presenta la obra este viernes en el campus de la merced

Miguel Sánchez viaja a Rusia con la División Azul en 'El último voluntario', su segunda novela

26/09/2024 - 

MURCIA. Hace más de un año que Miguel Sánchez se despidió de la política y comenzó una nueva etapa. En realidad, regresó sería un verbo más preciso que comenzó. Porque el otrora portavoz parlamentario de Ciudadanos en la Región de Murcia y exsenador ha vuelto a su profesión de abogado, la que desempeñaba hasta que en 2015 se involucró en la odisea política, que le llevó a ser uno de los políticos más relevantes de la actualidad regional y le deparó, como colofón, el privilegio de intervenir en la tribuna de oradores del Senado, interpelando incluso al presidente del Gobierno de España. La vida, no obstante, le concedía otra faceta que no se imaginaba, porque una vocación tardía se abría paso en los meses más duros de la pandemia: la escritura. Se lanzó en 2021 con su primera novela, Charnego (La Fea Burguesía), que relata las andanzas de Ginés, un joven del Valle de Ricote que emigró a Barcelona en los años veinte; y ahora se aventura con su segunda obra, El último voluntario, editada por Diego Marín y basada en los más de 40.000 españoles que se enrolaron en la División Azul y acabaron derramando su sangre en el gélido invierno ruso, como así explica el propio autor a Murcia Plaza.

Miguel Sánchez López (Caravaca de la Cruz, 1972) confiesa que ha disfrutado mucho escribiendo este pasaje de la historia de España tras toda una vida escuchando los testimonios de la división de infantería que Franco envió a Rusia en los años cuarenta del siglo XX para combatir a las órdenes de Hitler contra la Unión Soviética. "He leído de todo sobre la División Azul, pero quería saber y comprender los motivos por los que tantos jóvenes se apuntaron voluntarios para luchar en una tierra tan inhóspita y en una guerra que no era la suya", detalla Sánchez sobre unos españoles que se batieron -y en muchos casos perecieron- en el invierno más crudo del siglo pasado, con temperaturas de hasta 50 grados bajo cero.

Aquellos soldados, puntualiza el autor, formaban ante todo un grupo muy heterogéneo, con situaciones personales que trascendían las ideologías y las causas políticas. "Había falangistas convencidos que querían luchar contra el comunismo, sí; pero también había personas como el cineasta Luis García Berlanga, mi director fetiche, que había peleado en la Guerra Civil como republicano pero acudió voluntario a la División Azul para conmutar la pena de muerte de su padre". Es decir, "muchos sólo querían ser 'perdonados' por la dictadura franquista tras combatir en el bando perdedor de la guerra". Por eso el caravaqueño hace hincapié en que uno de los motores que le empujó a escribir sobre estos soldados fueron sus razones para alistarse "voluntarios".

El libro transporta al lector al Madrid de aquellos autárquicos años, en los inicios del régimen de Franco, y se adentra en las peripecias de la División Azul y su campaña bélica en Rusia. El autor narra episodios históricos como la 'olvidada' y trágica batalla de Krasny Bor, en la que 4.500 soldados españoles se enfrentaron a 45.000 soviéticos apoyados con la artillería mejor equipada del momento y los carros de combate más modernos. No obstante, Sánchez, al igual que en Charnego, pone el foco de la intrahistoria en la Región de Murcia, con personajes de Bullas, Calasparra, Moratalla y Caravaca de la Cruza. "Me he documentado sobre los murcianos de aquella época para averiguar cómo vivían, su contexto y sus circunstancias". Y también ha indagado en el infravalorado papel de las mujeres: "Muchos desconocen que hubo voluntarias en la División Azul".

Jerónimo Tristante presenta el libro

El Salón de Grados de la Facultad de Derecho de la Universidad de Murcia acoge en la tarde de este viernes (18 horas) la presentación de El último voluntario, en un acto enmarcado en 'Exlibris', la VII Semana Internacional de las Letras Murcianas. El maestro de ceremonias será el conocido escritor murciano Jerónimo Tristante, quien precisamente ya participó en la puesta de largo de Charnego. "Es un honor que sea él quien presente mi segunda novela", comenta, agradecido también con Victorio Melgarejo, el organizador de la cita. Sánchez, que asevera que hoy está "totalmente apartado" de la política, a la que mira de reojo y ya desde la distancia, se define como "un gran lector" que un día encerrado por el confinamiento se atrevió a escribir y descubrió que también le gusta, y mucho. "Escribir es muy gratificante. Charnego tuvo buena aceptación y ahora me pruebo con la segunda, que ya está recién salida del horno". Pero esta vez se publica con una sutil diferencia: no la firma con su nombre, sino con el pseudónimo Miguel de Capel, el apodo de su abuelo.

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