MURCIA. Fernando López Miras optó por el silencio y la discreción en el Día I después del terremoto político que ha salpicado los gobiernos de cinco autonomías, entre ellas la propia Región de Murcia. Ni una intervención, ninguna declaración, ningún movimiento ni tan siquiera un tuit sobre el asunto. Una posición muy distinta a la de otros barones, como por ejemplo el vecino Carlos Mazón, quien a las nueve de la mañana ya estaba anunciando sus planes para la Generalitat valenciana. O María Guardiola en Extremadura, que incluso confirmó que su único consejero de Vox seguirá en el puesto.
Tal vez porque a López Miras la palabra tsnumi en política ya no le pille de nuevas, habituado como está a sortear obstáculos desde que llegara a la Presidencia en 2017. ¿Qué es un seísmo político para quien sobrevivió a una moción de censura que tenía todas las firmas para sacarlo del Palacio de San Esteban? O tal vez porque el acto que tenía este viernes era estrictamente institucional (en la Academia General del Aire de San Javier) o porque sencillamente prefirió esperar a los acontecimientos, lo cierto es que el presidente, que siempre está dispuesto para los medios, se pronunciará este sábado, donde clausurará un curso de verano de su partido en San Pedro del Pintar y donde participará la número dos del PP nacional, Cuca Gamarra.
Quien sí habló por él fue Joaquín Segado. Y no es una voz cualquiera. Es el portavoz parlamentario de los populares en la Asamblea Regional y en clave orgánica ejerce como vicesecretario de Organización, Comunicación y Electoral. Es, sin duda, uno de sus hombres de confianza, miembro de su núcleo duro. Y su respuesta ante los periodistas convocados en la sede regional del partido, González Adalid, fue meridanamente clara: ir a las urnas sería una "irresponsabilidad". Es decir, el PP lo fía todo a gobernar en solitario, el plan que siempre quiso López Miras. El plan que prometió en campaña; el plan que peleó hasta el último momento en verano del año pasado. El mismo que tuvo que renunciar en el último suspiro ante Vox, que lo abocaba a una repetición electoral si no aceptaba una coalición.
En la coyuntura actual, el PP necesitaría dos escaños para la mayoría absoluta en la Asamblea Regional. Por lo que tiene que buscar pactos con el resto de fuerzas. El PSOE tiene 13, Podemos apenas reúne dos -curiosamente, ironías de la política, le daría para sumar con los populares-, y su antiguo aliado, Vox, cuenta con 9. El diputado morado Víctor Egío deslizaba una suspicacia en redes sociales: "Tras la salida de Vox del Gobierno regional, López Miras se queda a sólo dos tránsfugas de la mayoría absoluta". En la pasada legislatura Vox se desangró en su grupo parlamentario, pero en 2023 el partido se engrasó y blindó la lista autonómica, para evitar fugas inesperadas. Costaría creer en un conato de rebelión interna en una organización tan engrasada y fiel a Abascal como la murciana. Y el propio José Ángel Antelo ya dejó claro cómo actuarán en la Cámara a partir de ahora: "Votaremos a favor de lo que nos parezca correcto". Es decir, vuelven a su ideario puro y duro, libres de cualquier compromiso con el PP, como tenían antes. Con todo, el Gobierno regional, que aprobó las cuentas antes de 2024, tiene tiempo todavía para afrontar una negociación para sacar adelante la norma más importante del próximo 2025, los Presupuestos.
Segado, en su comparecencia, confirmó que López Miras "seguirá gobernando con normalidad" y reivindicó que es el momento de lanzar un mensaje de "tranquilidad" a los ciudadanos porque, aseguró, seguirán "trabajando desde la seriedad y la serenidad". Esgrimió que el PP dispone de una mayoría suficiente para hacer frente el nuevo escenario, ofrece la mano tendida al resto de grupos parlamentarios y sostiene que siempre pondrá por delante "el interés general". Y despejó de plano la idea de convocar elecciones porque apenas se ha cumplido un año de mandato. Y los murcianos llevan una racha de tres elecciones en un año, con las autonómicas del 28M, las generales del 23J y las europeas del 9J de este año.
En cualquier caso, López Miras tiene la facultad de activar el botón de una repetición electoral, algo que nunca ha pasado en la historia de la Región. Hay que tener en cuenta además que la Región está sometida al régimen general de las comunidades, por lo que, aunque se celebraran las votaciones ahora, habría que repetir en 2027. Con todo, López Miras nunca se ha mostrado partidario de jugadas arriesgadas que comprometan la estabilidad. Si transigió con la coalición con Vox en verano fue precisamente por esa causa, para no someter a la Región a la incertidumbre de un periodo electoral.