El presidente de la Comunidad, Fernando López Miras, y el consejero de Economía, Hacienda, Fondos Europeos y Transformación Digital, Luis Alberto Marín. Foto: A. R. M. MURCIA. Era una noticia cantada que se consumó esta semana. El Gobierno regional no llegó a tiempo para cumplir con la considerada ley más importante del curso y los Presupuestos de 2024 de la Región de Murcia se prorrogarán de manera automática el próximo miércoles, día de 1 enero. En realidad, no hay ninguna norma que obligue a un Ejecutivo a tener las cuentas antes del 31 de diciembre, pero lo cierto es que se trata de una cortesía política presentarlas en tiempo y forma. Como solía decir el expresidente de la patronal José María Albarracín, ¿se imaginan a una empresa que no presentara sus presupuestos antes del 1 de enero? Lo que es inviable en el mundo de la empresa se hace a menudo ordinario en el ámbito político.
El 2025, por tanto, comenzará con unas cuentas sin actualizar en la Región... y tampoco en España, pues el Gobierno central no ha sacado su Presupuesto. Ni tampoco en el resto de comunidades gobernadas por el PP en minoría... y que necesitan el voto de Vox, como así recordaba este jueves el portavoz regional, Marcos Ortuño, quien pasaba la pelota a su antiguo socio y apelaba al discurso del rey Felipe VI para pedirle "responsabilidad". Sin embargo, Ortuño hacía referencia a la segunda parte del proceso, la que inmiscuye a la negociación parlamentaria para aprobar el texto en la Asamblea Regional. Pero, para eso, hace falta cumplir con la primera parte: la que compete al Ejecutivo autonómico, y ahí el Presupuesto no sólo no ha llegado al Consejo de Gobierno, sino que tampoco la Comunidad ha aprobado el techo de gasto.
Tampoco es una novedad para Fernando López Miras iniciar el año sin Presupuestos. De hecho, se ha visto obligado a sentir esta tesitura en tres de los últimos cinco años: 2020, 2021 y 2022. Las causas esgrimidas fueron varias: desde la irrupción de la pandemia hasta la moción de censura, pero, en realidad, el principal factor fueron las desavenencias con los socios, pues tanto el coronavirus como la moción de censura se originaron en un mes de marzo, es decir, con el año ya empezado... La racha se rompió con el texto de 2023, cuando el Gobierno tenía una mayoría amarrada con sus aliados parlamentarios, los ex de Ciudadanos y los ex de Vox. Al año siguiente volvió a repetir el éxito, esta vez ya con PP y Vox gobernando juntos y exhibiendo afinidad. Ambos partidos acordaron las cuentas el 14 de noviembre en el Palacio de San Esteban y un mes después, tras una intensa tramitación, sacaban adelante la norma en la Asamblea Regional. Era 28 de diciembre y Fernando López Miras y José Ángel Antelo se daban la mano. Misión cumplida.
Ahora, paradojas de la vida, la Región comenzará el año con el Presupuesto que firmaron dos partidos... que hoy no se pueden ni ver. "La prórroga es una irresponsabilidad", cargaba este viernes Antelo, utilizando el mismo calificativo que Ortuño había empleado con Vox. "El PP nos dijo en noviembre que en unos días traería el techo de gasto, pero ni siquiera ha aprobado este paso en el Consejo de Gobierno", lamentaba, crítico. "La aprobación o no de los Presupuestos depende exclusivamente del PP que gobierna en minoría porque así lo ha decidido. Sin embargo, lo que hemos visto a lo largo del tiempo es que no ha cumplido ninguno de sus compromisos", apostillaba el líder de Vox.
También el PSOE y Podemos reaccionaban con críticas al anuncio de la prórroga, que desde el viernes aparece reflejado en el Boletín Oficial de la Región de Murcia (BORM). "Esta es la evidencia del fracaso de López Miras al frente del Gobierno. Él es el único responsable", recriminaba la diputada socialista Carmina Fernández, quien recuerda que el PSOE se ha ofrecido a pactar las cuentas. "Y, sin embargo, el Gobierno de López Miras no ha respondido a las solicitudes de reunión de Pepe Vélez". La oferta socialista busca un imposible si nos atenemos a los libros de la historia, pues PP y PSOE nunca han pactado un Presupuesto en 42 años de la Región.
Desde la formación morada no sólo apuntaban al PP sino que también lo hacían contra Vox: "Los problemas de la Región les importan muy poco, dada la incapacidad de PP y Vox de negociar unas nuevas cuentas para 2025", afeaba la diputada María Marín, convencida de que la "falta de entendimiento" entre PP y Vox es "puro marketing". A su juicio, "la única prioridad de las derechas es posicionarse como la oposición al Gobierno de España y capitalizar los escándalos de corrupción del PSOE y el discurso xenófobo sobre la inmigración"; una "estrategia de destrucción dentro de la cual no les interesa sacarse una foto juntos, porque compiten por el mismo voto".
