Pedro García Rex, María José Ros y Tomás Fernández, el 28M. Foto: CSMURCIA. Esta es la historia de un ascenso a los cielos y una caída al infierno en apenas cuatro vertiginosos años. Ciudadanos ha pasado de ser el protagonista absoluto de la gobernabilidad de la Comunidad y sus principales ayuntamientos a quedarse con un único cargo electo en toda la Región de Murcia.
En 2019, el partido naranja era la tercera fuerza más votada y poseía las llaves del Gobierno regional. Con seis escaños, populares y socialistas se daban tortas por conseguir su apoyo. No en vano, Ciudadanos podía elegir entre una mayoría absoluta con el PSOE de Diego Conesa o una coalición con el PP de López Miras secundada en el Parlamento por Vox. Eligió lo segundo. En clave municipal, la formación fue decisiva en los consistorios más relevantes: formó Gobierno en Murcia (con el PP), Cartagena (PP y PSOE) y Lorca (PSOE). En total, selló diez acuerdos municipales, con seis alianzas con populares y otras tres con socialistas, más el especial caso de Cartagena (pactó con los dos). Y llegó a contar con cuatro alcaldes: José Luis Casales en Albudeite, Javier Andreo en Aledo, Finabel Martínez en Fortuna y Jerónimo Moya en Cehegín.
Ciudadanos se encontraba en la cima, en la cresta de la ola. Era la legislatura naranja, la gran oportunidad; el momento para hacerse mayor y demostrar madurez política.
Ya saben lo que sucedió después.
El pinchazo no ha podido ser más sonoro cuatro años después. El 28M borró a Ciudadanos del mapa autonómico. No habrá ningún representante naranja en la Asamblea Regional. También desaparece de Murcia, Cartagena y Lorca. Los 56 concejales se extinguen y solamente tomará posesión una edil, María Ángeles Martí Bravo en Ceutí. Y ninguno de sus cuatro alcaldes continúa en Ciudadanos (tres de ellos crearon candidaturas locales mientras que Finabel se enroló en Vox). Además, el senador caravaqueño y portavoz parlamentario de Cs, Miguel Sánchez, dejará la Cámara Alta tras las próximas elecciones generales. El descalabro ha sido absoluto: pasa de recibir 78.000 votos regionales (el 12%) en 2019 a obtener 10.234 (1,52%); retrocede de los 63.934 apoyos municipales (9,7%) a tan sólo 7.794 (1,13%).
Todo ha ido de mal en peor. La historia de lo que acaeció entre 2019 y 2023 es conocida: la caída de Albert Rivera; la doble moción de censura contra el PP en la Comunidad y Murcia; el fracaso de la moción, el transfuguismo y la pérdida del grupo parlamentario; la dimisión de la anterior líder regional, Ana Martínez Vidal; los conflictos en coaliciones municipales (como Ceutí, donde finalmente no hubo relevo entre PP y Cs, tal y como estaba pactado); las deserciones de sus alcaldes; la huida de muchos cargos al PP y la desaparición de agrupaciones como Alcantarilla... A ello se unió también la espiral de derrotas electorales en otras comunidades autonómicas (Cataluña, Madrid, Andalucía...). La bola engordaba cada vez más hasta acabar con el golpe final del 28M. Pero aún faltaba el remate definitivo: el partido no concurrirá en las elecciones del próximo 23 de julio. No habrá papeleta naranja.
¿Qué ocurrirá a partir de ahora en Centrofama? Su líder regional se niega a arrojar la toalla. Ni quiere abandonar el barco. "Tenemos que rearmarnos", sostiene María José Ros a Murcia Plaza. Pero niega que vaya a desaparecer. "De momento, Ciudadanos sigue existiendo". Los siguientes pasos serán cruciales. "Vamos a ver cómo se reestructura el partido", apunta la coordinadora, que aboga por un rearme con tres puntos de vista: "Intelectual, orgánico e ideológico". En el horizonte otea el encuentro nacional que el partido celebrará en julio, una vez transcurridos los comicios nacionales. Y recuerda que aunque se queden con una sola concejala en la Región, Ciudadanos sigue vivo con cinco europarlamentarios, seis diputados en Cataluña y el procurador Francisco Igea en Castilla y León, junto con 392 ediles en toda España.
No todos en el seno de Ciudadanos comparten la decisión del Comité Nacional. Voces pertinentes como Edmundo Bal y Francisco Igea han mostrado su desacuerdo. El senador Miguel Sánchez es otros de ellos. Aduce que los partidos son el instrumento de la participación política, cuya máxima expresión es una convocatoria electoral. "Si un partido decide no presentarse porque piensa que le va a ir mal, lo mejor es que cierre la persiana o se convierta en una asociación de vecinos. No tiene ningún sentido", opina a preguntas de Murcia Plaza. "Hemos tenido 300.000 votantes en toda España. Y ese espacio lo tienes que defender. No se puede hurtar a ningún ciudadano su derecho a votar ese espacio". Esgrime que "igual en vez de no presentarse, lo que toca es asumir responsabilidades". Y concluye: "No puedes permitir ni sugerir que ese votante tuyo se aglutine en otra opción política. Eso es faltar al respeto al votante que te acaba de votar. Si crees que es más plausible votar a otra opción, estás tardando en irte".
Sin embargo, la coordinadora autonómica, que estuvo presente en Madrid, piensa que la renuncia a las elecciones generales "es responsable y estratégica": "Nos da un poquito de tiempo para rearmarnos y coger fuerzas". Ros Olivo votará en blanco el próximo 23J. "Estamos en una época de bloques, con Gobiernos muy polarizados. Pero pronto llegará un nuevo ciclo electoral y se demostrará que es necesario un espacio de centro". Cuesta creerlo hoy, a la vista del resultado electoral. "No estamos contentos con el 28M", añade Ros, quien, no obstante, se muestra "satisfecha" porque han hecho "una buena campaña" y entiende que tienen "los mejores candidatos y el mejor proyecto". Pero el pueblo no le ha votado. "No nos lo merecemos, pero aceptamos lo que ha votado la ciudadanía", comenta sin ocultar su tristeza.
El Comité Ejecutivo regional (formado por 11 miembros) se reunirá el próximo viernes. Ese mismo día Ros también mantendrá encuentros con afiliados para que "den su opinión" y haya "un debate sano y constructivo". Son las personas más sagradas, porque quienes se implicaron en la campaña y "se partieron la cara" son los que de verdad creen en el proyecto. "Hay mucha gente detrás de nosotros. Valoro mucho a las personas que nos apoyaron: son 11.000 votos de calidad, nos votaron en conciencia. Por eso tenemos que proteger el espacio y relanzarlo". El estado vital de Ciudadanos es crítico, en parada en la UCI, pero sus fieles se niegan a darlo por muerto.
