MURCIA. A primera hora de la tarde de este viernes y sobre una calzada repintada con señales amarillas, distintivas de una zona en obras, los coches se adentraban en el Puente de los Peligros de Murcia, conocido popularmente como Puente Viejo. Apenas 17 días ha tardado el alcalde de Murcia, el popular José Ballesta, en cumplir el primer gran anuncio de la legislatura, que no ha dejado indiferente a nadie: desde quienes celebran la medida, como Vox, hasta quienes la censuran, incrédulos, como el PSOE. Entre tanto, el Ayuntamiento esgrime una retahíla de motivos, pero ante todo subraya dos razones: por fluidez del tráfico y para luchar contra la contaminación. Al menos, así lo defienden los técnicos consultados por el Consistorio, que "apreciaron que la apertura al tráfico otorgaría mayor fluidez a la circulación en la zona, rebajando los atascos y consiguiendo, así, que se reduzcan las emisiones contaminantes".
El Gobierno local adopta una de sus primeras decisiones más simbólicas al permitir de nuevo el paso a los vehículos, en contra de los propósitos de la anterior Corporación, presidida por el PSOE en coalición con Ciudadanos, que abogaba por cerrarlo y dejarlo sólo para autobuses, bicicletas y vehículos de movilidad personal (patinetes o motos eléctricas). El objetivo de los socialistas era reducir el tránsito diario de 12.000 automóviles cruzando por el emblemático paso a apenas 600 autobuses y bicicletas. Aquella medida se adoptó a mediados de mayo, días antes de las elecciones municipales. El 28 de mayo, la ciudadanía se pronunciaba con una aplastante mayoría absoluta en favor del PP, condenando al PSOE (y Vox) a la oposición.
La noticia de su reapertura desencadenó una protesta de centenares de vecinos en el Puente Viejo en contra de la decisión, apoyados por una veintena de colectivos. "Hoy se manifiestan unos donde antes, y durante mucho tiempo, se manifestaron otros", reaccionó el alcalde José Ballesta ante la concentración de los vecinos. De poco han servido las protestas. El Ayuntamiento ha seguido adelante con su plan. Pendiente de los análisis medioambientales, jurídicos y seguridad vial, su reapertura era cuestión de tiempo , como así informó Murcia Plaza.
¿Cómo justifica el Ayuntamiento la reapertura del puente? Son varias las consideraciones que arguyen. Primero, aducen que la decisión obedece a los criterios trasladados "por la dirección de obra y los técnicos municipales, que han dado el visto bueno a la medida, atendiendo, a su vez, a los informes existentes al respecto, elaborados por los servicios de Transportes y Tráfico".
Es decir, la medida se sustenta en los criterios técnicos aportados por la dirección de obra y en las aportaciones trasladadas por los integrantes del Comité de Expertos en Movilidad, que "apreciaron que la apertura al tráfico del Puente Viejo otorgaría mayor fluidez a la circulación en la zona, rebajando los atascos y consiguiendo, así, que se reduzcan las emisiones contaminantes".
Agregan igualmente que la propia dirección de obra indica en su informe técnico que las obras pendientes de ejecutar "son compatibles con el mantenimiento del tráfico y que la apertura del puente estaba contemplada atendiendo al propio avance de los trabajos".
Hay más razones. Puntualizan que el proyecto inicial para la implantación de líneas BTR ya indicaba la necesidad de mantener abierto al tráfico el Puente Viejo. Y remarcan que esta circunstancia se debe mantener para garantizar la futura ampliación del tranvía hasta el Barrio del Carmen.
De hecho, otro motivo es que se pone fin a la barrera de acceso al Barrio del Carmen, lo que contribuye a permeabilizar el entorno, "favoreciendo la vertebración territorial y fomentando la dinamización económica de esta zona de Murcia". Esta idea entronca con el proyecto de ciudad del alcalde José Ballesta, que persigue que esta emblemática zona de Murcia "recupere la centralidad y la conexión con el casco histórico de la ciudad". No en vano, remarcan fuentes municipales, el objetivo del Ejecutivo local es que "todos los barrios y pedanías estén territorialmente vertebrados y socialmente cohesionados".
La reapertura ha provocado la alegría de Vox, un partido que ha seguido muy de cerca el proceso y que no dudó en poner el grito en el cielo cuando se cumplieron 15 días de la fecha anunciada y el puente seguía cerrado. Su portavoz municipal, Luis Gestoso, celebraba el "éxito" de sus denuncias: "Tras semanas de denunciar los reiterados incumplimientos del alcalde Ballesta a su palabra, de reuniones y de movilizaciones de vecinos, esta tarde se ha visto obligado a abrir el Puente Viejo ante la presión popular".
Con todo, Gestoso considera que el paso no es suficiente: "Debe abrir inmediatamente la Almeda de Colón y devolver los miles de aparcamientos hurtados a los murcianos; debe quitar los obstáculos al tráfico en el resto del municipio, como en la zona de Espinardo, y debe dejarse de delirios progres y devolver la normalidad al trafico en la ciudad", reclamó el portavoz, quien también recordó que el regidor prometió que "pararía el plan de movilidad al día siguiente de llegar a la Alcaldía y lo único que hizo fue batir el récord mundial de creación de un chiringuito", en referencia al Observatorio de la Movilidad.
Muy distinta es la mirada del otro partido de la oposición, el PSOE, anterior inquilino del Gobierno local y que clama contra la decisión de Ballesta. "Reabrir el Puente Viejo, en el barrio más contaminado del municipio, supone un problema para los ciudadanos", denunciaba el portavoz municipal socialista, Enrique Lorca, que se mostró muy preocupado en rueda de prensa. "Nos preocupa que se reabra el Puente Viejo porque creemos en el plan de movilidad, porque creemos en los técnicos del Ayuntamiento de Murcia y porque muchos especialistas valoran y admiten que las modificaciones que se pueden hacer son mínimas porque así lo recogen las órdenes ministeriales", razonaba.
El PSOE pedirá explicaciones a la Concejalía de Movilidad e incluso solicitará informes técnicos "para que avalen si esta decisión se ha hecho desde el rigor técnico o se ha tomado para contentar a los que, en su día, apoyaron al PP unos meses antes de la campaña y durante la campaña electoral". Los socialistas señalan que, durante su mandato, constataron que el Barrio del Carmen es uno de los más contaminados del municipio.
Esa medida, agregó el portavoz, va contra el "rumbo" comenzado por la Unión Europea: "El PP de Ballesta está optando por una movilidad y una política medioambiental que nada tiene que ver con lo que dice Europa, ni con sus directrices", expuso Lorca, quien apostilla: "Todo el mundo sabe que si se hacen modificaciones sustanciales, puede suponer la pérdida de las subvenciones", concluyó, convencido de que los vecinos "van a perder calidad de vida y van a ver afectada negativamente su salud."
Fuentes municipales detallan que en Gran Vía se ha procedido a repintar la señalización que indica que el tráfico podrá circular por el Puente Viejo y se ha habilitado el acceso a través del Plano de San Francisco. Al mismo tiempo en el propio Puente Viejo, se han señalizado dos carriles, que se reducen a uno a la altura de la avenida Canalejas, hasta la calle Proclamación. Con la intención de que la reapertura al tráfico se ejecute de forme paulatina y ordenada, el transporte público mantendrá durante los próximos días el mismo itinerario que tiene actualmente, pasando por la pasarela Miguel Caballero.
