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La predicción de un otoño más seco apunta a menos DANAS para los meses de septiembre y octubre

12/08/2020 - 

MURCIA (EP). La temperatura del agua del mar y una predicción trimestral que apunta a un otoño algo más seco de lo normal podría apuntar a un otoño con menos Depresiones Aisladas en Niveles Altos de la Atmósfera (DANAS), asociadas a las lluvias torrenciales que desatan temporales en el Mediterráneo de potenciales efectos destructivos.

El portavoz de la AEMET, Rubén del Campo, ha explicado a Europa Press no obstante, que estos fenómenos son muy difíciles de predecir y aún no se puede determinar lo que ocurrirá en términos meteorológicos en los próximos meses, sí ha precisado como está en estos momentos la temperatura del mar y la predicción de precipitaciones a largo plazo, que son dos de los factores coadyudantes en la ocurrencia de ese fenómeno.

En concreto, ha precisado que este verano la temperatura del agua del mar en el Mediterráneo está en torno a 26 o 28 grados centígrados en Cataluña, Valencia, Murcia y Baleares; y entre 24 y 26ºC en el mediterráneo andaluz. Por su parte, en el Cantábrico la temperatura del agua está entre 22 y 24ºC y en Galicia aún más fresca, entre 18 y 20ºC.

Los datos reflejan que en el Atlántico la temperatura del agua está unos dos o tres grados más fría de lo normal, sobre todo en las Rías Bajas, donde los vientos del nordeste hacen aflorar las aguas más profundas.

Sin embargo, en el Cantábrico, la temperatura está entre 2 y 3 grados centígrados por encima de lo normal igual que en el Mediterráneo andaluz, desde el Estrecho hasta el Cabo de Gata. Mientras, en Levante, el agua está entre 1 y 2 grados centígrados más caliente y esa anomalía positiva sube hasta 2 o 3 grados centígrados en el caso de Cataluña y Baleares.

"Excepto en Galicia, donde está más fría, en todas las zonas está más cálida", ha resumido Del Campo que prevé que la temperatura del mar no va a variar demasiado en los próximos 6 o 7 días.

En este contexto, ha recordado que estas cifras quedan lejos de las temperaturas del mar de hace dos años, cuando en agosto de 2018 el agua del Mediterráneo llegó a alcanzar hasta 30 grados centígrados entre Baleares y Cataluña. "Es mucha diferencia", comenta.

Con todo, ha indicado que el agua del mar cálida es aprovechada por las DANAS, que son estructuras atmosféricas que se basan en una depresión en niveles altos de la atmósfera que por la circulación del aire frío y la situación alrededor provoca chubascos localmente fuertes.

"La temperatura del agua del mar es importante pero no es un factor fundamental. Podemos tener una temperaturas muy alta en el mar, pero si no llega una DANA no habrá tormentas fuertes", ha aclarado.

En definitiva, aunque el agua del mar puede ayudar a que las precipitaciones en caso de DANA sean más intensas, realmente si no se da, esa estructura atmosférica no se produce. Del Campo insiste en que es fundamental que lleguen esas depresiones en altura para inestabilizar a la atmósfera.

Por tanto, podría ser un año con menos 'gota fría' que el año pasado puesto que en este momento y con un margen de incertidumbre, señala que la predicción para el periodo agosto-octubre apunta a que ese trimestre será más seco de lo normal en toda España, incluida la Península y ambos archipiélagos.

Finalmente, reitera que "eso no quiere decir que no vaya a haber DANAS, que son "muy difíciles" de predecir, pero si la predicción se cumple, el otoño meteorológico que comienza el 1 de septiembre "será más seco de lo normal en el Mediterráneo".


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