MURCIA. Podemos también pide la convocatoria urgente de elecciones ante el escenario político que afronta la Región de Murcia. Se trata del tercer partido que hace esta reclamación, tras las peticiones de Vox, Ciudadanos y PSOE. La potestad de convocar los comicios la tiene el presidente de la Comunidad: sólo él podría llamar a los murcianos a las urnas.
La formación morada argumenta que el último giro de la política regional (la dimisión del consejero de Empleo, Francisco Álvarez, para dedicarse a la Portavocía del grupo parlamentario cuando apenas llevaba 26 días en el cargo) pone de manifiesto, a juicio de Podemos, "la absoluta descomposición y podredumbre del Gobierno regional".
La portavoz del Grupo Mixto en la Asamblea, Marín Marín, acusa al presidente de la Comunidad de ir "un paso más allá en sus traiciones, sus transfuguismos, sus corruptelas y sus pactos con la ultraderecha". En su opinión, los murcianos "no pueden aguantar ya tanta degradación política y ética" porque, esgrime, el jefe del Ejecutivo "y sus tránsfugas siguen degradando las instituciones y la democracia de la Región de Murcia, que ya cotiza a niveles de bono basura".
Para Marín, "los gobiernos legítimos son los que salen de las urnas, los que nacen de la voluntad popular, y no de los chanchulleos entre trileros". También considera que la Asamblea Regional "no puede estar presidida por un tránsfuga sin rastro de vergüenza", en alusión a la abstención de Alberto Castillo que ha propiciado que los tres diputados expulsados de Ciudadanos se adueñen del control del grupo parlamentario.
Por todas razones, Podemos exige a López Miras la convocatoria de elecciones como "única alternativa o salida decente que evite que la Asamblea Regional se convierta en una auténtica pocilga de corrupción, transfuguismo e intereses personales".
Nunca en la historia de la Región de Murcia se han convocado elecciones anticipadas, que siempre se han fijado de manera ordinaria en casi cuatro décadas de autonomía murciana. López Miras, si lo decidiera, se convertiría el primero en hacerlo. El capítulo II del Reglamento de la Asamblea deja bien claro en su artículo 24 que los comicios serán convocados "por el presidente de la Comunidad Autónoma en los términos previstos en la Ley que regule el Régimen Electoral General". El botón nuclear, por tanto, está en manos de Miras, de la misma manera que lo activó Isabel Díaz Ayuso en Madrid.
Miras siempre se ha negado a convocar los comicios alegando "motivos de responsabilidad". Suele remarcar que el final de la legislatura "es en 2023" y así lo defendió también cuando se registró la moción de censura: "Podría haber convocado elecciones en ese momento pero consideré que no es el momento, no es lo que la Región necesita. Solo puede existir el objetivo de salvar vidas, de vencer a la pandemia y de superar la crisis económica, social y de empleo".
Además hay que tener en cuenta otra variable. Si el presidente activara las urnas en 2021, en 2023 estaría obligado a volver a convocarlas. No en vano, la Región se encuadra en el régimen general de comunidades autónomas, por lo que, aunque hubiera comicios ahora, se tendrían que repetir en 2023. Es decir, "supondría someter a los ciudadanos a tres procesos electorales en cuatro años", como así señalan desde el entorno del presidente.
Pero hay más razones. Con la ley en la mano, López Miras no puede repetir como cabeza de la lista. El Estatuto de la Ley del Presidente que en 2014 reformó Alberto Garre para evitar casos como los de Ramón Luis Valcárcel -que presidió la Comunidad desde 1995 hasta 2014- acotaba los mandatos a dos periodos. López Miras, que fue nombrado presidente en 2017 tras la dimisión de Pedro Antonio Sánchez y revalidó su cargo en 2019, acumula ya dos legislaturas al frente del Gobierno. No puede, por tanto, optar a un tercer mandato.