CARTAGENA. El buen tiempo siempre favorece a La Manga y Cabo de Palos. Por ello, esta Navidad ha sido buena para los comerciantes y hosteleros de la zona, que siempre miran al cielo para intuir como irán las fechas señaladas. Si acompaña, no hay nada que temer. El cliente vendrá. “Como ha hecho buen tiempo, los restaurantes han tenido bastante buen nivel de ocupación. En los días señalados, además, como pueden ser Navidad, año nuevo o Reyes, la ocupación ha sido de prácticamente lleno. En ese sentido muy contentos”, apunta el presidente de los empresarios de La Manga y Cabo de Palos, Pepe Espinosa. “Cada año que pasa vemos más movimiento en estas fechas”, añade Espinosa.
Lo cierto es que Cabo de Palos y La Manga van, poco a poco, cambiando el paso y logrando ser un destino turístico atractivo para los turistas durante todo el año. Tal y como contaban los responsables del Hostel Sub Up y el hotel Cetina a Murcia Plaza, dos hoteles de Cabo de Palos que no cierran durante todo el año, además de muchos restaurantes que abren también durante todo el año.
La pandemia cambio los hábitos de la sociedad en muchos aspectos y revalorizó el estilo de vida que ofrece La Manga o Cabo de Palos. "Sí que lo hemos notado, como también los negocios, muchos de los cuales no cierran en todo el año. Los fines de semana se llena y el resto de días es un pueblo tranquilo pero con vida", aseguraba el presidente de la Asociación de Vecinos de Cabo de Palos, Raúl Sánchez. "Si somos un pueblo para vivir y visitar los 365 días, como nos dijo la alcaldesa Noelia Arroyo, también tenemos que tener servicios acordes, como en el caso de la limpieza, todo el año", añade. Algo que también reclama Pepe Espinosa. "Necesitamos mayor inversión del consorcio y que estemos todos involucrados, administraciones, empresarios y vecinos. Muchas veces no se cuenta del todo con nosotros y, por ello, se invierte en determinadas cuestiones que quizá no son tan necesarias como otras", señala Espinosa.
"Más que infraestructuras, demandamos servicios. En agosto especialmente la población crece a niveles de una gran ciudad. Y, sin embargo, no hay la misma policía, ni médicos, ni cajeros…El autobús sigue sin cobrar en efectivo y sin la posibilidad de sacarte un bono", lamenta Espinosa. "Esto es un problema a nivel turístico. No se toman cartas en el asunto porque no hay voluntad política”, añade. “¿Esta situación se daría en Murcia o Cartagena? Es falta de miras lo que sucede", apunta el presidente de los empresarios.