza. No quiero pensar que sea por la covid, pero han coincidido en el tiempo, aunque ya desde 2014 detectamos la exigencia de terrazas. Además, el cliente de obra nueva exige cierto nivel de personalización. Y eso es un reto importante para los promotores.
-¿En qué situación se encuentra la obra nueva?
-La materia prima de nuestro sector es el suelo, que es un ente complejo. Bajar a la mina del suelo y sacar un trozo que puedas producir vivienda es complicado. A todos nos gustaría que fuese un proceso más fácil. Pero si un alcalde anuncia un número determinado de viviendas nuevas, al final estás afectando a canalizaciones, infraestructuras, transportes, la economía de la zona a largo plazo... Es un proceso muy pensado. Y es lógico que sea así. No obstante, es hoy un sector mucho más limpio y mucho más regulado. Toda esta complejidad produce que pueden pasar años entre que se activa un proyecto hasta que un promotor pida la licencia. Y en el caso de Murcia, se está activando la zona norte porque todos los movimientos empezaron antes de la crisis. Retomar ahora esos procesos es más fácil.
-Por último, le pregunto por su nueva show room, la oficina que han abierto en zona norte. Es su primera sede física en Murcia.
-Hasta ahora hemos estamos vendiendo en las oficinas de nuestro partner comercial HG Inmobiliaria. Para nosotros es importante contar con unas instalaciones propias y demostrarle al cliente quiénes somos. Damos confianza al cliente. Si tiene un problema, no es lo mismo llamar a una centralita que venir aquí. Se percibe mejor el producto in situ que a través de informes y dossiers. Estamos encantados de abrir nuestro pies-à-terre en Murcia con nuestra oficina de ventas. La estrenamos a finales de junio. Fue ilusionante poner cara a los clientes, conocerlos y verlos señalando sus casas y comentando con los futuros vecinos.