MURCIA (F. V. / AGENCIAS). Tranquilo, confiado y dispuesto a no eludir ninguna pregunta ante la jueza. Así llegaba, puntual y a su hora, Ramón Luis Valcárcel a su cita de este viernes en la Ciudad de la Justicia para declarar como investigado en la trama de corrupción del caso Desaladora de Escombreras. El expresidente de la Comunidad, que entró a las 9.30 horas y salió antes de las 13.30 horas, compareció durante más de tres horas ante la magistrada. La Fiscalía aprecia en Valcárcel delitos de prevaricación continuada, malversación de caudales públicos, fraude y fraude de subvenciones. La acusación popular, que ejerce el abogado murciano Diego de Ramón, no se dio por satisfecha y pedirá el próximo lunes la prisión incondicional y sin fianza para el político imputado.
Acompañado por su abogado, Fernando Adame, el que fue presidente del Gobierno regional durante dos décadas aseguraba ante los periodistas que estaba "deseando declarar para demostrar" su inocencia, convencido de que su testimonio le "permitirá probar" que no cometió "ningún delito" en la gestión de la desaladora. Tan "tranquila tiene la conciencia" -como así expresó- que asevera que volvería a emprender "todas las actuaciones que fueran necesarias si con las mismas se trataba de conseguir agua para Murcia", en palabras recogidas por la agencia Efe.
El político defiende que no autorizó la tramitación de la planta: "Yo simplemente dije: hágase una desaladora; y no yo, el Gobierno", manifestó Valcárcel ante la prensa. "Es un proyecto del Gobierno porque era necesario hacerlo", indicó mientras añadía que la infraestructura rinde actualmente "al 100% de su capacidad". Para el exeurodiputado, la tramitación es una cosa "distinta" con la que él, mantiene, "no tiene nada que ver". "Yo no soy experto en derecho mercantil, no soy economista ni ingeniero, por lo que no puedo estar en esas cosas", cita Europa Press.