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Sin complejos

1/07/2023 - 

MURCIA. Las recientes elecciones locales y autonómicas han provocado importantes cambios en el panorama político nacional. Los resultados electorales están permitiendo que Ayuntamientos y Comunidades Autónomas configuren sus gobiernos en función de las alianzas que se pueden realizar entre partidos para consolidar mayorías estables durante la legislatura.

Estos pactos, que son habituales en los sistemas democráticos, están provocando un debate sesgado en función de quienes lo protagonizan. Se demonizan cuando intervienen PP y Vox, mientras se ensalzan cuando se trata de PSOE, ERC, BNG, UP o PNV. Se consideran apropiados cuando los protagoniza la izquierda y se rechazan si proceden del centro derecha.

"Que las fuerzas políticas pacten gobiernos que aseguren mayorías forma parte de la normalidad democrática"

En el pasado, cuando ha existido la necesidad de pactar para conseguir mayorías de gobierno pocos han cuestionado dichos acuerdos, independientemente del carácter más o menos extremo de las fuerzas políticas implicadas. Poco se debatía y menos se criticaba, sobre si CUP, ERC, Podemos, IU BNG, HB, etc. unían sus votos para gobernar sin considerar que dichos pactos a veces relegaban al partido más votado.

Los pactos poselectorales funcionaban y en muchos casos el partido ganador pasaba a la oposición y los perdedores gobernaban. Así ha sido desde las primeras elecciones locales de 1979 cuando PSOE y el entonces partido comunista unieron sus fuerzas en muchos municipios y gobernaron donde la UCD había ganado. Es una práctica democrática aceptada por todos como no podía ser de otra manera.

Cuando no se obtienen mayorías suficientes para gobernar hay que buscar acuerdos entre quienes comparten visiones semejantes de la sociedad. La finalidad es conseguir un marco estable de gobierno durante la legislatura, así como programas de gestión que respondan a la confianza depositada por los ciudadanos.

Que las distintas fuerzas políticas pacten gobiernos que aseguren mayorías parlamentarias forma parte de la normalidad democrática. Que esta opción no guste a los bloques perdedores también es normal, ya que preferirían tener enfrente gobiernos débiles en minoría.

"es paradójico que se cuestione a los partidos de centro derecha por acordar gobiernos mientras se ve con normalidad que la izquierda y extrema izquierda se coaligue"

En las recientes elecciones los ciudadanos han optado por cambiar las políticas que hasta ahora se realizaban, otorgando la confianza a unas nuevas mayorías que permitan avanzar hacia el futuro. El notable incremento electoral experimentado por el centroderecha está generando un buen número de gobiernos conservadores frente a los de izquierda y extrema izquierda.

Es paradójico que se cuestione a los partidos de centro derecha por acordar gobiernos locales o autonómicos, mientras se ve con normalidad que la izquierda y extrema izquierda, incluso antisistema, se coaligue para generar mayorías. Es el habitual doble rasero que maneja la izquierda cuando no le van bien las cosas.

Las elecciones del 28 de mayo han mostrado el claro deseo de la mayoría de los españoles por articular nuevas mayorías de gobierno que cambien las políticas actuales, vertebren la nación y corrijan los desequilibrios y la discriminación entre territorios y ciudadanos.

Los pactos de gobierno en aquellos territorios donde no se han conseguido mayorías como los de PP y CC en Canarias, igual que los de PP y Vox en Castilla León, Comunidad Valenciana, Baleares, Extremadura, Toledo, Valladolid, Molina de Segura, Valencia, Elche, etc., responden al mandato de las urnas. Son acuerdos realizados por quienes pretenden cambiar las cosas, frente a otras políticas que han sido rechazadas por los electores.

Son muchos los retos a los que hay que hacer frente para ganar el futuro y satisfacer las múltiples las necesidades que los ciudadanos tienen para mejorar su calidad de vida. Es necesario asegurar una gestión estable y sensata durante el próximo cuatrienio de acuerdo a lo expresado en las urnas. Sin complejos se pueden conformar gobiernos sólidos que respondan a los deseos mayoritarios de los ciudadanos.

Miguel Ángel Cámara Botía


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