MURCIA. Las manchas negras cobran forma y movimiento en un baile circular entre toro y matador, dentro del espacio, también redondo, del coso taurino. No hay color, solo blanco y negro -con la licencia del rojo de un capote-, en la Tauromaquia llena de movimiento y contraste que creó en 2002 el pintor mallorquín Miquel Barceló, dentro de su serie Lanzarote. Las quince litografías que componen este apartado de temática taurina hacen ahora su particular 'paseíllo' por la galería murciana La Aurora.
Barceló -como hicieran anteriormente genios como Goya y Picasso, artistas de referencia para el mallorquín- ha sentido la fascinación por la plasticida que se produce en esta lucha entre hombre y bestia, que para unos es arte y para otros barbarie. Independientemente, la estética que rodea a la tauromaquia ha sido fuente de inspiración para numerosos artistas, que han plasmado el combate entre el toro y el torero, el animal en sí mismo o las plazas y sus espectadores. De hecho, Miguel Barceló se convirtió en 2011 en el artista español vivo más cotizado en subasta al adjudicarse su obra Faena de muleta (1990) por la cifra récord 4,4 millones de euros, según informó por entonces la casa Christie's de Londres.
Las 15 litografías de Tauromaquia son una parte de las 66 obras que forman la colección Lanzarote (concretamente las que van desde la 48 a la 61). "La tauromaquia la hice en unos días. De alguna forma, la técnica ha mandado. He ido probando cosas y los temas iban apareciendo solos. Nunca fui con la idea de pintar temas taurinos, ni mucho menos, sino que vinieron por sí solos, como resultado de búsquedas técnicas", diría el artista mallorquín sobre esta parte de su "experimental" serie Lanzarote.
Y añadiría: "Los toros resultaron de estas manchas que había experimentado en la realización de los paisajes cuando intentaba acotar esta forma circular. A mí, lo que me interesaba era esta especie de trazos en la arena así como su disposición que resultaba del movimiento... por fin la mancha negra del torero".
Respecto a la técnica del aguatinta, señalaría que "permite dibujar y pintar con manchas, es una cosa inmediata, se ubica entre el azar y la necesidad. Que las manchas te obedezcan o que obedezcas tú a las manchas... Hay que ir buscando el acento entre tu voluntad y el delirio".
Miquel Barceló figura entre los más cotizados y reconocidos artistas del panorama actual. Su obra incluye desde grandes telas y murales hasta esculturas de terracota y cerámica. Su pintura contiene numerosos referentes culturales, entre los que cabe destacar el trasfondo mediterráneo y la forma de vida africana. Es el autor de la decoración de la cúpula de la Sala XX del Palacio de las Naciones Unidas de Ginebra, bautizada como 'Sala de los Derechos Humanos y de la Alianza de Civilizaciones' y del retablo de la Catedral de Mallorca. También ha ilustrado obras de Dante, Paul Bowles y Enrique Juncosa, entre otros. En 1986 obtuvo el Premio Nacional de Artes Plásticas, y en 2003 Príncipe de Asturias de las Artes.