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Palabra de Janet Yellen: "Las perspectivas económicas son mejores"
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MURCIA. Aunque aún no ha podido con los poemas y las canciones entonadas a la luz de la luna, la pandemia sí ha estado cerca de arruinar uno de los mayores símbolos del romanticismo tal y como lo conocemos. Así, los ramos de flores han dejado de ser un regalo frecuente en una sociedad que ha perdido el contacto por la fuerza, lo que sumado a la falta de eventos y fechas señaladas en el calendario ha dejado tambaleando al sector de la floristería.
En específico, estos negocios se encuentran en un momento delicado que les ha dejado a aproximadamente un 60% de su facturación habitual. Al fin y al cabo, solo la pérdida de dos años seguidos de las celebraciones de primavera les ha hecho perder una gran cantidad de dinero, hasta una quinta parte de su cifra de negocio anual: "Nosotros trabajamos mucho la Semana Santa y es un 20% de nuestra facturación total", indican desde la Floristería San Lorenzo.
En ese sentido, la floristería Fernando e Hijos lamenta el desastre que supuso el Día de Todos los Santos, pues como la gente tenía miedo de ir al cementerio apenas vendieron un 40% de lo que suelen en esas fechas. Una tendencia que se ha seguido con la mayoría de festividades.
No obstante, el pasado Día de la Madre sí supuso un pequeño revulsivo para el negocio que, sin llegar al número de compras de la época precovid, cumplió con las expectativas propia de una fecha tan señalada: "San Valentín funcionó un poco más flojo, pero el Día de la Madre fue bastante mejor. No nos podemos quejar", indican desde la Floristería Fernando e Hijos.
En cualquier caso, más importante que las festividades son los eventos, pues la falta de los mismos supone dejar a estas empresas sin una de sus principales fuentes de ingresos.
"Si todo empieza a funcionar al cien por cien el sector empezará a moverse"
En este caso, las celebraciones se han sucedido durante el último año y medio según lo ha ido permitiendo el estado de la pandemia, o las restricciones provocadas por este motivo, mejor dicho. De esta forma, la actividad se ha ido desarrollando entre ola y ola del coronavirus, lo que explica que los meses previos al verano hayan sido buenos pero julio y agosto se encuentren completamente vacíos para la floristería Fernando e Hijos.
Además, esta situación también ha provocado un cambio en los hábitos de consumo, pues ahora muchos clientes se han pasado a la compra online y, "aunque entran más clientes a la tienda gastan menos que antes", indican desde este establecimiento.
Asimismo, estos negocios se ven en la tesitura de tener que afrontar el aumento de precios de las flores provocado por la "escasez del producto", según indican desde la Floristería San Lorenzo. En la misma línea, en Fernando e Hijos indican que "la flor ahora es más difícil de encontrar y algunas variedades cuestan hasta el triple que antes".
En consecuencia, las floristerías aún se encuentran a la espera de una recuperación sanitaria para empezar la suya propia, pues dependen de la llegada de la nueva normalidad para volver a unas cifras de negocio aceptables: "Si todo empieza a funcionar al cien por cien el sector empezará a moverse", indican desde San Lorenzo.