CARTAGENA. La situación del Mar Menor no solo afecta al estado de la propia laguna, deteriorado desde hace años, sino que amenaza con afectar también a la pesca del Mar Menor y con ella a todo el empleo que genera la pesca en este enclave único. Por el momento, todos los análisis realizados al pescado y marisco capturados no han mostrado ningún riesgo para la salud pero entre los pescadores existe la incertidumbre si a largo plazo el mal estado de la laguna salada afectará a su empleo.
“Ahora mismo estamos funcionando con total normalidad. Pero si nos preocupa que a largo plazo nos pueda afectar. Es cierto que todos los análisis realizados no han dado como resultado ningún tipo de pescado contaminado. Pero sí está afectando a los precios que ahora son más bajos”, señala Carlos Sala, secretario de la Cofradía de pescadores de San Pedro del Pinatar. Según el patrón mayor de la Cofradía, José Blaya, durante los últimos días están saliendo a faenar el total de embarcaciones de la Cofradía, que constituyen unas 65 embarcaciones.
Desde el sector pesquero creen que las exportaciones de pescado del Mar Menor no se van a ver afectadas ya que desde el exterior no se percibe el problema de la laguna tan perjudicial como aquí. Y es en el comercio local donde temen los pescadores que puedan ver mermados sus ingresos. “Ahora en septiembre empieza la captura del langostino y es una pesca que se destina más al comercio local. Casi el 100% te diría que va a parar a la hostelería. Los negocios de la zona si están más al tanto de como se encuentra el Mar Menor y es posible que más de uno se muestre reticente. Es la incertidumbre que tenemos ahora”, afirma Sala. “Muchos han puesto la cruz al pescado del Mar Menor”, añadió Blaya en una entrevista a La7.
Pese a que no se han visto langostinos muertos en el pescado retirado en los últimos días, si existe cierta incertidumbre de si habrá afectado a su pesca. “Esperamos que no porque si hubiera algún problema en este sentido, la Comunidad Autónoma no nos habría dejado salir a pescar. Ellos son los primeros interesados en que no haya problemas de este tipo. Pero si el Mar Menor no empieza a mejorar no sabemos como nos va afectar a la pesca”, añade el secretario de la Cofradía de Pescadores de San Pedro. “Es esencial para el Mar Menor dragar la gola de Marchamalo”, afirmó Blaya en la citada entrevista.
Los próximos meses serán cruciales para el devenir de la laguna salada, maltratada ya desde hace tiempo, y también para las cerca de 180 familias que viven de la pesca en el Mar Menor que en estos momentos, con su entorno de trabajo en una situación de emergencia, ven como el medio de vida que han tenido es una incógnita a largo plazo.