Foto: OMEGAMURCIA. Era uno de los mayores temores y al final el tiempo ha disipado todos los miedos. Las aulas son seguras contra la covid-19. O, al menos, la incidencia del coronavirus ha sido muy baja. Así lo atestiguan las cifras oficiales de la Consejería de Educación, que señalan que desde el inicio del curso escolar -el 14 de septiembre- se han contabilizado 1.925 positivos en los estudiantes.
Estos datos suponen que apenas el 0,6% de los 280.00 alumnos de la Región de Murcia se han visto afectado de manera directa por el virus. Estos contagios en el entorno escolar han obligado a 18.446 alumnos a tener que guardar cuarentena.
Las cifras son parecidas en el claustro de profesores. Un total de 302 docentes han dado positivo en algún momento por coronavirus. Se trata del 1,1% de todos los profesionales de la enseñanza, cuya cantidad total asciende a unos 27.000 en la Región de Murcia. Los casos entre los docentes han implicado que 1.752 maestros se vieran obligados a permanecer en aislamiento en algún momento del curso.
La buena senda ha permitido que a partir de este lunes, 22 de marzo, regresen al régimen de presencialidad los estudiantes de segundo de Bachillerato. Hasta ahora sólo asistían al centro escolar la mitad de los días lectivos. Cabe recordar que dentro de tres meses se examinan de la prueba de acceso a la universidad (la Ebau).
"Se ha demostrado que los colegios son uno de los lugares más seguros contra el virus", explicaba Rubén Escavy, presidente de Direcmur (Directivos de educación Infantil y Primaria de Murcia), en un reportaje de Murcia Plaza. Los profesores se afanan en cumplir los protocolos a diario, que recogen la obligatoriedad de las mascarillas y la importancia de las distancias de seguridad, entre otras medias.
En cambio, quienes han criticado la vuelta de la presencialidad del alumnado son los directores de Seduncaria. El colectivo ADES (Asociación de Directores de Educación Secundaria de Murcia) recibía la noticia con "incredulidad, perplejidad e indignación" porque, en su opinión, "se tendrá que desalojar de espacios seguros a grupos de ESO que por su mayor ratio los venían ocupando, y que pasarán a su vez a espacios más reducidos en los que de nuevo no se garantizarán las distancias hasta ahora entendidas como seguras".
La Consejería, por su parte, argumenta que sí procede comenzar la presencialidad total para el segundo curso de Bachillerato "dada la madurez de su alumnado, la liberación de más espacios y la relevancia de este curso como tránsito hacia las enseñanzas superiores".
