MURCIA. La ciencia en Murcia se instala en un lugar donde se respira aire puro y se da rienda suelta a la imaginación más creativa e innovadora mientras se disfruta de espectaculares vistas y se goza de tranquilidad. Ese espacio existe y se llama Parque Científico de Murcia, que pertenece a la Comunidad y está gestionado por el Instituto de Fomento (INFO) desde 2014.
Se ubica en el Campus de Espinardo y presume de una arquitectura fascinante, tanto que incluso ganó un premio en 2013 como la mejor arquitectura regional. Es una infraestructura de tres edificios cuyo objetivo es ayudar a las empresas murcianas que se dejan la piel con la innovación y la tecnología, ofreciéndoles espacios tranquilos donde poder trabajar y servicios para facilitar la comunicación como la sala de juntas, la sala de reuniones, la sala de creatividad, el salón de actos y otras muchas más.
Estos espacios, llamados módulos, se suelen alquilar unos cinco años, aunque Antonio Romero, jefe del departamento de Innovación y Transformación Digital del INFO, detalla a Murcia Plaza que "depende del tipo de empresa", pues "no es lo mismo una empresa BIO que una TIC". Para que una compañía se pueda instalar en el parque necesita una serie de requisitos como, por ejemplo, que trabaje en una temática I+D+i novedosa, que tenga lazos de colaboración con investigadores, que haya recibido ayudas en proyectos europeos I+D+i. Por tanto, "el denominador común es que tengan una actividad de cierta intensidad en I+D".
Los ‘inquilinos’ de este parque son ya unas 20 empresas de la Región de Murcia que se dividen en dos principales grupos: el sector de las TIC y el sector bio-agroalimentario. Dentro de estos sectores se pueden encontrar varias temáticas entre las que destacan: el área de salud con empresas como la farmacéutica que desarrolló la vacuna Pfizer y otras como Viva In Vitro; la energía con firmas Drage&Mate y My Energía Oner; ingeniería y consultoría con compañías como la de Think Tank Innotech; así como la temática TIC con las empresas Vócali y Slang Innovations, entre otras.
El director de la empresa CENTIC (Centro Tecnológico de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones), Germán Sancho, explica a este diario que su módulo se basa en la informática y telecomunicaciones. "Nos dedicamos a hacer proyectos de I+D propios o con otras empresas, con las que colaboramos con tal de incrementar su nivel competitivo", apunta. Su firma cuenta con nueve trabajadores y tiene más de 50 empresas asociadas, todas ellas regionales. Estas compañías confían en ellos para realizar proyectos conjuntamente: "La mayoría de proyectos no son de inmediato mercado y se apoyan en esta empresa para diversificar actividades", relata Antonio.
Una de las iniciativas más interesantes es el proyecto llamado ‘ANGEL’, que consiste en crear unos robots que de forma milimétrica localizan a una persona y, según la cercanía y peligrosidad, regula su velocidad sin tener que detenerse. Este proyecto es muy importante para las zonas de seguridad en los trabajos, porque ayuda a los empleados sin tener que reemplazar a la persona por un robot.
En el otro gran sector del Parque Científico, el bio-agroalimentario, se encuentran empresas como Abiopep. Esta entidad se basa en investigar los vegetales y crea soluciones tecnológicas para sanar las plantas e innovar en la producción de hortalizas. Yolanda Hernando, socia de la empresa, comenta su labor: "Somos especialistas en enfermedades inducidas por virus. Igual que las personas tenemos virus, las plantas también. Y estos virus en las plantas se traducen en pérdidas económicas y de calidad".
Su módulo, en el que trabajan 18 personas, se divide en dos secciones: la parte administrativa y la parte de laboratorio. Esta última tiene varias zonas como elaboración de muestras, congelación, energía molecular, cabinas de PCR. E incluso hay una zona que Yolanda describe como 'sala blanca' donde ejercen en condiciones más estériles.
En cuanto a sus proyectos, "trabajamos con cuatro tipos de hortalizas, que son tomate, lechuga, melón y otras cucurbitáceas como pepinos", señala Yolanda. Sus investigaciones se basan en cultivar plantas in vitro: "Uno de ellos genera en el melón variaciones genéticas que nos permiten identificar caracteres de interés". No obstante, estos trabajos, que empezaron hace años, requieren un proceso muy largo.
Yolanda relata que al principio sufrieron limitaciones de espacio, por lo que invirtieron y se instalaron en tres módulos en 2016. Sin embargo, una de las cosas que les permite el parque es la cercanía con el campus universitario porque les ayuda a relacionarse con los centros de investigación.
Antonio Romero explica que las empresas suelen instalarse porque "es un lugar donde es agradable trabajar". Además, "destaca por la ubicación donde se encuentra, dentro del anillo de la Universidad de Murcia, y cuentan con numerosos servicios como salas de reuniones, vigilancia, e incluso una zona deportiva".
El crecimiento medio de la I+D de la Región de Murcia fue del 9,4% durante el periodo 2020-2021. Es un dato que coloca a la Comunidad muy por encima de la media nacional, situada en el 6,4%. Las empresas murcianas cuentan también con la ayuda del Instituto de Fomento (INFO), que ofrece programas financiados por los fondos FEDER (Fondo Europeo de Desarrollo Regional).
El Parque Científico está en continua transformación, ya que quieren que los trabajadores de estas pymes estén cómodos y se sientan como en casa. El Instituto de Fomento tiene varios proyectos en mente para este año, como una nueva instalación de cámaras de alta resolución para aumentar la vigilancia y potenciar el espacio de co-working, dedicado a empresas que están empezando y quieren compartir ideas en un mismo espacio.
Pero no solo se preocupan por las empresas sino también por el medio ambiente, y, por ello, han instalado fuentes de energía renovables que ahorrarán 44 toneladas de CO2 con instalaciones fotovoltaicas. Todo para que este oasis de la ciencia y la tecnología en Murcia siga asombrando al mercado con los productos que allí encuentran su semilla.