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La Liga SmartBank presenta un curso apasionante con el Efesé rodeado de equipos históricos

9/09/2020 - 

CARTAGENA. (MP/EFE) La Liga SmartBank se prepara para una temporada apasionante que contará con tres clubes históricos que regresan a la categoría, Cartagena, Sabadell y Castellón; quince con experiencia en Primera, entre los cuáles una decena aspiran al ascenso, y uno nuevo, el Logroñés. El ascenso del Logroñés, creado en 2009 tras la desaparición del histórico CD Logroñés, permitirá que el estadio de Las Gaunas vuelva a albergar un partido liguero de fútbol profesional más de veinte años después. El último fue el 4 de junio de 2000, frente al Villarreal, en Segunda, que consumó su descenso a Segunda B. El Cartagena vuelve a la categoría de plata ocho años después y espera reverdecer el ciclo de Juan Ignacio Martínez, en el que estuvo a punto de ascender a la Primera División.

Junto al Logroñés y Cartagena vuelven a Segunda el Sabadell -cinco años después- y Castellón -diez-, que esperan reverdecer antiguos éxitos con proyectos ilusionantes que seguirán dirigidos en el banquillo por los mismos inquilinos de la pasada campaña. Los que también regresan a Segunda, pero tras descender de Segunda, son el Leganés, Mallorca y Espanyol. Al conjunto balear su alegría por jugar en Primera solo le duró un curso y ahora, con Luis García Plaza a los mandos, espera pelear por volver a la máxima categoría lo antes posible, igual que el Espanyol, que no competía en Segunda desde 1994 y que ha confiado para dirigir su nuevo proyecto en Vicente Moreno, el último técnico del Mallorca. El Leganés, por su parte, prescindió del mexicano Javier Aguirre, que hasta el último momento mantuvo con opciones de permanencia al equipo, para contratar a José Luis Martí, que contará en su plantilla como uno de sus referentes con el internacional japonés Gaku Shibasaki.

Muy cerca de Primera la última campaña se quedaron el Almería, el Zaragoza y el Girona, que volverán a pelear por el ascenso. De los tres, el que más se ha reforzado es el conjunto aragonés, que ha incorporado a varios futbolistas para la nueva plantilla dirigida por Rubén Baraja, que tiene la difícil misión de hacer olvidar a Víctor Fernández. Otro aspirante al ascenso es el Rayo Vallecano, que mantiene a su plantilla a una buena nómina de internacionales de renombre como el delantero argentino Leo Ulloa, el defensa peruano Luis Advíncula, el centrocampista español Mario Suárez, el central uruguayo Emiliano Velázquez y el portero macedonio Stole Dimitrievski. A todos los dirige Andoni Iraola, que la pasada temporada realizó muy buena campaña, con semifinal de Copa del Rey incluida, al frente del Mirandés, al que pasa a dirigir José Alberto López con el objetivo de la permanencia.

Sporting, Tenerife y Oviedo, tras una temporada para olvidar en la que por momentos coquetearon con el descenso a Segunda B, no quieren que esos apuros se vuelvan a vivir. De los tres, el único que mantiene su confianza en el técnico que los guió a la permanencia es el Oviedo, que sigue con el veterano exfutbolista José Ángel Ziganda a los mandos. Al Sporting ha llegado David Gallego, siempre vinculado anteriormente como técnico al Espanyol, mientras que al Tenerife lo hace Fran Fernández, avalado por sus dos buenas temporadas al frente de Almería y Alcorcón.

El sustituto de Fran Fernández en Alcorcón es Mere Hermoso, artífice del ascenso a Segunda en 2019 del Fuenlabrada, en el que sigue José Ramón Sandoval. Los dos entrenadores tienen como misión principal la permanencia, aunque la ilusión creada en el último curso por la promoción les hará, de inicio, ambicionar metas mayores. El más veterano de los técnicos de Segunda, Pepe Mel, que suma 345 partidos en la categoría, sigue en la UD Las Palmas, que no contará en sus filas con sus tres jugadores más determinantes del último curso, Pedri, Rubén Castro y Nárvaez.

Málaga y Albacete, dos históricos del fútbol español, pasaron muchísimos apuros la última campaña y hasta la última jornada no pudieron disfrutar del alivio que supuso una permanencia agónica. Para esta, y conscientes de la dificultad de Segunda, lo principal es sumar los cincuenta puntos y después soñar. A ese sueño quiere aferrarse, aunque con cautela, la Ponferradina, que comenzó muy bien la pasada campaña, llegó al ecuador del campeonato undécimo y acabó la última jornada salvado solo por la mejor diferencia de goles con el Deportivo. Tras el descenso del conjunto coruñés, el único representante gallego es el Lugo, que afrontará su novena temporada consecutiva en Segunda con el único objetivo de seguir asentado en la categoría.

 Por delante 42 jornadas apasionantes hasta el 30 de mayo y, si se cumplen los pronósticos de las últimas temporadas dada la igualdad de la categoría, la emoción estará servida hasta el último día, tanto por arriba como por abajo.

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