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Ana Sánchez del Campo ferrer, presidenta del jurado internacional de vela en parís 2024

"Odio a muerte que digan que una mujer está en un sitio por representatividad, debe estar por su valía"

Fotos: MARCIAL GUILLÉN (EFE)

Esta murciana de 58 años afrontará su sextos Juegos Olímpicos ejerciendo como juez árbitro de la competición de vela en la más importante competición deportiva del mundo. "Desde nuestra posición sabemos que mucha gente ha estado años entrenando y dando el máximo para que una bandera mal dada arruine todo su esfuerzo y hasta su carrera deportiva", afirma con responsabilidad

6/03/2024 - 

MURCIA. Una mujer al frente del jurado de jueces de vela en París 2024. Es Ana Sánchez del Campo Ferrer, española de 58 años -nació el 10 de enero de 1966 en Murcia-, que lleva toda la vida vinculada al mundo náutico y que afrontará sus sextos Juegos Olímpicos, todos los celebrados desde 2004. Forma parte de un equipo de 26 árbitros pero suya será la última decisión en las regatas que tendrán lugar en la marina de Marsella del 28 de julio al 8 de agosto. Su autoridad no se discute y asume la "súper responsabilidad" que se le atribuye.

En esta entrevista a Murcia Plaza cuenta a cuatro meses de la gran cita lo que siente por ejercer un cargo de tanta transcendencia y sabe de lo que habla. "Desde nuestra posición sabemos que mucha gente ha estado años entrenando y dando el máximo para que una bandera mal dada arruine todo su esfuerzo y hasta su carrera deportiva", indica en su nombre y en el de quienes forman su grupo de trabajo. Ana es un ejemplo de mujer empoderada pero no porque sí sino porque se lo ha ganado. "Odio a muerte que digan que una mujer está en un sitio por representatividad sino que debe estar por su valía", afirma quien llegó a ser vicepresidenta de la Federación Internacional de Vela y que actualmente preside también el Comité de Reglas de la Federación Internacional, la World Sailing.


- ¿Va a por sus sextos Juegos pero cómo se inició en el mundo de la vela?

Cuando tenía seis años. En casa siempre se navegó con mi padre y mi tío y tanto mi madre como mi tía echaban una mano en las regatas. Yo seguí con la tradición familiar con un Optimist, que fue el segundo barco de este tipo que llegó al Real Club de Regatas de Santiago de la Ribera, y luego estuve en las clases Europa, Laser, Snipe, Crucero y Catamarán. Soy la mayor de cinco hermanos y todos navegamos -mi prima Marina fue olímpica en Atenas 2004 y su hermano Paco hizo la preparación-, como también se subieron al barco mis primos y los sobrinos. En nuestro hogar se desayunaba, se comía y se cenaba pensando en la vela. 

"En nuestro hogar se desayunaba, se comía y se cenaba pensando en la vela y cada día de regata con mis hermanos era como ir de excursión"

- ¿Qué recuerda de aquellos años de competición náutica?

Disfruté mucho, como lo sigo haciendo ahora, pero por carácter no soy especialmente competitiva, la verdad. Mi hermana Pilar y yo llevábamos la radio colgada de la botavara y los entrenadores se enfadaban con nosotras por ello. No tuve una carrera deportiva muy exitosa pero sí feliz y recuerdo todas las regatas en las que participé, sobre todo con Pilar. Luego se incorporaron los demás hermanos y cada día de regata era como ir de excursión.

- Luego llegó dar el paso a tareas organizativas y ahí sí que destacó.

Siempre ayudaba en el club cuando había una regata con las balizas y posteriormente me incorporé al comité de regatas. El primer curso de juez que hice fue el regional en 1988, con 22 años, y luego ya el nacional y hasta hoy sin para de formarme porque el reglamento evoluciona y se revisa cada cuatro años, por lo que no se puede dejar de estudiar y en mi caso menos aún al presidir el Comité de Reglas de la World Sailing.

- Se puede decir que en esta faceta sí que sobresalió y su palmarés olímpico lo acredita. ¿Esperaba una carrera como la suya?

Estoy satisfecha pero cuando fui a Atenas 2004 pasé 20 días en modo pánico porque era novata, la más joven del jurado y llevaba poco tiempo como juez internacional. Los de París serán mis sextos Juegos y todos me hicieron ilusión, desde luego. En estos seré la presidenta, lo cual es una súper responsabilidad, y ahora veo a los "rookies" e intento que se sientan lo más integrados y protegidos que sea posible porque así me lo hicieron sentir a mí.

"Si sale bien tendremos la suerte de que nadie hablará del jurado y ganaron los que tenían que ganar y sin polémica. En caso contrario cortarán mi cabeza pero asumo que admitir el puesto supone admitir también esa responsabilidad"

- Podemos hacernos una idea pero ¿en qué consiste exactamente su labor en una regata?

Estamos para resolver las protestas y los problemas que surjan durante la competición. 

- ¿Y cómo es una jornada de competición para el jurado de la vela?

Te levantas muy temprano, a las seis de la mañana, y pronto llega la primera reunión del día y el desayuno. A partir de ahí pasas todo el día ejerciendo tu labor hasta la cena y así durante 20 días. Por eso es tan importante el trabajo en equipo y yo siempre trabajé en grupos con gente muy integrada que se convierte en tu familia durante un par de semanas y la unión es absolutamente clave para el éxito en el desarrollo de un plan severo y que se planifica con antelación para anticipar lo que pueda ocurrir en las regatas no ya de ese día sino del siguiente. Todo ello es básico como el hecho de funcionar como un bloque homogéneo y con todos sabiendo cuál es su cometido.

