MURCIA. No hay más restricciones, pero sí se mantiene el mismo mensaje: quédate en casa. El Gobierno regional vuelve a insistir en el confinamiento voluntario como la vía más rápida para frenar la sangría de los contagios. La Comunidad, inmersa en la peor época de la segunda ola, ya empieza a ver una mejoría en la evolución de la pandemia. La incidencia, que llegó a rozar los 400 casos por cada 100.000 habitantes la pasada semana, se sitúa ahora en 374 en la última semana. El Ejecutivo se vio obligado a tomar medidas contundentes, como el doble cierre perimetral del territorio autonómico y sus 45 municipios, y la suspensión de la hostelería, pero se resiste a solicitar al Gobierno de España un confinamiento domiciliario.
"Se percibe una ralentización de la curva, pero aún queda todo por hacer", decía el jueves el consejero de Salud, Manuel Villegas. "Son tasas aún muy elevadas", reconocía por su parte el portavoz de los epidemiólogos, Jaime Pérez, quien también se mostraba optimista: "Pero parece que dejan entrever que podamos estar frenando el ascenso de la curva y entrando en una fase de un cierto descenso en la meseta, lo que deseamos poder confirmar a lo largo de la semana que viene".
El Comité de Seguimiento de la Covid se volvió a reunir este viernes en el Palacio de San Esteban pero no adoptó ninguna medida de calado. Todavía es pronto para saber si las restricciones han dado resultado; todavía es prematuro flexibilizar las prohibiciones, subrayaba el portavoz Jaime Pérez. Hay que consolidar la tendencia actual, remarcaba. Así las cosas, el Gobierno volvió a hacer hincapié en la importancia de la responsabilidad individual.
Por ese motivo, señaló, "de nada sirve tomar medidas restrictivas [para la hostelería] si luego desplazamos el riesgo a otras situaciones como encuentros en casas y apartamentos". El portavoz del Comité recalcó la importancia de extremar las prevenciones y reiteró que el peligro estriba en las quedadas sociales. Los principales zonas de riesgo de contagio se encuentran en este tipo de reuniones con familiares y amigos. "Son momentos en los que la confianza y la falsa sensación de seguridad nos lleva a relajarnos y a olvidar las medidas de prevención", advertía.
La Comunidad tampoco se plantea, por el momento, abrir las restricciones y tomar "medidas liberalizadoras" en los municipios donde la tasa de infectados es baja, como sucede en Águilas. El municipio aguileño, poblado por 35.300 habitantes, apenas ha registrado 21 positivos en la última semana, por lo que la incidencia se mantiene en niveles aceptables, con 123 casos por cada 100.000 vecinos.
Pérez alegaba que la razón se debe al objetivo de aliviar la presión hospitalaria. "No es una cuestión de incendia buena o mala, sino que la atención asistencial es ahora muy grave. La carga asistencial es importante, por eso tenemos que ir todos a una en la Región", argumentaba el técnico de Salud.