En el mundo empresarial actual, donde todo el mundo habla de innovación, creatividad y la última tendencia en marketing, hay un grupo de profesionales que a menudo se queda en la sombra, en un segundo plano: el equipo del departamento de administración y finanzas. A muchos les puede parecer que son simplemente "los que llevan las cuentas" o "los que llevan los papeles", pero si nos detenemos un momento a pensar, nos damos cuenta de que son el verdadero corazón de cualquier organización, el verdadero motor que mantiene todo funcionando. Así que, en este artículo, quiero hablar sobre por qué este departamento merece más reconocimiento, ponerlos en el lugar que se merecen y cómo su trabajo es fundamental para el éxito de cualquier empresa.
Primero, aclaremos qué hace este departamento. Más allá de ser los "contables" que muchos creen, su trabajo abarca una variedad de tareas clave. Son los responsables de gestionar el dinero de la empresa, lo que incluye hacer presupuestos, llevar la contabilidad, analizar costes, y preparar informes financieros. En resumen, se aseguran de que cada euro que entra y sale esté controlado. Sin ellos, dirigir una empresa sería como navegar en un barco sin capitán: podrías avanzar, pero no tendrías idea de hacía dónde vas.
"Sin ellos, dirigir una empresa sería como navegar en un barco sin capitán"
Pero aquí viene el problema: su trabajo a menudo no es visible. Mientras que el departamento de marketing puede lanzar una campaña que se vuelve viral, o el equipo de ventas puede celebrar un gran contrato o un aumento de las ventas, los logros de administración y finanzas suelen pasar desapercibidos. ¿Cuándo fue la última vez que escuchaste a alguien decir: "¡Qué bien trabaja nuestro equipo de administración!"? Exacto, casi nunca. Y ahí está el error. Esto puede llevar a la percepción de que su labor no es tan importante, cuando en realidad, son ellos quienes mantienen el barco a flote.
Es un hecho que, en muchas empresas, el departamento de administración y finanzas es considerado más como un "mal necesario" que como un aliado estratégico. Esto es un error monumental. La falta de visibilidad de su trabajo puede resultar en que no se les dé el presupuesto adecuado o que no se les escuche en las reuniones importantes. Imagínate estar en un grupo de amigos y que siempre te ignoren; eso es lo que sienten muchas veces estos profesionales.
Además, cuando llega el momento de recortar gastos o de tomar decisiones importantes, el departamento de finanzas a menudo se convierte en el chivo expiatorio. Si algo sale mal, la culpa recae sobre ellos, pero si algo sale bien, raramente se les reconoce. Esto crea un ambiente de trabajo poco motivador y puede llevar a una alta rotación de personal.
Esto no solo es injusto, también es peligroso. Ignorar la importancia de administración y finanzas puede tener consecuencias serias. En tiempos de crisis, y seamos honestos, todos hemos visto empresas que han atravesado momentos difíciles, es precisamente este departamento el que puede ayudar a evitar el naufragio. Un mal manejo financiero puede llevar a problemas de liquidez, sobreendeudamiento, o incluso a la quiebra. La planificación es clave, y sin un departamento de finanzas robusto, las empresas pueden enfrentar tormentas que no estaban preparadas para afrontar.
"las empresas deben ver a su departamento de administración y finanzas como un socio estratégico, no como un soporte"
Además, la falta de datos claros y análisis precisos puede llevar a decisiones erróneas. Imagina que una empresa decide lanzar un nuevo producto sin consultar a finanzas primero. Si no hay un estudio de costes adecuado, podrían terminar gastando más de lo que pueden permitirse o, peor aún, el producto podría no ser rentable. Esto no solo afecta a las cuentas, sino que también puede poner en riesgo la reputación de la empresa.
Entonces ¿qué podemos hacer? Lo que realmente necesitamos es un cambio de mentalidad. Es fundamental que las empresas comiencen a considerar a su departamento de administración y finanzas como un socio estratégico, no como un simple soporte. Esto significa involucrarlos desde el principio en la toma de decisiones, escuchar sus opiniones y valorar su aportación. La colaboración entre departamentos es clave; después de todo, todos trabajan hacia un mismo objetivo: el éxito de la empresa.
Por ejemplo, si el equipo de marketing está planeando una nueva campaña, sería beneficioso que consulten con finanzas para entender cómo ese gasto se alinea con el presupuesto general. Juntos, pueden crear una estrategia que maximice el retorno de la inversión y minimice riesgos.
Ahora, hablemos de algo que está cambiando el juego: la transformación digital. En los últimos años, hemos visto cómo la tecnología está revolucionando todos los sectores, y administración y finanzas no son la excepción. Con la automatización de procesos y el uso de inteligencia artificial, el departamento tiene la oportunidad de ser más eficiente que nunca.
Pero aquí está el truco: aunque la tecnología puede hacer que los procesos sean más rápidos, también significa que los profesionales de finanzas deben adaptarse y actualizar sus habilidades. Las empresas que invierten en la capacitación de su personal no solo se benefician de una gestión más eficiente, sino que también permiten que sus empleados se conviertan en líderes dentro de la organización.
Para finalizar este artículo, quiero hacer una llamada a todos los líderes empresariales: es hora de mirar más allá de las cifras y las hojas de cálculo. Es momento de reconocer la valía del departamento de administración y finanzas. No solo son números en una hoja, son las personas que aseguran que la empresa no solo sobreviva, sino que prospere. Invertir en su formación, darles voz en la toma de decisiones y celebrar sus logros puede marcar la diferencia entre una empresa que lucha por mantenerse a flote y una que navega con confianza hacia el futuro.
Así que, no dejemos que los grandes olvidados sigan en la sombra. La próxima vez que pienses en los éxitos de tu empresa, no olvides a los que están detrás de las cifras, los presupuestos y las estrategias financieras. Elevemos su perfil, valoremos su trabajo y, sobre todo, aprendamos a colaborar con ellos. Son ellos los que mantienen todo en marcha, aunque casi nunca se hable de ello.
Al hacerlo, no solo estaremos fortaleciendo la base de nuestra organización, sino que también estaremos asegurando un futuro más brillante y sostenible para todos.
Lola Rubio
CFO
Cátedra de la Mujer Empresaria y Directiva