- En Marsella serán 420 regatistas de unos 60 países de los cinco continentes compitiendo. Menuda responsabilidad la suya, ¿no?

Esa es la palabra, responsabilidad para las 26 personas que formamos el grupo de jueces. Si sale bien tendremos la suerte de que nadie hablará del jurado y ganaron los que tenían que ganar y sin polémicas. De lo contrario, cortarán mi cabeza pero admitir el puesto supone admitir la responsabilidad.

- ¿Resulta difícil convivir con la presión, la suya y la de los deportistas?

Es algo con lo que siempre hay que lidiar, con esa frustración del que compite, la cual hay que manejar pero debo decir que cuanto más alto es el nivel del competidor mejor conoce las reglas y también mejor gestiona esa frustración que se genera por un mal resultado. Es más fácil lidiar con regatistas olímpicos que con el resto pero también sabemos que mucha gente estuvo años entrenando y dando el máximo para que una bandera mal dada arruine todo su esfuerzo y hasta su carrera deportiva.

"España es una de las potencias en este deporte náutico y sí que veo la posibilidad de varias medallas y algunas de ellas de oro pero todo se decidirá en el agua"

- ¿Puede compaginar su actividad deportiva con su trabajo?

Sí. Trabajo junto a mi marido -Luis Ferrándiz Ruiz, quien también es juez árbitro de vela- en Homein Calpe, una empresa familiar que se dedica al alquiler vacacional y al ocio turístico y tengo la posibilidad de compatibilizar el trabajo con la vela.

- Por cierto, ¿ve a la vela española con opciones de éxitos en los Juegos?

España es una de las potencias en este deporte náutico y sí que veo la posibilidad de varias medallas y algunas de ellas de oro pero todo se decidirá en el agua.

- Y la vela en los Juegos, ¿cómo está posicionado este deporte en el programa olímpico?

Consolidado pero hay que tener en cuenta que es un deporte caro y que necesita un puerto olímpico para su desarrollo. Por ello si no conseguimos que deje una sensación satisfactoria a nivel organizativo y no despertamos el interés general siempre está el riesgo de quedar fuera de ese programa.

"La vela es de los deportes que cuentan con más mujeres y una actividad que siempre hizo por integrarlas aunque hay trabajo por hacer"

- ¿Se prevé alguna novedad en la competición regatista en los siguientes Juegos?

Hay una significativa que afecta precisamente al arbitraje. En esta edición se incorpora la clase Fórmula Kite, que es tan espectacular, y con ello surge un problema para los jueces porque esas embarcaciones van a tal velocidad que no se aprecia el juego en el agua y, aunque las protestas se atenderán en tierra, en las últimas pruebas, las medal race, en las que se decidirán las medallas, el arbitraje se llevará a cabo por parte de jueces en salas con sus pantallas y que se guiarán utilizando drones que emitirán las imágenes. Es un sistema desarrollado por la propia clase con un gran resultado y que permite el telearbitraje para comunicar las decisiones al comité de regatas.

- Como cada año el 8 de marzo de se celebra el Día Internacional de la Mujer. ¿Qué valor le da a esa conmemoración usted que es un referente en lo suyo y un ejemplo para muchas mujeres? 

Hay que darle visibilidad a todo lo que se hace y no puede quedar en segundo plano lo mucho y bueno que hacen las mujeres en la sociedad y en todos los ámbitos, también en el del deporte. La vela es de los que cuentan con más mujeres y una actividad que siempre hizo por integrarlas aunque hay trabajo por hacer. Si me circunscribo a mi campo es la primera vez que el presidente del jurado olímpico de vela es una mujer y también la presidenta del Comité de Reglas de la Federación Internacional aunque la esencia es que estemos porque lo merecemos independientemente de nuestro género pues debe primar el nivel de operatividad. Odio a muerte que digan que una mujer está en un sitio por representatividad sino que debe estar por su valía. 

- Ya que hablamos de ello ¿son muchas en este colectivo de jueces de vela?

En torno a un 15% del total y está claro que hay que hacer un esfuerzo en ese sentido para encontrar a más jueces mujeres en un jurado internacional. Tenemos que intentar que ese porcentaje suba y eso que España es de los países con más jueces internacionales en vela. Esa representación anima incluso a que más féminas se inicien en este deporte, como el que haya entrenadoras y directivas pues las niñas, si ven a otras niñas y también a mujeres a su alrededor, lo tienen más fácil para dar el paso al sentirse arropadas. 

"Nos partimos el cuello por ir a Miami cuando esto es lo mismo y está claro que nos interesa que el Mar Menor esté bien también en lo medioambiental Hay que protegerlo y cuidarlo"

- Por último y aprovechando que esta entrevista se hace en Santiago de la Ribera, en el Mar Menor, le pediré que me hable de la laguna salada. ¿Qué representa para su deporte y qué se puede hacer para mejorar su estado desde el punto de vista ecológico?

Contamos con un campo de regatas único y a veces da la sensación de que no sabemos lo que tenemos aquí. En tantos años y especialmente desde que en el año 2000, con el proyecto Mar Menor 2000 se promocionó tanto, no encontré a nadie que le pusiera un pero para entrenar y para competir con un barco y la gente flipa cuando viene. Nos partimos el cuello por ir a Miami cuando esto es lo mismo y está claro que nos interesa que el Mar Menor esté bien también en lo medioambiental. Hay que protegerlo y cuidarlo. 

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