Sin embargo, el consejero encargado de pilotar el proceso, Luis Alberto Marín, se mostraba tranquilo cuando le preguntaban por esta cuestión y expresaba su seguridad de que "imperará la cordura". El titular de Economía y Hacienda quitaba hierro al retraso ("salvo que la prórroga tuviera que ser definitiva", matizaba), esgrimía que la prórroga es un procedimiento automático que recoge la legislación y precisamente sacaba a colación un caso similar con el ejercicio de 2022, cuyo texto fue aprobado el 18 de enero de ese año.
De hecho, desde las filas populares sostienen que "el Gobierno regional ha hecho su trabajo y tiene ultimados unos Presupuestos que refuerzan el Estado del bienestar con más gasto social, educativo y sanitario", como así revindicaba el portavoz parlamentario del PP, Joaquín Segado. Lo cierto es que la oposición no conoce ningún documento al respecto y sigue esperando. La explicación que ha dado el Gobierno regional sobre su retraso es por la ausencia del dato del déficit que debe facilitar el Ministerio. "Para la Región, que sufre infrafinanciación, una décima más o menos de déficit es mucho dinero, pues son 40 millones por décima", decía Marín este viernes. A este respecto, dirigentes como Antelo replican como ejemplo que el Presupuesto del 2024 se dio luz verde sin "sin conocer el dato de las entregas a cuenta".
¿Tiene entonces consecuencias importantes o no la prórroga de un Presupuesto? "No hay que interpretarse como un escenario catastrofista", opinaba el economista José Carlos Sánchez de la Vega en el programa Plaza Pública de Onda Regional. "No pasa excesivamente mucho. Nadie debe temer nada y mandaría un mensaje de tranquilidad a los pensionistas y los funcionarios de las administraciones públicas". Y deslizaba que, en su criterio, si no hay cuentas aprobadas... "es por un problema político".
No obstante, empezar un año sin Presupuesto maniata a un Gobierno en cuanto a nuevas inversiones y medidas previstas para el futuro. Es decir, tiene que gestionar con el marco del curso pasado. Por ejemplo, si tenía previsto anunciar nuevas bajadas de impuestos, estas tendrán que esperar. Así las cosas, el Ejecutivo dará sus primeros pasos del 2025 con el Presupuesto aprobado el 28 de diciembre de 2023 en la Asamblea, dotado con 6.526 millones de euros.
La patronal de empresarios también lamenta que se dé esta situación. Su actual presidente, Miguel López Abad, en la misma línea que Albarracín, recalaba en la radio pública que "como empresario es una frivolidad prorrogar los Presupuestos", pues "congelarse significa no crecer", convencido de que se trata de "un freno". Los sindicatos también se quejan, recelosos ante posibles consecuencias laborales para los trabajadores de la Región.
En el plano político, ¿qué efectos se generan? El vocal del Colegio de Ciencias Políticas y Sociología de la Región, Andrés Ballesteros, y el politólogo Josechu Ortega consideran que para el PP es una noticia más beneficiosa que lo contrario. Así lo argumentan, a preguntas de Murcia Plaza: "Le permite confrontar con todos los grupos políticos desde una posición doble: la de 'víctima' de haberse quedado sólo al defender unos Presupuestos nuevos, y la de 'gestor', que es la que tantos éxitos electorales le ha dado en los últimos 30 años. Precisamente el uso del eje 'gestión vs incertidumbre' es el tema que trasciende a toda la campaña comunicativa del PP regional casi siempre, y es porque tienen una posición ventajosa en ese sentido. Buscará también disparar la movilización de su electorado y conseguir una 'primera gran victoria' en el siguiente sondeo o barómetro regional que salga si llegan a los 23 escaños proyectados".
Para Vox, añaden, le servirá principalmente para seguir "machando el tema que ha escogido para envolverse durante los últimos seis meses: la inmigración", en referencia a la gran barrera roja que ha puesto Vox para negociar las cuentas. Así lo explican los dos politólogos: "Vox es consciente que parar la fuga de votantes, que podríamos catalogar como 'más extremistas', hacia SALF (Se acabó la fiesta) es una prioridad para la supervivencia del partido a medio plazo, en un sistema electoral que penaliza muchísimo a los partidos que quedan 4º o 5º en una gran cantidad de provincias (como podría llegar a ser el caso). Esta estrategia de uso de la inmigración, evidentemente, se usa también para confrontar con el Partido Popular e intentar identificarlo directamente con Pedro Sánchez, lo que empujaría al PP hacia el centro del tablero político y dejaría a Vox como el único candidato de la derecha nacional".
Y por último ambos politólogos entienden que el PSOE "va a acusar mucho su paralización interna por el proceso de primarias" para el liderazgo del partido: "Aunque intentará machacar la idea de que ellos se ofrecieron a López Miras a pactar el Presupuesto. Tampoco es su batalla a día de hoy porque lo que se juega el partido a nivel interno es un proyecto a elegir entre dos diferentes en el camino a 2027", analizan.
