Me quedo para esta ocasión con la frase que el portavoz del PSOE de Cartagena, Manuel Torres, leyó en el sobre de azúcar del café mientras aguardaba la segunda parte del acalorado Pleno municipal en Cartagena. "El problema de nuestra época consiste en que los hombres no quieren ser útiles sino importantes" (Winston Churchill). Hay momentos en que la defensa de los ideales políticos de unos o de otros, de sus posturas, a veces exasperantemente inamovibles, y del ego del que algunos presumen sin rubor, hace que lo útil se evapore y quede solo el poso de lo irrelevante en forma de un titular chisposo o una frase ingeniosa sin más.

El pleno debate, resuelve, discute y acuerda para hacerle la vida más fácil a los cartageneros, pero hay momentos en los que todo se queda en una inquietante nebulosa y se asemeja más a la mítica escena de la película del Camarote de los Hermanos Marx. "¿Cómo desea las uñas, cortas o largas?”. A lo que responde Groucho Marx: "Cortas, cada vez queda menos sitio por aquí".

La sesión se convirtió en un espacio angustioso, con mociones a las que se le unían adicciones y a estas se le sumaban aclaraciones y más discusión, encontronazos con concejales tan irascibles en el debate, que la mala educación y faltas de respeto devaluaron algunos de los temas, relevantes o no, porque se enzarzaron en polémicas y reproches inútiles.

Sin pretender echar por tierra el trabajo que los concejales y sus correspondientes equipos llevan para trabajar sus mociones y responder a las mismas, todos saben que hay temas estrella que sirven para el lucimiento y que ensombrecen el resto de propuestas. Así que el manido tema del Parque de Tentegorra o las manifestaciones en la Asamblea de un diputado de Podemos y su ‘tiro al fachón’ en alusión a los políticos de Vox acapararon la atención de todos los concejales.

Más dudas que certezas

En ambos todos los grupos querían poner su párrafo y, créanme, aquello se enredaba más con cada propuesta que hacían unos u otros. En esta segunda a la que me refería, fue a tanto el asunto que la Alcaldesa suspendió la sesión después de que MC diese a entender en sus redes sociales una situación que la Secretaria del Pleno decía que no se había producido ni aprobado. “Es peligroso insinuar algo que no hemos aprobado”, decía un concejal. El debate y la moción quedó, por tanto, con más dudas que certezas.

Algo parecido sucedió con la propuesta de una moción en la que se hablo sobre el futuro del Parque de los Canales. En ella, se defiendía que el parque continúe en manos de la Mancomunidad de los Canales del Taibilla, como ha sido durante los últimos 70 años, y que permanezca abierto al público, con el objetivo de que pueda estar operativo este mismo.

En caso de que esto no sea posible y la única alternativa fuera el abandono o la demolición del parque, la declaración plantea que se procede a su cesión, segregando las parcelas donde se encuentran las instalaciones lúdicas y deportivas. Además, se exige que cualquier actuación se realice sin coste para el Ayuntamiento y garantizando la máxima legalidad y el mantenimiento de su uso público.

Para llegar hasta aquí, los concejales sudaron tinta aunque pregúntense algo ¿qué ciudadano no va a querer que el parque de los Canales se mantenga abierto, al igual que sus piscinas?, parece que los políticos les gusta subir la cuesta cuando en realidad hay que bajarla .

Traición, deserción y expulsión

Pero es que todo empezó ya torcido. El Pleno llevaba como primer punto del orden del día la toma de conocimiento de la condición de Concejal No Adscrito de María Dolores Ruiz Álvarez y en el salón del Palacio Consistorial se escenificó la última escena de este culebrón en el que se exigía estar a la altura de las circunstancias por parte de uno y otro lado, pero, mejor que juzguen ustedes que pueden leer sus palabras para valorarlo.

El secretario general de MC, Jesús Giménez Gallo, explicó que la decisión de Ruiz llega fruto una “ambición personal” tras calificarla de tránsfuga que aúna “traición y deserción”. Ruiz respondía que lo suyo ha sido “una expulsión encubierta”.

Para empezar, el secretario general de MC Cartagena, Jesús Giménez Gallo, recordaba que el de este jueves era el primer caso de “transfuguismo” de la Corporación Cartagenera 2023-2027 y el primero en la historia de MC Cartagena. “Nos fundamos en 2002 y hasta ahora todos los concejales, con su crítica, con sus opiniones, con su saber estar o no, han mantenido su adscripción al grupo municipal hasta que hoy tenemos nuestra primera tránsfuga”. Añadía que el transfugismo es una práctica “antidemocrática y una forma de corrupción política. No es que tenga poca ética, es que no tiene ninguna”.

A la vez que recordaba que el Pacto Antitransfugismo, que está suscrito por todos los partidos, dice que a los efectos del presente acuerdo se entiende por tránsfugas a los y las representantes locales que traicionando al sujeto político, en este caso el partido político que los y las presentó a las correspondientes elecciones, hayan abandonado el mismo, hayan sido expulsados o se aparten del criterio fijado por sus órganos competentes. Hay tres tipos de tránsfugas.  Los que se apartan del criterio de su partido, los que se van y a los que se echan. Los que se echan, “pues parece lógico que puedan atrincherarse en alguna cuestión”. “Quienes defienden la democracia, y yo estoy en esa situación, que creemos incluso en la reinserción, creemos que cuando uno abandona voluntariamente su grupo municipal, lo que debe hacer es devolver el acta”.

