tiempos para la reflexión / OPINIÓN

Los servicios: la gran debilidad de la Región (II)

7/08/2022 - 

MURCIA. El Banco de España, en su análisis sectorial sobre los retos de futuro de la economía española, clasificaba los sectores según su resiliencia frente a las diferentes transformaciones estructurales que han de afrontar las principales economías, como la tecnológica y digital, la transición energética y el envejecimiento poblacional. 

Los servicios mejor posicionados son los de actividades profesionales, científicas y técnicas, información y comunicaciones y actividades financieras y de seguros, así como la fabricación de maquinaria, productos informáticos, electrónicos y ópticos y los productos farmacéuticos.

Los denominados servicios avanzados -Información y Comunicaciones, Actividades Financieras y de Seguros y las Actividades Profesionales, Científicas y Técnicas en las que se incluyen las administrativas y los servicios auxiliares-  aportaban en el año 2018, según los datos del Banco de España, 2,5 puntos menos al Valor Agregado Bruto (VAB) que estos mismos sectores aportaban en Francia y 4,8 puntos menos que lo que aportaban en Alemania, evidenciando la necesidad de un mayor impulso a la implantación y el desarrollo de estas actividades.

El cuadro 1 muestra la evolución a nivel nacional y regional de estos sectores entre los años 2000 y 2020 y la creciente debilidad de los servicios en la estructura productiva regional. Al comparar su aportación al total del VAB regional constatamos que en el año 2000 estos tres sectores aportaban el 12,90% al total del VAB regional, siendo la media nacional del 15,10%, lo que suponía un diferencial negativo de 2,2 puntos. Esta diferencia se ha ido agrandando y en 2019 se sitúa en 5,7 puntos por debajo de la media nacional.

Evidenciando, como se recoge en el libro La Región de Murcia y su peso en el total nacionallos ingresos por su venta están destinados a Jesús Abandonado, la necesidad y la urgencia de acordar un Plan que conlleve la atracción de talento e inversiones para sacar a la Región de la situación en que se encuentra.  

En el año 2007 la aportación al VAB regional era del 12% y la media nacional del 16,50%. En el año 2012 la aportación al total del VAB regional era del 10,50%, mientras que la media nacional era del 15,80%. En el año 2019 la aportación al VAB regional era del 11,00%, lo que supone que el diferencial negativo con la media nacional se ha incrementado y se sitúa en 5,7 puntos por debajo de la media nacional del 16,70%.

En el 2020, año que comenzara la pandemia del coronavirus, la aportación al total del VAB regional era del 10,30%, en este año el diferencial se ha reducido y se sitúa en 4,7 puntos por debajo de la media nacional del 17,00%, evidenciando, en cualquier caso, que los servicios no han avanzado en la Región como en la media nacional, sino muy por debajo de esta, lo que supone un muy importante riesgo para la economía regional y singularmente para su futuro.

Las diferencias negativas con la media nacional en Información y Comunicaciones no se han reducido sino que se han ido incrementando, pasando de 0,9 puntos del año 2000 a 2,4 puntos en el año 2020. En las Actividades financieras y de seguros el incremento del diferencial ha sido menor al pasar de 0,7 puntos en el año 2000 a 0,9 puntos en el año 2020. En las Actividades profesionales, científicas y técnicas, que incluye además las actividades administrativas y servicios auxiliares hemos pasado de un diferencial negativo de 0,6 puntos en el año 2000 a un diferencial de 2,7 puntos en el año 2019 y que en el año 2020 se ha reducido hasta 1,6 puntos.

El 9 de junio de 2022 el INE publicaba los datos correspondientes a la cifra de negocios y el personal ocupado por comunidades autónomas en el sector de los servicios correspondiente al año 2020, datos incorporados al cuadro 2, en el que se recoge la evolución del sector por comunidades entre los años 2011 y 2020, tanto en la cifra de negocio y de ocupados como el porcentaje de participación de cada comunidad al total nacional.

Al analizar la cifra de negocios en el sector de los Servicios, constatamos que en el año 2011 la Región aportaba al total nacional 7.073 millones de euros, lo que representaba el 1,80%; en el año 2017 aportaba 7.855 millones de euros, lo que representaba el 1,70%; en 2019 aportaba 9.497 millones lo que representaba el 1,80% del total nacional; y en 2020, año de la crisis sanitaria global, la cifra de negocio bajaba a 8.748 millones de euros, aunque el porcentaje de aportación al total nacional se incrementaba y se situaba en el 2% al ser inferior la caída en la Región que la media nacional.

En cuanto al total de ocupación por Comunidades autónomas y su aportación al total nacional, la Región de Murcia en el año 2011 ocupaba en el sector de los Servicios a 114.223 personas, lo que representaba el 2,2% del total nacional, en 2017 ocupaba 138.712 personas, lo que representaba el 2,5% del total nacional, el mismo porcentaje que se ha mantenido en los años 2019 y 2020.

Datos que evidencian, mas allá de toda duda, la urgencia y la necesidad de pasar de la critica al dialogo y a la negociación, y acordar la puesta en marcha un plan regional negociado con partidos políticos, sindicatos y empresarios, y conseguirlo es una responsabilidad del Gobierno regional. Un plan con compromisos, medios y objetivos es absolutamente necesario para cambiar la tendencia de caída continuada en el sector de los servicios.

Un plan que permita hacer de la Región un referente para las inversiones, con una política consensuada mas allá de una legislatura, que traslade confianza y ventajas claras para la inversión en todos los sectores y singularmente en aquellos en que la Región cuenta con un mayor potencial de desarrollo por las ventajas con que cuenta, además de situación y clima. De lo contrario, seguiremos separándonos cada vez mas de la media nacional con las negativas consecuencias que ello puede conllevar.

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