Que nada te detenga, ni tan siquiera un zapato

MURCIA. Las vivencias forman parte de nuestra vida. Unas son más agradables y otras menos; pero es de vital importancia entender que lo que vives te forja el carácter. Llevo unos veinte años trabajando y me ha pasado de todo; estoy agradecida de todo lo vivido y aprendido. Y hay que tener en cuenta que llegar a todo en tiempo y forma en ocasiones es todo un logro, siendo profesional/eficaz tal y como se requiere.

Comparto esta historia, que es una de muchas. Resulta que en ese momento me encontraba con una fractura en la muñeca, lo que suponía un dolor extremadamente fuerte. Al día siguiente tenía una reunión muy importante: estaba en juego un contrato que si lo conseguía cambiaba el paradigma de mi empresa, no solo por el aumento de la facturación sino por el posicionamiento.

"cuando las cosas se ponen difíciles es una oportunidad de poder descubrir tus fortalezas"

Como el dolor de la muñeca no era suficiente, uno de mis caballos estaba enfermo y pasé con él la noche anterior, sin dormir. La reunión, que se celebraba en Alicante a la mañana siguiente, era con una compañía muy importante. Me había costado muchísimo poder sentarme con ellos. Aun teniendo buenas referencias mías y varias cartas de recomendación, costó muchísimo. 

Esa mañana, como siempre, me levanté a las seis (a esa hora saco gran parte del trabajo), me puse la peineta y me encaminé hacia la cita. Acercándome a Alicante, en la autovía me encontré con un gran accidente y un atasco a la entrada. Ya empezamos… Aun así, llegué a buena hora. Empiezo a buscar aparcamiento pero no había manera. ¡Ya empezó el reloj a correr! ¡Pero logré aparcar!

Sin embargo, llegaba ya tarde. La reunión era en el centro y justo iba andando con un tacón de ocho centímetros que se quedó atascado en una alcantarilla. Madre mía, ¿algo más? Con la mala suerte de que el tacón se rompió. Ahora tocaba pensar rápido y no lo dudé. Me coloqué el maletín con mi portátil cruzado y el bolso igual. Me quité los tacones y por el centro de Alicante corrí como alma que lleva al diablo. ¡Logré llegar a tiempo!

Mi corazón iba a mil y me costaba respirar. Teniendo en cuenta que soy asmática, tuve que respirar hondo, concentrarme y defender la plaza como merecía. Pienso que cuando las cosas se ponen difíciles es una oportunidad para poder descubrir tus fortalezas, puliendo tu intelecto y demostrarte a ti mismo/a que puedes.

"Los miré con cara de Clint Eastwood y finalmente fue una firma exitosa"

Al llevar pantalón ancho, me puse los zapatos en la puerta de la compañía y andar sin un tacón fue todo un logro. Nos sentamos en la reunión. Eran tres directivos con cara de no querer firmar. Después de una hora de negociación estaban reticentes y ya nos disponíamos a finalizar la reunión sin éxito. Entonces pensé rápido, me volví a sentar y ellos se volvieron a sentar. Preguntaron qué quería decirles más y yo les dije: no me voy a ir de aquí sin el contrato firmado; por tanto, negociemos juntos hacia la firma. Los miré con cara de Clint Eastwood y finalmente fue una firma exitosa.

Cabe destacar que cuando salí de la empresa tenía el pelo totalmente alborotado y no me di ni cuenta. A mí realmente lo que me importaba es que nada ni nadie iba a detenerme.

Esto demuestra una y otra vez que en gran proporción lo que sucede en tu vida depende de ti y que nadie puede determinar de lo que eres o no eres capaz de hacer. No importa si llegas peinada o despeinada, sino que tu misma/o logres engrandecerte en situaciones complejas.

La inteligencia no se peina, se entrena.

Detrás de cada persona siempre hay un gran esfuerzo; por ende, respeto, respeto y respeto.

Inmaculada Gonzalez Imbernon

Ceo Inmag Services Talent

Gestor de Negocio /Técnico cualificado