CARTAGENA. El Grupo PreZero -división medioambiental del Grupo Schwarz, que también incluye las empresas comerciales Kaufland y Lidl, así como Schwarz Produktion- se encargará durante el próximo año de la gestión de los residuos industriales, tanto peligrosos como no peligrosos que Navantia Cartagena es capaz de generar en sus instalaciones. PreZero trabajará desde la recogida, almacenamiento temporal, transporte y tratamiento final de residuos hasta un control documental de todo ello.
La mercantil se ha llevado el contrato por un importe de 847.000 euros por un año, aunque existe la posibilidad de prorrogarlo por tres más, por lo que se iría a 3,2 millones impuestos incluidos en el caso de continuar dicha vinculación.
Navantia Cartagena genera cerca de 18.000 toneladas anuales de las que 2.289 toneladas son de productos peligrosos (aceites usados, disolventes, residuos de pintura, baterías, entre otros) que suman un total de 83 variedades diferentes y 15.236 toneladas no peligrosos (arena de chorreo, plásticos, chatarra, residuos de construcción, etc..) hasta 48 productos. La estimación total es de 17.526,8 toneladas/año de residuos.
PreZero deberá encargarse de la recogida desde los puntos de generación (talleres, buques, etc.) al parque de almacenamiento temporal. Además, deberá hacer una segregación, paletización y etiquetado conforme a normativa (incluyendo ADR para transporte de mercancías peligrosas). Por otro lado, deberá transportar a gestores autorizados para su tratamiento final, priorizando reciclaje y valorización y la limpieza y mantenimiento de los contenedores y espacios asignados.
El volumen más significativo lo generan materiales no peligrosos relacionados con la construcción y reciclaje de metales, representando más del 80% del total. Los residuos peligrosos más representativos incluyen líquidos peligrosos y amianto.
Entre los residuos peligrosos destacados se encuentran:
Por su parte, los residuos no peligrosos destacados:
Navantia establece criterios de economía circular en sus políticas, con el objetivo de invertir el modelo tradicional en favor de uno nuevo en el que la prevención (reducir su generación) y valorización de residuos (reutilización, reciclado o valorización energética) sean las principales directrices. Así, materiales que hasta hace poco eran considerados residuos inservibles se han convertido en materia prima para otros procesos, alargando su ciclo de vida y minimizando el impacto ambiental de la compañía.