LORCA (EFE). El Ayuntamiento de Lorca ha solicitado una subvención de 3,3 millones de euros al Gobierno, a cargo del proyecto del 1,5% cultural, para convertir el edificio de la vieja cárcel, del siglo XVII y cerrado desde 2011, en un centro sociocultural que lleve el nombre el poeta Eliodoro Puche (1885-1964) que estuvo preso en él cinco años tras la guerra civil.
En el último año el histórico edificio, de 4.000 metros cuadrados de superficie, ha sido sometido a trabajos de consolidación estructural que han costado casi 400.000 euros y que se han financiado a través del Plan Director de Recuperación del Patrimonio tras los terremotos de 2011.
Los trabajos han permitido desvelar tesoros ocultos en el edificio, como un paño de 17 metros lineales de la muralla medieval de la ciudad, que quedaría abierta a las visitas con la puesta en valor del edificio.
El alcalde de Lorca, Diego José Mateos, ha dicho este viernes que el proyecto del ayuntamiento ya ha superado una primera fase de la criba del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (antiguo Fomento) y que el consistorio espera conocer el fallo definitivo antes de fin de año.
En el caso de ser aceptado, el ayuntamiento tendría que aportar el 25 por ciento del coste del proyecto, ha dicho Mateos, que también explora otras fórmulas de financiación, como la colaboración público privada o los fondos europeos, para garantizar que la reconversión de la cárcel salga adelante si la iniciativa fuera rechazada por el ministerio.
El primer edil ha subrayado que su conversión en centro sociocultural, como sede entre otras cosas de la Escuela de Idiomas o de la Universidad Popular, convertiría el edificio en un “elemento dinamizador de nuestro casco histórico”.
Ha reconocido que se trata de un proyecto en el que el consistorio tiene depositadas “muchas ilusiones” y que se situaría en pleno centro de la zona monumental, junto al edificio del ayuntamiento, la ex colegiata de San Patricio, la Casa del Artesano, el futuro Palacio de Justicia, la Cámara de Comercio y la sede del Colegio de Abogados.
La arquitecta encargada del proyecto, Ana Jiménez, se ha referido a la singularidad y potencialidades del inmueble, también conocido como Pósito Alto, que fue concebido como un silo de almacenaje y se construyó a finales del siglo XVII, aunque se inauguró como cárcel en 1773 durante el reinado de Carlos III.
Fue reformado en 1862 por el arquitecto Juan José Belmonte al que se le encargó trasladar el departamento de mujeres de la planta sótano a la planta primera, haciendo varias divisiones interiores y dejando inutilizado el sótano.
El ayuntamiento lo cerró en marzo de 2011, dos meses antes de los terremotos, cuando también su planta sótano prestaba servicio como albergue municipal de transeúntes.
Ha defendido que, más allá de su futuro uso, el edificio debe preservar su propia memoria y mostrar a la ciudad los vestigios de las diferentes funciones que ha tenido durante la historia, aunque ese discurso será resaltado mediante un nuevo uso de la luz y del mobiliario.
También se ha referido al nombre elegido para el inmueble, homenaje al poeta Puche, que nació y vivió junto a la cárcel y que cuando estuvo preso entre sus muros, entre 1939 y 1942, oía desde la celda la voz de su hermana Estrella en la casa familiar, frente a la que ahora un busto de bronce honra su memoria.
Considerado el mejor poeta lorquino de todos los tiempos, estudió Derecho, carrera que nunca ejerció, y se dedicó al periodismo y la literatura.No publicó nada durante su vida, por lo que su creación literaria, fundamentalmente poética, ha permanecido desconocida hasta hace poco, aunque ahora es autor de obligado estudio por títulos como Carceleras, Libros de los elogios galantes y de los crepúsculos del otoño, Corazón de la noche, Motivos líricos o Colección de poemas.