CARTAGENA. Lhicarsa, empresa de servicio municipal de limpieza viaria, recogida, tratamiento y eliminación de residuos en la ciudad de Cartagena -participada por FCC y el Ayuntamiento de Cartagena-, ha decidido dar un importante impulso a su gestión, con la renovación de su flota y maquinaria, y la incorporación de 91 nuevos vehículos, con el que se afronta el reto de ser un servicio más eficiente, sostenible y que sea capaz de reducir la huella de carbono. Así lo indicaba el director general de FCC Medio Ambiente, Jordi Payet, durante la presentación la nueva maquinaria adquirida por Lhicarsa para el servicio de limpieza y recogida de residuos en el muelle de Juan Sebastián Elcano. A la misma acudió la alcaldesa, Noelia Arroyo, acompañada por los concejales Diego Ortega, Gonzalo López y Pedro Contreras, miembros del Consejo de Administración de Lhicarsa, además de Antonio Bravo Díaz, director de maquinaria de FCC Medio Ambiente; Fernando de Mateo, director del FCC Medio Ambiente en Cartagena; Javier Irigoyen, director de zona de FCC; Miguel Ángel Jiménez, delegado de FCC en Jaén y exdirector técnico de Lhicarsa y Antonio Fernández, actual director técnico de Lhicarsa, entre otros.
En los últimos seis años se ha producido un proceso de renovación, que se intensificó hace dos años con plan de inversiones amortizadas dentro del contrato valorado en 9,3 millones de euros. A esa cifra hay que sumar más de un millón de euros en inversión directa que ha hecho FCC Medio Ambiente “sin coste para el Ayuntamiento”, subrayó la alcaldesa de Cartagena, Noelia Arroyo. La primera edil recordó que el contrato, que data de 1995, no puede ser ni ampliado ni “permite la incorporación de más trabajadores”. Por ello, para superar las limitaciones se ha buscado la mejora del servicio a través de una modernización de los medios, una organización mucho más eficaz y un mayor control del servicio.
Se incorporan a la flota vehículos y maquinaria más eficiente, camiones con más capacidad, barredoras con un rango mayor de trabajo, elementos de limpieza más ajustados a la ciudad -barredoras estrechas para aceras o mochilas quita chicles-. En total son 91 vehículos, 2.500 papeleras y cerca de 2.000 contenedores más. Se renuevan, por tanto, barredoras con una media de antigüedad de 15 años, vehículos con 20 años de servicio y se incorporan otros menos contaminantes, como las 19 furgonetas eléctricas para la recogida de enseres y las máquinas sopladoras eléctricas, que reducen de manera considerable el nivel de ruido.
Aquí pueden ver la inversión pormenorizada en ehículos, maquinaria y medios materiales de Lhicarsa.
Para la recogida de residuos se ha apostado por camiones de carga lateral, con un único trabajador -frente a los tres de carga trasera-. Las rutas de Los Belones y La Manga se han trasladado a vehículos con carga lateral, lo que supone que nueve operarios refuerzan ahora el trabajo de limpieza diaria.
Arroyo destacó, por otro lado, el trabajo de limpieza mediante el uso de agua, “muy, muy reclamado por los vecinos”, con la llegada de cinco hidrolimpiadoras, tres nuevas cisternas baldeadoras y la mitad de las barredoras están equipadas con agua a presión. Las nuevas barredoras son capaces de hacer cada día el trabajo que antes costaba dos jornadas, por lo que contamos con una maquinaria “más limpia, que contamina menos, consume menos energía, limpia mejor y nos permite liberar personal para emplearlo en más limpieza”.
El objetivo es alcanzar “un mejor servicio para todos los ciudadanos”, y para ello se contará con un nuevo instrumento por parte de los inspectores, una plataforma tecnológica que facilitará el seguimiento de los servicios mediante geolocalización. Esta nueva plataforma tecnológica se jha denominado VISION. “Servirá, pues, para la inspección de los servicios, pero también nos permitirá estudiar las mejoras de las posibles rutas y la organización del trabajo”. Gracias al estudio integral de geolocalización de los contenedores se ha optimizado su número y ubicaciones, y con ello se han reducido dos rutas de residuo sólido urbano, una de movimiento de contenedores mediante camión satélite, y tres de repaso de contenedores de mañana y noche.
Además, Lhicarsa cuenta en estos momentos con una sede propia de 17.000 metros cuadrados “que facilita el seguimiento del servicio. Ahora depende de todos nosotros que seamos capaces de seguir mejorando en eficiencia”. Arroyo hizo, además, un llamamiento a los vecinos de la ciudad “hay muchos pequeños gestos que también contribuyen a mantener Cartagena limpia”.
Jordi Payet, por su parte, explicaba que, además de las 91 unidades incorporadas recientemente hay que añadir las 30 que se adhirieron entre 2018 y 2019, lo que representa, en palabras de Payet, “un 70% de renovación de la maquinaria que teníamos hasta ahora”. De esta flota hay que destacar la llegada de 42 vehículos eléctricos, un 33% de la flota.
