MURCIA. Los oficialistas de Ciudadanos golpean primero, y además con firmeza, en la Región. La primera batalla política de este fin de semana no sólo servía para elegir a los catorce compromisarios que participarán en la asamblea general del 14 y 15 de marzo, sino también para calibrar el pulso del sector crítico en Murcia. El eco de esta tendencia había crecido en los últimos tiempos. Cada vez sonaban con más brío voces naranjas que reclamaban un cambio de rumbo en Ciudadanos. Pero su fuerza es hoy día insuficiente. Ninguno de los principales dirigentes se unió a esta corriente, salvo el senador autonómico Miguel Sánchez. Consejeros del Gobierno, diputados regionales y concejales de las principales ciudades de la Región se posicionaron con Inés Arrimadas, no con Francisco Igea. Y a tenor de los resultados de la votación, los militantes tampoco se subieron al barco de los críticos, ya que la mayoría se decantó por la tesis oficialistas del grupo de Arrimadas.
La votación del pasado fin de semana era la primera prueba de fuego para el sector crítico, que hace dos semanas se dejaba ver en un acto de Francisco Igea en Murcia. Aquel día, cerca de un centenar de afiliados y simpatizantes liberales arroparon al vicepresidente de Castilla y León. Acudieron Miguel Sánchez, así como los exdiputados nacionales Miguel Garaulet y José Luis Martínez, principales rostros de los críticos, que abogan por aplicar los postulados del castellanoleonés: un cambio en la estrategia del partido, un giro en el modelo de organización -quieren una formación descentralizada- y la renovación de los estatutos.
Los críticos llegaban con esperanzas a la votación, que comenzó el sábado. Previamente consiguieron reunir unas 70 firmas de afiliados para que el partido habilitara el voto presencial en la sede ante el temor a un pucherazo como el ocurrido en Castilla y León y, sin ir más lejos, con la mente puesta en las presuntas irregularidades que la Justicia investiga en las primarias de la candidatura autonómica que ganó Isabel Franco. En la noche del domingo, los críticos se acostaron con "el subidón" de saber que eran los más votados en las urnas, como así reconocía el propio Miguel Sánchez: "No hay que lanzar las campanas al vuelo. Pero sin duda los resultados en urna han sido un subidón".
Pero el chasco se produjo a primera hora del lunes, cuando se conocieron los resultados del voto telemático. El sufragio online deparó otra realidad: los 448 afiliados que votaron por Internet respaldaron a los compromisarios oficialistas, dejando en papel mojado las papeletas que depositaron los 75 militantes que acudieron el domingo a Centrofama. Murcia, así, no se mostraba ajena al vendaval de Arrimadas, que barrió por todo el país y estará representada con abrumadora presencia de delegados afines (el 78%) en la asamblea general.
Los oficialistas, que este lunes sacaban pecho de su éxito, encaran con más tranquilidad y con la moral reforzada la próxima cita con las urnas: los militantes eligen este fin de semana al nuevo líder del partido, que sustituirá a Albert Rivera. Arrimadas e Igea, de nuevo enfrentados como principales candidatos -junto con un militante valenciano Ximo Aparici-, medirán sus fuerzas, pero las cartas ya están puestas sobre la mesa: el oficialismo parte con clara ventaja, como así demostró la elección de los compromisarios.