Hoy es 30 de abril y se habla de

A licitación las obras por 130.000 euros  

Muros de dos metros, zanjas de infiltración y barreras temporales, las soluciones previstas para evitar la recurrente inundación del Cartagonova

16/02/2024 - 

CARTAGENA. En los últimos años se están observando estos episodios de lluvias torrenciales, con capacidad para provocar daños materiales y humanos de gran calado, con mayor frecuencia que en las décadas precedentes. Estos fenómenos de lluvias muy fuertes o torrenciales han influido de manera directa en el estadio Cartagonova. Desde hace más de 20 años, las grandes tormentas y danas han ocasionado la inundación de las salas inferiores del recinto deportivo, ocasionando cuantiosos daños materiales y económicos.   

Por tal motivo, se ha decidido acometer una obra importante, con un desembolso económico presupuestado en más de 130.000 euros -impuestos no incluidos- para acometer diferentes medidas de adaptación del Cartagonova bajo los constantes riesgos de inundación. Los objetivos son: evitar que el agua alcance el edificio, resistir la entrada de agua y tolerar la inundación adaptando el interior. Esta solución ya se propuso en noviembre de 2022, aunque ha sido ahora cuando ha salido a licitación. El proyecto tratará de evitar que durante episodios de lluvias intensas el agua entre por los accesos a los sótanos del edificio, produciendo daños en las instalaciones y mobiliario.

En sus estudios los técnicos barajaron varias soluciones, eligiendo como más adecuada la consistente en la construcción de un denominado “patio inglés” en la fachada oeste del edificio, de modo que las ventanas del sótano queden protegidas.

También se contempla la instalación de barreras temporales anti-inundación en los accesos a nivel de la fachada este; puertas estancas anti-inundación en los accesos al patio inglés; un sistema de bombeo para evacuar el agua que penetre en los fosos del campo; válvulas antirretorno en las acometidas de saneamiento; sellado de huecos en el muro de la fachada oeste, que es la más sensible a las inundaciones; y sistemas de protección en rejillas de ventilación en la totalidad del perímetro.

Los ‘agujeros’ del Cartagonova

Tras las visitas realizadas al Estadio Municipal Cartagonova durante 2021, Hidrogea detectó los principales puntos con el riesgo de inundación y dictaminó que uno de los principales puntos de entrada de agua son las rampas de acceso a planta sótano, ubicadas a cota cero: tanto la rampa situada a la derecha de la puerta principal da acceso al gimnasio, sala de rehabilitación, vestuarios, aseos, sala que contiene el VAR (Video Assistant Referee) y la sala de prensa. A su vez, la rampa de la izquierda da acceso al vestuario del equipo local y a las salas de instalaciones.

Además, en la fachada posterior, la que da a la rambla, existe una puerta situada a cota cero, que se intuye como otro posible punto de entrada de agua en caso de inundación. Junto a uno de estos accesos elevados se encuentran una serie de rejillas que son susceptibles de entrada de agua en caso de inundación.

Otro punto vulnerable son las ventanas de la planta sótano, constatándose, durante el evento ocurrido en abril de 2019, que el agua entró a su través de ellas. Cuando el agua entró en el sótano por la rampa de acceso y por las ventanas, se produjeron afecciones en la sala de prensa, en los vestuarios y en el gimnasio. Otro punto de entrada de entrada de agua son los accesos al campo y los fosos. Los túneles y pasillos de acceso a la planta baja y al foso, facilitan que el agua entre y al estar estos en pendiente, que no se evacue. Cabe subrayar que, a pesar de constar de 2 bombas de achique, el foso ha quedado anegado durante los últimos episodios de inundación. Las rejillas de ventilación, ubicadas en la planta sótano y en el forjado sanitario, ubicadas a escasos centímetros de la cota del suelo, son otro punto de entrada de agua a la planta sótano.

Como medida de protección permanente, cabe mencionar que en cada acceso al campo (desde la planta sótano) a través de los túneles de vestuario, se encuentran instaladas sendas bombas para la evacuación de agua.

Las medidas que propone Hidrogea, son de aislamiento frente a la inundación, evitando que el agua alcance el edificio; actuaciones de cara a resistir la entrada de agua en el edificio y medidas de cara a tolerar la entrada de agua en los fosos del campo.

