MURCIA. Los alumnos de la Universidad de Murcia (UMU) duplicaron las horas que estaban frente a pantallas durante la pandemia como consecuencia de tener que seguir clases online, lo que ha generado que los problemas por sequedad ocular afecten a más de la mitad del alumnado, veinte puntos por encima de la media de prevalencia de esa dolencia entre los jóvenes.
Así se desprende de un estudio llevado a cabo por investigadores de la UMU para medir cómo ha afectado a sus estudiantes la docencia no presencial a la que se han visto obligados por la crisis del coronavirus en el curso 2020-2021.
Según el estudio, los alumnos usaron las pantallas una media de 10,6 horas al día cuando tenían clases a distancia, mientras que cuando la docencia era presencial, el uso de pantallas se reducía a una media de 5,3 horas al día.
El uso prolongado de pantallas aumenta los problemas de ojo seco, que en circunstancias normales, afecta a en torno a una media del 30% de los jóvenes, apuntan los investigadores.
Sin embargo, los alumnos que se sometieron a clases no presenciales, experimentaron dolencias relacionadas con la sequedad ocular en un 51,8% de los casos.
Además, un 54,7% de los estudiantes que seguían las clases a través de internet presentaron síntomas moderados de ojo seco, mientras que entre los que acudían al centro, solo el 26,1 por ciento tenía síntomas y eran leves.
La sintomatología de ojo seco se agravó también en los estudiantes que utilizan lentes de contacto: un 59,1 por ciento tuvieron síntomas moderados, frente al 32,5 por ciento de quienes no usan lentillas.