MURCIA. Otro municipio de la Región de Murcia se pone en alerta máxima. Molina de Segura afronta una semana crítica y decisiva: si los contagios no aminoran, la localidad, la cuarta más poblada de la Comunidad (71.000 habitantes), podría volver al confinamiento. Así lo advirtió la alcaldesa molinense, Esther Clavero: "Sin ser alarmistas, pero sí realistas", recalcó, "lo que ocurra estos días va a determinar si se retrocede a la fase 1 de la desescalada, con las consecuencias nefastas que ello conlleva".
Molina de Segura cuenta con 34 vecinos infectados por coronavirus. Dos de ellos se encuentran en estado crítico por su edad: uno de ellos, de hecho, permanece ingresado en la UCI, y el otro está hospitalizado en planta. El ritmo de contagios ha registrado, en palabras de la regidora, un crecimiento exponencial en los últimos días.
Hasta la fecha, solamente un municipio de la Región ha sido confinado desde que se instauró la 'nueva normalidad': fue Totana, cuyos accesos se cerraron el pasado 23 de julio, y que hasta, al menos, el próximo jueves, permanecerá en fase 1. Otras localidades, como Mazarrón y Lorca, están en el punto de vista del Gobierno regional, que advirtió de que podría tomar restricciones similares a las adoptadas con Totana.
Molina no estaba entre las poblaciones señaladas por la Comunidad. No obstante, hace una semana, la alcaldesa socialista había hecho un llamamiento a la responsabilidad de los vecinos ante la propagación del virus. Sin embargo, "los malos pronósticos se han cumplido días después y los positivos aumentan", admite la regidora.
El incremento de los casos se debe a que hay vecinos que se están saltando la cuarentena "de forma totalmente irresponsable e insolidaria", reprendió Clavero. El Ayuntamiento ha detectado incumplimientos en reuniones familiares "en las que no se toman ningún tipo de medidas". También preocupa el ocio nocturno, donde, dijo la alcaldesa, "la responsabilidad recae en usuarios y hosteleros". Un restaurante, de hecho, tuvo que ser cerrado como consecuencia de una persona que se saltó el aislamiento.
"No dudaremos en comunicar a la Policía Local los casos de incumplimiento de cuarentena. Las actuaciones incívicas de los positivos serán sancionadas, incluso con ingreso hospitalario", avisó. Molina, apostilló, no solamente se juega la salud de sus vecinos sino también la subsistencia económica del municipio. "No podemos tirarlo todo por la borda. La repercusión económica, si se diera un paso atrás, sería muy alta", adujo.
Hasta la fecha, la Policía Local ha puesto más de un centenar de sanciones por no llevar colocada -o por llevar de manera incorrecta- la mascarilla, así por no respetar la distancia de seguridad y saltarse la cuarentena. Además del caso que derivó en el cierre de un restaurante, la Policía también tuvo constancia de otro vecino que infringió el deber de permanecer aislado.
Clavero, por último, volvió a insistir en la colaboración ciudadana. "Si se detecta el incumplimiento de las normas, hay que denunciar o llamar a la Policía". La regidora también pidió que durante estos días sólo se lleven a cabo actividades esenciales, así como se adopten las precauciones (uso de mascarilla, distancia social e higiene constante).