El director general de FCC Medio Ambiente recordó la transversalidad de los servicios, que no solo afecta al aspecto de limpieza, sino que afecta a la salud y sanidad, sostenibilidad, contaminación acústica y huella de carbono. “La imagen de los vehículos es básica, que todo esté muy bien coordinado y que así lo capten los ciudadanos”. No quiso dejar pasar la oportunidad Payet para explicar que más del 70% de la población se encuentra en las ciudades y Cartagena tiene “vocación de liderazgo” de ahí que Lhicarsa apueste por ser más eficiente, más sostenible y capaz de reducir la huella de carbono. “Nuestro reto es que Cartagena sea un referente en smart city y pondremos nuestro máximo empeño y energía”. El personal “es otro de los elementos importantes para nosotros. Es básico que estén motivados y que la gente sepa que su trabajo es importante para la ciudad”.
Vehículos y maquinaria más tecnológicos y con mejores prestaciones, lo que redunda en mayores rendimientos tanto en limpieza viaria como en recogida de residuos.
Disminución significativa de los consumos de la flota, al implementar vehículos modernos de mayor eficiencia de uso de combustible.
Mejora del impacto ambiental, debido a motorizaciones Euro VI, en el caso de vehículos de gran tonelaje, limitando las emisiones de gases contaminantes a la atmosfera, gases potencialmente peligrosos para la salud, tales como los óxidos de nitrógeno (NOx), dióxido de carbono (CO2), y las partículas en suspensión (PM). Utilización de vehículos ligeros propulsados por energía eléctrica o híbrida en el caso de turismos de inspección.
Reducción significativa de los niveles sonoros emitidos, con vehículos y maquinaria más silenciosa gracias al material fonoabsorbente de última generación instalado en los vehículos.
Aumento en la seguridad, ergonomía y confort de los vehículos, tanto en la conducción como en el desempeño del trabajo.
• Once recolectores de residuos de carga lateral y uno de carga trasera dotados con la más moderna tecnología del mercado, que sustituyen a doce recolectores ya obsoletos, con las mejoras anteriormente indicadas y sin olvidar los avances en seguridad, ergonomía y confort tanto en conducción como en el desempeño del trabajo
• Nueve camiones de apoyo para recoger enseres voluminosos, cuatro de estos con plataforma elevadora para agilizar la recogida de enseres de gran volumen.
• Una furgoneta con equipo isotermo, para la recogida de residuos sandach domésticos.
• Un camión volquete con plataforma elevadora y grúa de 6 Tm con el cual se pueden recoger elementos voluminosos y contenedores.
• Veinticinco vehículos ligeros de apoyo totalmente eléctricos que reemplazan a vehículos de combustión obsoletos, con una gran reducción de impacto ambiental (ruido y emisiones) y de la huella de carbono. Gracias a sus 120 km de autonomía optimiza el tiempo de desplazamiento de los operarios al realizar sus tareas.
• Tres nuevas cisternas baldeadoras, dos de ellas de 16 m3, con lo que se maximiza la autonomía de trabajo y los rendimientos.
• Cinco hidrolimpiadoras con motores de bajas emisiones y paneles fonoabsorbentes para minimizar las molestias sonoras al ciudadano.
• Dos bicicletas eléctricas con carrete para lanzar agua, estas pueden conectarse directamente a la red de agua municipal para el baldeo de las calles, permitiendo llegar a zonas de difícil acceso o donde no puede entrar un camión de baldeo o una fregadora.
• Dos barredoras de aspiración sobre camión de 6,2 m3 con alta velocidad de desplazamiento para largos recorridos de barrido y trabajos en zonas del municipio alejadas.
• Tres barredoras de aspiración de 4,3 m3 de gran versatilidad, dos de ellas barredoras-baldeadoras duales, que disponen de implemento de pértiga y carrete para poder combinar el barrido con el baldeo con pistola y de esta forma conseguir mejores resultados de limpieza.
• Seis barredoras de menor tamaño, de 1,9 m3, para poder trabajar por aceras más estrechas y con rendimientos que mejoran enormemente los de las aspiradoras que se usaban anteriormente. Tres de ellas equipadas además, con implemento Flex de tercer cepillo que amplía considerablemente el ancho de barrido, y también con lanza de baldeo, para poder baldear si fuese necesario.
• Cuatro barredoras de arrastre, especializadas para tareas en ambientes con gran presencia de arena como las que se emplean en el litoral del municipio.
• Se han adquirido 46 sopladoras y desbrozadoras eléctricas, lo que evita no solo la emisión de gases contaminantes y el consumo de combustibles fósiles, sino que reduce sustancialmente el ruido y molestias a los ciudadanos.
• Tres furgones de traslado del personal.
• Quince vehículos para el uso de los encargados y técnicos del servicio e inspectores municipales; tres de ellos con tecnología híbrida.
