CARTAGENA. Las obras de conservación y mantenimiento de las estructuras conservadas en la cripta arqueológica de la sala de exposiciones de la Muralla Bizantina, ubicada en la esquina de las calles Doctor Tapia y Callejón de la Soledad, darán comienzo en los próximos días.
La intervención está destinada a frenar el deterioro que el paso del tiempo, unos 40 años, y las humedades del subsuelo han supuesto para el yacimiento, y que hacen impracticable abrirlo al público en todo su esplendor desde hace unos años.
En este sótano, musealizado en los años 80, cuando nada hacía pensar en la existencia del Teatro Romano, se conservan las cimentaciones de un tramo del muro de fachada del jardín, situado en la parte posterior a la escena del Teatro con su correspondiente exedra, así como de los pórticos que delimitan este gran espacio abierto. La construcción de estas estructuras de gran volumen supuso la destrucción de una casa romana de la que se conserva parte del atrio de distribución, uno de los salones anexos y la escalera de subida a la planta superior.
Los trabajos que se van a acometer en las próximas semanas se centran en la limpieza y consolidación de las estructuras del siglo I a.C., además de los relativos a la cripta propiamente dicha que afectan a la pasarela perimetral que permite visitar el conjunto, la iluminación interior y la renovación de la pintura del continente con nuevos criterios museográficos, al objeto de que la atención se centre en las estructuras antiguas, a saber, los muros del pórtico del Teatro y la casa romana arrasada para la construcción del mismo.
Los trabajos previstos contemplan también la restauración de los mosaicos de la casa romana por lo que, en el plazo de unos meses, volverán a recuperar los tonos rojizos que les aportan la cerámica machacada con la que se realizaron, además del color de los fragmentos de mármol insertos en su superficie, con los que se dibujan cuatro delfines en el atrio y una guirnalda vegetal en el salón conservado.
La intervención en la cripta arqueológica se va a completar con la renovación de la pintura y la mejora de instalación eléctrica de la sala de exposiciones Muralla Bizantina propiamente dicha, donde se van a modernizar los focos de iluminación para hacer ésta más adecuada a la exhibición de las obras de arte que habitualmente alberga esta sala.
Por otro lado, también se llevan a cabo las obras de reparación y conservación de los bienes inmuebles conservados en el Parque situado en la cima del Molinete, que comenzaron el pasado 10 de junio, con un importe de 7.053 euros.
Las obras consisten en la reparación de los muros que marcan el aterrazamiento de época tardorrepublicana, los accesos y vallas perimetrales, la reposición de gravas donde es necesario, así como una intervención mayor en los molinos. "Además, vamos a instalar puertas antivandálicas en los accesos al parque", destacaba la alcaldesa Ana Belén Castejón.
Los Molinos han sido objeto de actos vandálicos que han afectado tanto a su estructura arquitectónica, como a su decoración interior, donde se han hecho pintadas que en ocasiones han afectado a las pinturas del Molino-Ermita de San Cristóbal, así como a las anotaciones y leyendas conservadas en los muros del molino harinero situado en la cima.
"Por esta razón, no queda más remedio que colocar puertas y ventanas antivandálicas que preserven la conservación del Bien. De igual modo, con este proyecto se cuidará la limpieza y conservación de todos los restos arqueológicos del Parque", ha concluido la alcaldesa.