MURCIA. Hay tantas cosas que nadie nos explica nunca y descubrimos en la era de la información… Rodeados de bulos, posverdad, el exceso de contenido, así como otras etiquetas modernas para las tonterías de siempre, la ignorancia está haciendo su mayor esplendor cuanto más fácil es aprender. La generación anterior nos está dejando, por poner un ejemplo sencillo, sin saber que Popeye era un ojo que hizo "pop" en una cara: Pop-Eye. No conocemos ni los datos más relevantes de nuestras pasiones, así como la información está a un paso y no la consumimos.
"La generación ACTUAL, que perdió la paciencia, ha encontrado en estos juegos una forma de perder dinero sin entender el auténtico sentido de estos"
Dentro de esta tónica hay una serie de juegos que crecen en silencio y que se están consolidando como el género Tap & Wait. La actual generación, la cual perdió la paciencia y busca gratificación instantánea, ha encontrado en estos juegos una forma de perder dinero sin entender el auténtico sentido de estos. Si bien fue OGame el que popularizó este género, levantando de la cama a más de un adicto para mover su flota galáctica y evitar un asalto… Pasando por la granja de tu abuela en Facebook y aterrizando por la reciente obra maestra Frostpunk, podremos encontrar un sinfín de ejemplos que muestran la evolución y diversificación del género.
Estos juegos han sabido captar la atención de diferentes audiencias, ofreciendo experiencias únicas que combinan estrategia, gestión de recursos y narrativas envolventes, adaptándose a las preferencias cambiantes de los jugadores. Hay un gran pero. ¿Qué sentido tiene tres acciones y esperar dos horas? Aquí entra en acción el método de pomodoro, ya sea aplicado al trabajo o al estudio, que consiste en pequeñas pausas de ocio cada periodo de unos pocos minutos o hasta una hora según el contexto. Comentan que es un método bastante potente para la gente dispersa que no es capaz de enfocarse en un tema media hora de golpe. Si bien es cierto que no es hasta que nos metemos en un tema varias horas que no llegamos al cénit de nuestra productividad, de pomodoro tocará hablar en otra ocasión. Es más, a veces forzar una pausa es tan sencillo como un tema de salud, para dar unos pasos después de mucho tiempo sentado o simplemente, la excusa para el quinto café de la mañana.
Mientras esperas, suele ser imposible hacer trampas (salvo pagando) y aquí entra el mejor enemigo posible. Ganar con tu intelecto y sin invertir a los que solo saben romper un sistema desde la vagancia y el placer vacío. El balance perfecto entre el bien y el mal se encuentra aquí una vez más, no hay reto mayor que vencer frente a una situación injusta. Suele ser imposible hacer trampas porque estos juegos se ejecutan en un servidor donde nadie más que el dueño del sistema puede operar, imitando el modelo de Microsoft llevando su software a la nube para hacer imposible piratear muchas de sus funcionalidades. El dinero identifica al tramposo y le cuelga sin que no sea ni consciente la letra escarlata a su perfil.
Frente a ese montón de jugadores descolocados con el concepto de esperar, un grupo de trabajadores que disfrutan con pasión de que avanzar en su juego favorito no dependa de meterle treinta horas un fin de semana vegetando en una silla. Así que la próxima vez que alguien te diga "no tengo tiempo de jugar" le podrás recordar amablemente este planteamiento. Un tonto que empieza un libro lo acabará siempre, porque no tiene que entender nada; lo mismo podemos decir del cine o del teatro… Un videojuego, a pesar de que muchos titulados en conocimiento vacío renieguen, requiere un esfuerzo intelectual, de concentración, estrategia y habilidad que otros medios de entretenimiento no exigen.
SI que tienes tiempo de 'jugar' y mejorar tus capacidades dios de las excusas rancias, lo que no quieres es que te obliguen a pensar de maneras nuevas y creativas evidenciando tu mediocridad; certificando que las habilidades de las que presumes solo están en tu imaginación, revelando así tu verdadera incompetencia.