Foto: TANI EISENSTEINMURCIA. Hoy desde hace dos años celebro el primer Consejo de Administración de una entidad en la que llegamos a ser 13 personas en un mismo espacio, incluso de distintos puntos de España, tanto es así que nos da la sensación de que la sala es pequeña; y es que volver a la vida real, real de derechos reales es volver a una Real Vida, de reyes, o lo que no nos acordábamos nos encantaba.
"qué importancia tiene la presencialidad: los gestos, los pequeños detalles"
Hoy vengo a hablar de dos o tres ideas, poco más, de cómo quiero a mi gente, de cómo todos queremos a nuestra gente, y de por qué necesitamos volver a ser los Reyes de nuestra vida, de una vida real, de verdad, sin zoom, sin tele-todo, sin pc ni cámaras de por medio, ni reuniones por teléfono. ¡Que está fenomenal! (Que en cierta medida me han facilitado desde que soy madre, por primera vez, conciliar)
Pero qué importancia tiene la presencialidad, los gestos, los pequeños detalles, incluso, ahora que llevo un lío con las gafas de cerca y de lejos, ser capaz de pillar el guiño de tal persona por si no le parece bien lo que dice otro, y ese largo etcétera del lenguaje no verbal, que tanto me gusta.
Estos días he leído la obra del doctor MAP. Explica la evolución del pensamiento psiquiátrico con los avances neurológicos de la ciencia sobre el cerebro, y cómo hemisferio izquierdo y derecho deben integrarse para dejar fluir al ser humano. Que unido a varios blogs de los gurús que suelo leer, por ejemplo JCC., o APR., debo reflexionar hoy sobre, la sensación del presencial, de qué significan los abrazos, las miradas, el volver a vernos, el realizar un evento para 100 personas y que se quede corto. Esta semana empiezan en la Región de Murcia los encuentros empresariales en vivo, y estamos todos como locos adquiriendo entradas, y digo, como dice el maestro: ¿Por qué necesitamos recordar? ¿Por qué necesitamos revivir el real?
Para mí es obvio. La piel se eriza sólo y solo si, nos estremecemos, y necesitamos del contacto en vivo para hacerlo, del olor del azahar que mi Murcia me recuerda a mi etapa universitaria de cañas por las tardes, del abrazo de una amiga en un momento de pérdida, de reírte a carcajadas por chistes malos en cenas con matrimonios, de toma de decisiones en empresas en vivo cuando en un Consejo todo estamos presentes en cuerpo y alma, presentes y ahora más que nunca viviendo el presente, nuestro regalo continuo.
"La vida se trata de recordar los momentos que nos hacen darnos"
Considero que siempre queremos lo que no tenemos, por ejemplo, y permitidme la comparación, que si tengo el pelo corto, y ahora lo quiero largo, que si quiero ser rubia o ahora morena, y ese largo etcétera que podemos pensar, y que, cómo no, cuando no tele-trabajábamos, queríamos conciliar y ahora queremos volver a la vida presencial, porque estamos hastiados de las pantallas globales; pero recuerdo cuando en la ciudad de Murcia había 3 y 4 eventos en un mismo día, y casi tenías que llamar a la competencia para ponerte de acuerdo y no solaparte en fechas, es decir, una especie de bandera blanca para sacar rédito entre todos.
Con ello vengo a decir que volvemos al mundo real, y nos cansaremos, pero ¿no sería mejor ser flexibles? Esto es, usar la templanza para variar, y tomar decisiones no con tibieza sino con prudencia, para generar aquellos recuerdos que no se borran, porque están en un contexto extraordinario. La vida se trata de recordar los momentos que nos hacen darnos; dejemos de inventarnos excusas para todo, y montemos shows a lo grande, y si no, pongámonos a trabajar.
Cierro con un: ¿No me estaré haciendo mayor…? ¿Y soy más prudente que antes? ¡Oh!, qué sensación nueva, como para recordar. Entro en la crisis de los 40 y eso que no los tengo.
No olvidemos lo que nos ha costado llegar aquí, pero no nos quedemos atados a esos pasos, ni soñando por un mejor día que sea el de mañana, si no vivíamos apasionadamente el ahora y jamás nos equivocaremos de decisión.
Macarena Perona
Abogada
