Llega septiembre y con él, el temido “síndrome post vacacional”. Esa mezcla de nervios por lo que viene, sueño eterno y nostalgia de chiringuito que muchos conocemos bien. Pero, ¿y si lo vemos de otra manera?
Más que un mal inevitable, puede ser una pista de que algo falla en nuestra rutina. Si sólo logramos sentirnos plenos durante las vacaciones, quizá la pregunta incómoda sea: ¿qué tan habitable es nuestro día a día?
La clave no está en alargar las vacaciones (aunque tentador suene), sino en hacer que nuestra vida cotidiana sea más equilibrada. Incorporar pequeños espacios de disfrute, descanso y calma en medio de la agenda laboral cambia mucho más de lo que pensamos.
Cuando conseguimos que nuestro día a día sea más equilibrado, los beneficios se notan"
La buena noticia: cuando conseguimos que nuestro día a día sea más equilibrado, los beneficios se notan en todos los ámbitos. Nuestro cerebro funciona mejor, tomamos decisiones con más claridad, escuchamos con más paciencia, gestionamos el estrés con más calma y, paradójicamente, somos más productivos en el trabajo.
Una rutina sostenible no solo mejora la vida personal sino que impacta directamente en la calidad del trabajo. Trabajar menos saturados significa trabajar más enfocados, con más creatividad y con menos errores.
La conciliación deja de ser un ideal y empieza a sentirse posible y el estrés, aunque no desaparezca, se vuelve manejable entrenando la mente para soltar lo que no controlamos y focalizar en lo que realmente suma.
En otras palabras: no se trata de sobrevivir de lunes a viernes para “vivir” los fines de semana o en vacaciones. Se trata de que nuestra vida laboral y personal no sean compartimentos estancos, sino partes de un mismo todo.
El momento es ahora. Comparto esto contigo que para que aproveches este “nuevo curso” y que el “síndrome post vacacional “más que un fastidio, te sirva de recordatorio; vivir bien no debería ser estacional.
Esther Aguirre Zamora
Consejera de Zamora Company y presidenta del Órgano de Familia de la cía
Cátedra de la Mujer Empresaria y Directiva