Recordada la situación, empezó su ataque a Ruiz: “Aquí tenemos una tránsfuga que se va y que aúna traición y deserción. No se le echa, lo dejo muy claro” indicaba Galló, quien indicó que Ruiz “mucho ha tardado en dar el paso de irse, si es que era el viaje. Primero apartándose del criterio de su grupo en asuntos como avalar que haya un CATE en Cartagena o no querer fiscalizar el contrato millonario de la electricidad municipal que está preparando el Gobierno. Después votando al dictado de la alcaldesa en la mitad de la votación de las Juntas Vecinales que se están creando o no. Queremos crear unas pero otras no. Y desde junio de 2023 afectando al trabajo de este grupo, filtrando informaciones y trabajando de espaldas a sus compañeros”.

Añadía que “tenemos una concejal que se sienta de prestado en el pleno, a la que algunos harán palmas y jalearán. Sabemos quiénes serán”, que “no defiende ningún proyecto político sino únicamente una ambición personal”.

Considera lo sucedido “un ataque personal, que lo único que busca es, no sé, perjudicar a un proyecto atacándome a mí. Por mi parte, la perdono absolutamente. Mis adversarios son los que hacen el daño a Cartagena. No tiene nada que ver esta cuestión conmigo ni es una cuestión personal. Pero sí, insisto, se apropia de un acta que no es suya. Así que en lo sucesivo, nuestro grupo, como ya hizo en el anterior mandato, se abstendrá y no debatirá las mociones planteadas por la tránsfuga".

Ruiz empezó por el final y utilizó el sarcasmo para explicarse. Agradecía al portavoz del Grupo Municipal de Movimiento Ciudadano, “su magnánimo perdón, porque yo lo necesitaba para poder conciliar el sueño, yo sin ese perdón no hubiera podido asistir a las sesiones plenarias”. Tras defenderse de la calificación de tránsfuga, la concejala no adscrita subrayó que lo que se ha tratado, en su caso, ha sido claramente de “una expulsión encubierta”. “Durante tres años me suspendía, con lo cual yo me quedaba sin poder hablar, pero pagando la cuota del partido, con lo cual yo desgraciadamente tonta no soy, no tengo un proyecto personal, yo mi proyecto es el patrimonio de Cartagena y así lo llevo defendiendo desde el año 2011”.

Decía alegrarse de que los concejales del Grupo Municipal de Movimiento Ciudadanos se nieguen a debatir con ella las mociones, “porque evidentemente su capacidad en el área en la que yo llevo trabajando tantísimos años es bastante limitada”. A su vez, defendió su trabajo pues dijo que ha procurado mantenerse siempre en su línea, “que es la defensa en exclusiva del cartagenerismo, de la identidad, de la cultura y de la historia de este municipio y de la defensa del patrimonio. Si a ellos les molesta, pues es su problema. Nos vamos a pasar una legislatura en la que el Grupo Municipal del Movimiento Ciudadanos puede debatir, pero no tiene, evidentemente, ningún peso en la aprobación o no de las iniciativas que lleve yo al Pleno, porque depende de la mayoría absoluta del Gobierno”.

Acabó diciendo que lamenta que se haya terminado así, pero se marcha de un grupo en el cual se ha dicho que “a mí no se me va a dar ni agua en el desierto, en el cual a mí jamás se me ha puesto ningún medio a mi favor. No he contado con asesores del Grupo Municipal. Me voy tal y como vine, con mi mochila y voy a terminar la legislatura hasta 2027, porque creo que he trabajado desde 2011 bien y Cartagena no merece perder un concejal que sí que trabaja por el patrimonio de Cartagena y no por un proyecto personal”.

Anotación final

No podemos olvidar que MC y Vox, al menos algunos de sus concejales, estuvieron negociando una posible ruptura con el PP para promover una moción de censura con la que eliminar a Arroyo de la Alcaldía. Eso mismo fue lo que el portavoz de Vox, Gonzalo López, recriminó a Gallo: “es deleznable o puede ser muy reprochable el hecho de utilizar los votos de una lista de personas que te han votado por unos ideales, utilizarlos en un interés personal, es igual de reprochable cuando el interés personal es suyo -en referencia a Gallo-y se va a beneficiar. Lo digo para que recomponga un poco los conceptos y, bueno, si esta experiencia de su grupo le ha servido para ver que las otras cosas anteriores también estaban mal, pues bienvenido sea".

Más allá de las disputas políticas y los reproches cruzados, lo cierto es que el pleno dejó una sensación de agotamiento más que de avance. Se debatieron y aprobaron temas de política últil, pero quedaron sepultados bajo la retórica del enfrentamiento y la necesidad de marcar posiciones.

"Vengo a barrer el camarote", dice una empleada del barco. "Deberá empezar por el techo, que es lo único que no está ocupado todavía", le responden (Una noche en la ópera).