Dentro de la estrategia de evitar, se propone la creación de muros de tipo “Patio Inglés” próximos a las ventanas de la fachada oeste y la disposición de zanjas de infiltración. Los sistemas urbanos de drenaje sostenible (SUDS) son una herramienta preventiva de gestión del agua de lluvia que contribuye a minimizar los efectos de las inundaciones. Su estrategia se basa en dos objetivos principales: reducir la cantidad de agua que llega al punto final de vertido, y mejorar la calidad del agua que se vierte al medio natural.

El segundo paso es la estrategia de resisir, y para que el edificio sea capaz de resistir la inundación sin que penetre el agua en él se proponen una serie de medidas, tanto temporales como permanentes: Proveer los huecos del edificio de barreras temporales frente a inundaciones. Establecer protecciones en las rejillas de ventilación. Sellados de espadines y pasatubos en arquetas.

El tercer paso, como Hidrogea apunta, es la de tolerar. Para que el edificio pueda tolerar la inundación limitando las pérdidas y facilitando la vuelta a la normalidad sería necesario aplicar las siguientes medidas: elevar todo el sistema eléctrico que se encuentre por debajo de la cota de inundación. Redistribución y elevación del material sensible y almacenamiento sobre cota de inundación. Establecer planes de emergencia de autoprotección. Verificar el correcto funcionamiento de las bombas de achique que se encuentran en el acceso al foso. Establecer un nuevo sistema de bombeo en los fosos del campo.

La gran inundación llegó en octubre del año 2000

Hay que recordar que en 23 octubre 2000. La cota de agua llegó al techo de la planta sótano del estadio (3,10 m), El agua llegó al techo de los vestuarios y se produjo el desbordamiento de la rambla de Benipila. Las intensas y cuantiosas precipitaciones provocaron la crecida de numerosos cauces entre los que destaca la rambla de Benipila, que se desbordó a su paso por Cartagena, hecho que propició la inundación de un área muy extensa de la ciudad, la correspondiente a la zona adyacente al estadio de fútbol Cartagonova, con cuantiosas pérdidas económicas. Además, esta misma avenida ocasionó la muerte de una persona que fue arrastrada por la rambla junto con su vehículo.

En diciembre de 2016 el estadio Cartagonova se vio rodeado de agua por todas partes. Destaca la tremenda bajada de agua por la rambla de Benipila, a su paso por Cartagena, con el estadio Cartagonova justo al lado.

En la noche del 19 de abril del 2019, según la Agencia Española de Meteorología (AEMET), cayeron 90 litros, y especialmente durante la madrugada del día 20, en el municipio Cartagena, provocando numerosos cortes de carreteras e inundaciones de bajos. En concreto se registró la inundación de los sótanos del Estadio Cartagonova, donde se encuentra su sala de prensa. 

Durante septiembre de 2019 se produjeron fuertes lluvias torrenciales, como consecuencia de unas precipitaciones acumuladas superiores a 150 mm, según zonas, en el Municipio de Cartagena. El aparcamiento de la zona del Estadio municipal de Cartagena era un lodazal, en el que era imposible caminar. Para limpiarlo los operarios utilizaron agua a presión y barredoras, concentrando el lodo en un lateral, en varios motones, para su secado y posterior retirada, ya que era imposible trasladarlo mojado. El agua alcanzó niveles preocupantes, de más de un metro de altura, y cubrió todas las dependencias: la sala de calderas, la lavandería, los almacenes, la zona mixta, el túnel y los vestuarios.

El balance de daños tras el evento se estimó en al menos 100.000 euros. En el gimnasio quedaron inservibles la elíptica, la máquina de correr y la de step (9.000 euros). A su vez, quedaron destrozados por el agua cinco frigoríficos, dos congeladores, una lavadora y una secadora. Las 33 taquillas estrenadas el año anterior quedaron inservibles y se calculó que cambiarlas supondría un coste de 15.000 euros. Sólo en pintura, la factura se estimaba en 10.000 euros. La sala de telecomunicaciones también se vio muy afectada por la entrada de agua y se calcularon unos 5.000 euros para su reparación. Se perdió también mucho material de fisioterapia y medicinas (3.000 euros) y algo de ropa. Por último, la caldera general del estadio tuvo que ser desmontada y retirada. El coste de llenar el circuito y montar una nueva se estimó en 9.000 euros. 

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