MURCIA. El Mar Menor es uno de los espacios ambientales y paisajísticos más importantes del Mediterráneo y motivo de legítimo orgullo para la Región de Murcia. Al contrario que en la mayoría de las lagunas costeras, en las que la elevada productividad va asociada a aguas turbias, el Mar Menor es capaz de mantener aguas transparentes. Esta cualidad lo ha convertido en uno de los principales reclamos turísticos ya que permite el desarrollo de actividades turísticas, lúdicas y deportivas impulsando la actividad económica de los municipios ribereños.
"Qué inversión es más productiva que recuperar el Mar Menor como destino turístico-vacacional con la creación de empleo y SU impacto económico"
Durante muchos años la actividad humana (minera, residencial, turística y agrícola) y la climatología han ido incidiendo sobre un Mar Menor que es especialmente frágil y vulnerable. Sin embargo, en los últimos seis años se ha incrementado enormemente el deterioro de la tradicional calidad y transparencia de sus aguas, el enfangamiento de sus playas y la pérdida de biodiversidad, sobre todo a raíz de las riadas y las DANAS de 2019-2020 que provocaron graves alteraciones del ecosistema lagunar y los episodios de anoxia con la muerte de millares de peces.
La degradación del Mar Menor se ha convertido en el principal objetivo ambiental, económico y social de la Región, ya que perjudica a todos los sectores relacionados con la laguna (hostelería, comercio, pesca, deporte, turismo, etc.). Consciente de la necesidad de defender este espacio natural la actividad agrícola, injustamente demonizada, se ha modernizado para reducir sus impactos sobre la laguna (menor uso de nutrientes y fitosanitarios, cambio de prácticas agrícolas, etc.), demostrando que es posible producir alimentos sin deterioro del Mar Menor. Los programas de depuración y eliminación de vertidos urbanos también han contribuido a disminuir los posibles focos de contaminación e incluso el desarrollo residencial se está adaptando con criterios de sostenibilidad ambiental y con las infraestructuras adecuadas.
La recuperación del Mar Menor como destino turístico, motor económico de la región y ejemplo de buenas prácticas ecológicas, implica la coordinación entre administraciones y obtener los recursos económicos necesarios para desarrollar un plan de acción para su regeneración, que implique la recuperación de su riqueza ambiental y prevea los impactos futuros con el fin de poder garantizar sosteniblemente la convivencia entre las diferentes actividades humanas y la naturaleza.
Hay una oportunidad con los fondos europeos Next Generation para la recuperación económica verde y sostenible. Qué medida más prioritaria y verde se puede encontrar que prevenir las inundaciones de las poblaciones ribereñas del Mar Menor y el consiguiente aporte de toneladas de materia orgánica a la laguna. Qué inversión es más productiva que recuperar el Mar Menor como destino turístico-vacacional con la creación de empleo y el impacto económico que supone. Qué medida más sostenible que la recuperación de la biodiversidad y sus aguas transparentes.
Con voluntad política y una leal y eficiente coordinación entre administraciones es posible realizar una nueva gestión de usos del Mar Menor como espacio natural, paisajístico y productivo que sea compatible con la agricultura y el desarrollo urbano y turístico, para que se pueda alcanzar una transición ecológica justa, garantizar el cumplimento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas 1, 6, 13, 14 y 15 (vida acuática y terrestre, agua limpia, empleo y mitigar el cambio climático) y así volver a sentirnos orgullosos de nuestro Mar Menor.
Miguel Ángel Cámara Botía
Catedrático de Química Agrícola
Director Cátedra de Ecoeficiencia Hídrica
Universidad de Murcia