CARTAGENA. Ocho horas es lo que ha durado el pleno ordinario celebrado en el ayuntamiento de Cartagena. No hay nada nuevo bajo el sol: 20 mociones, 31 preguntas y 4 ruegos que han mantenido en sus asientos en el salón de plenos a un reducido grupo de concejales, en total ocho, además de la alcaldesa y vicealdaldesa, y en el cómodo sillón de sus casas al resto. Estos últimos poco trabajo tuvieron que hacer. En zapatillas de andar por la vivienda, manga corta y sin tener que atender mucho a su imagen, los concejales que no asistieron al pleno -un total de 17- demostraron (no todos, porque, ya saben, generalizar es de ignorantes) que conviven en camas separadas con la tecnología.
"Si hay problemas, véanlo por el canal de youtube", decía la secretaria del Ayuntamiento ante los continuos parones en el desarrollo de la sesión. "Leni, no sé si me oyes", añadía la concejala Pilar Marcos a su compañera de partido, cuando ésta se disponía a presentar una moción. "Señor Padín, vuelva a empezar de nuevo, que no le hemos escuchado", indicaba, por su parte, la alcaldesa, en otro momento de la maratoniana jornada.
Y así hasta un sinfín de situaciones dignas de estudio por Iker Jiménez en el programa Cuarto Milenio de los domingos. Seguro que habría mandado a alguno de sus colaboradores para tratar de averiguar el motivo de esas voces distorsionadas, que llegaban a poner los pelos de punta cuando un concejal se acercaba al micrófono o, todavía más terrorífico, las equivocaciones de voto de dos concejales: Mercedes García y Juan Pedro Torralba cuando tenían que hacerlo desde casa y por el denominado sistema de televoto.
Este sinfín de situaciones, a cuál más surrealista, provocaron que el pleno se convirtiera en tedioso y soporífero por momentos, no por los temas tratados, que no voy a ser yo quien critique la importancia de las mociones presentadas, sino porque los parones, los paréntesis y las respuestas, repreguntas y 're-respuestas' le añadieron más sal, al ya de por sí salado cocido de estas sesiones cuando son presenciales.
Menos mal que después de todo este 'galimatías', acontecido principalmente por la mañana, el coronavirus, la situación de la justicia, el castillo de Los Moros, los pasos de peatones inclusivos y el transporte escolar del IES Bohío, provocaron la unanimidad de la Corporación.
MC Cartagena consiguió que se sacara adelante su moción en la que se reclama al Ministerio de Justicia y la Tribunal Superior de Justicia los medios materiales y las infraestructuras que reivindican los profesionales cartageneros y que se convoque la Mesa de la Justicia para tratar en ella el estado de los asuntos prioritarios, como la ubicación de las nuevas unidades judiciales y el estado del proyecto de la Ciudad de la Justicia.
También conseguía el partido más votado en las últimas elecciones municipales que se cree un entorno de protección del Castillo de Los Moros y se acometan las obras y conservación que requiere el monumento para evitar su desmoronamiento.
La moción de VOX requiriendo información y medidas (Plan de Inspección y Saneamiento de todas las residencias de ancianos) de protección en las residencias de mayores y personas con discapacidad contra el coronavirus fue aprobada al igual que su iniciativa sobre pasos de peatones inclusivos y mejoras de accesibilidad. Hacerlos inclusivos, con los pictogramas que lleven dibujo y nomenclatura 'Para, mira, coche parado y cruza', así como señales acústicas en pasos con semáforo.
La última de las mociones aprobadas por unanimidad ha sido la formulada por Unidas Podemos- Izquierda Unida- Equo sobre el servicio de transporte escolar del Instituto El Bohío. La moción insta a la consejería de Educación a reconsiderar la decisión adoptada sobre la supresión del servicio de transporte escolar que afecta a los nuevos alumnos de la Barriada Hispanoamérica matriculados en el IES El Bohío.
Por último y entre otros asuntos cabe señalar la retirada de una moción de MC Cartagena para que el Ayuntamiento sufragara la instalación de mamparas de protección del coronavirus en los taxis, después de que la alcaldesa asegurara que el consistorio se iba hacer cargo de esa actuación.
