CARTAGENA. Con la vacunación alrededor del 75% en toda España, más del 86% de la llamada a vacunar en la Región de Murcia, el levantamiento paulatino de las restricciones va trayendo de vuelta, poco a poco, la vida anterior a la aparición de la covid. En esa vida ‘normal’, el cine aparecía como una válvula de escape a la rutina. Los estrenos tenían la obligación de pasar por la gran pantalla para optar a los premios y ello seguía manteniendo a las salas como garantes del séptimo arte pese a las amenazas de las plataformas.
La covid-19 aceleró una transformación que ya se venía rumiando desde hace unos años, con Roma, de Netflix, como una de las grandes candidatas a los Óscar de 2019 (finalmente la estatuilla a mejor película se la llevó Greenbook). La pandemia obligó a los estrenos ya rodados a estrenar directamente en cines. Como tantas cosas, las restricciones en recintos cerrados como los cines modificó los hábitos de consumo. Ahora, con los cines a pleno funcionamiento, esperan que los grandes estrenos devuelvan al público del sofá de casa a las salas. “La gente ha perdido el hábito de ir al cine. Ahora mismo estamos con el límite del 50%, pero no llegamos a llenar con ese 50%”, afirman desde Neocine, que cuenta con gran parte de las salas de la Región de Murcia.
El estreno de Dune, la última película del director Dennis Villeneuve, y el de la última de James Bond en la despedida de Daniel Craig como el agente 007 son la gran esperanza de un sector que, como la hostelería, ha ido oscilando entre el cierre y la apertura parcial. “Tenemos que ser optimistas, pero llevamos un año y medio duro. Hemos notado mejoría en los últimos meses, pero no la que esperábamos”, afirman desde la compañía de salas de cine. Ocurre que entre esas restricciones se encontraban dos de los grandes atractivos para acudir a una sala: películas de una calidad visual notable que ofrezca un salto de calidad al visualizarla en la gran pantalla respecto a verla en tu televisión de casa; y, por otro lado, la prohibición de poder comer durante la película.
El cierre de la cantina de las salas de cine ha trastocado notablemente las ganancias de las empresas, que obtienen un buen pellizco de su negocio a través de la venta de bebidas y palomitas. Además, el toque de queda durante el estado de alarma, limitaba mucho la posibilidad de ir al cine, obligando además entre ir a la sala o cenar fuera. “Los horarios están normalizados desde hace tiempo, pero todavía no ha vuelto gran parte del público que se fue”, explican desde Neocine.
Desde este lunes y hasta el jueves, las salas de toda España lanzan una nueva edición de la Fiesta del cine, y durante cuatro días las entradas estarán a 3,5 euros. “Hasta ahora las ventas han sido escasas. Estamos expectantes”, señalan. La transformación que ya experimentaba el cine, con la amenaza de las plataformas muy incipiente, pone a las salas ante el enésimo desafío para su supervivencia. Con todo, esperan que las grandes estrellas vuelvan a hacer ‘magia’ y recuperen al público para las salas.