MURCIA. La Manga, esa lámina de tierra que separa una parte del Mediterráneo y que se conforma en el Mar Menor. El mismo Mar Mediterráneo, separado pero unido, manteniendo una permanente interactuación como un singular diálogo entre los dos mares. Un espacio que es para la Región un tesoro, y único en Europa. Un tesoro que tenemos la obligación de recuperar en toda su grandeza para legarlo a la siguiente generación, y ello es responsabilidad de todos. De ayuntamientos, Gobierno regional y Gobierno de España, que deben buscar a través del diálogo y la cooperación real y efectiva para su total recuperación, un camino en el que se ha avanzado, pero que precisa de un mayor compromiso tanto en recursos como en la planificación de los tiempos en su realización.
La Manga, es un referente en todos los sentidos, una lámina de tierra que posibilita, en el mismo Mar Mediterráneo, otro mar, el Mar Menor, que por su escasa profundidad y gran insolación ha creado un hábitat distinto en un mismo Mar Mediterráneo. No hablamos de una laguna sino del mismo Mar Mediterráneo. La disminución de su intercomunicación, de la interacción Mar Mayor y Mar Menor, la menor profundidad en las golas en su interconexión y el olvido durante años de este importante tesoro nos ha llevado a la difícil situación actual que es necesario cambiar con urgencia.
Las consecuencias que sobre el Mar Menor ha tenido y sigue teniendo la llegada de los estériles procedentes de la sierra minera, espacios que siguen sin repoblarse y, en consecuencia, siguen arrastrando todos los estériles (que junto al sellado de las balsas es una ABSOLUTA PRIORIDAD). Por tanto, cuando se producen lluvias torrenciales todos estos residuos llegan al Mar Menor y alteran su equilibrio. A esto se ha sumado el agua dulce procedente del alto nivel freático, pues antes a través de pozos se sacaba el agua y el nivel freático estaba muy bajo. Sin embargo, en la actualidad no se saca agua de ningún pozo sino que además se riega, y el agua llega hasta el Mar Menor cuando antes era al revés, conformando este uno de los problemas.
"El Mar Menor es para la Región un tesoro que tenemos la obligación de recuperar en toda su grandeza para legarlo a la siguiente generación"
La Fundación Metrópoli en el programa "Región de Murcia, Territorios Inteligentes, año 2007", en el apartado sobre la Manga y el Mar Menor señalaba que "necesitamos reinventar el futuro de este espacio irrepetible y legar a las generaciones futuras un ecosistema en mejores condiciones que el que hemos recibido". Se hacen necesarias nuevas iniciativas para impulsar un proceso de cambio y convertir la Manga y el Mar Menor en uno de los destinos más singulares del Mediterráneo y, al mismo tiempo, en un ámbito de alta calidad de vida, capaz de atraer población y actividades que buscan emplazamientos excepcionales.
Por tanto, se hace necesaria desde la protección y mejora del Mar Menor a la transformación de la imagen de los espacios ya construidos, así como la renovación de los espacios públicos y la introducción de soluciones de transporte innovadoras. De hecho, se planteaba un sistema de transporte mediante tranvía con un recorrido circular a lo largo de todo el perímetro del Mar Menor y La Manga, conformando una unidad en todo el conjunto, y su conexión con el ferrocarril de cercanías Cartagena-Mar Menor, en lo que sería una infraestructura para desplazarse, pero también para ver y disfrutar del recorrido.
Destaca la necesidad del aumento de la oferta hotelera, pues la Región cuenta con menos plazas hoteleras que Almería, y para cambiar esta situación es necesario poner en marcha un programa de incentivación a la construcción de plazas hoteleras para revertir esta gran debilidad para la Región. También resalta la posibilidad construir espacios para el ocio y el deporte, debido especialmente a las excepcionales condiciones de la zona, que son oportunidades de transformación que deben aprovecharse en el futuro.
"Hay que impulsar una progresiva reconversión de La Manga y del entorno del Mar Menor en un espacio con predominio de primera vivienda"
Sobre todo, hay que impulsar una progresiva reconversión de La Manga y del entorno del Mar Menor en un espacio con predominio de primera vivienda, con los servicios de transporte y equipamientos que requiere y con las conexiones físicas y telemáticas. Así, habría que conformar este espacio como un gran nodo para la implantación de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación y conformarlo por todas las ventajas y oportunidades con que cuenta un referente en Europa.
La Manga y el Mar Menor necesitan unidad y compromiso entre todas las administraciones para que este tesoro con que cuenta la Región vuelva a ser referente mundial. No obstante, a la vez es necesaria la puesta en marcha de un plan con recursos y compromisos, para reactivar toda este gran y fundamental espacio, y que se pueda conformar como ya anticipara la Fundación Metrópoli en su estudio Territorios Inteligentes de la Región de Murcia, pues señalaba que esta zona podía y deber ser un referente para la implantación y el desarrollo de los servicios avanzados, a la vez que reafirmar y poner en poner plenamente en valor toda su potencialidad al servicio de las nuevas demandas que plantea el turismo.
Es necesario reflexionar sobre la actual situación de La Manga, qué precisa para garantizar su seguridad y su futuro. Para ello, resulta imprescindible la realización de su conexión (ya soterrada o elevada) en San Pedro con la autovía (AP-7), así como su configuración como una única unidad político-administrativa que es absolutamente necesaria, buscando las formulas de coparticipación con Cartagena, San Javier y San Pedro, conjuntamente con la Administración regional, para juntos configurar una única entidad administrativa que gestione su presente y su futuro.
Su consecución supondría que la Sociedad Civil ha dado un paso adelante y conseguido que se pase del enfrentamiento al dialogo, a la negociación y al acuerdo, conformando un Plan para la configuración y el desarrollo de la Región a partir del consenso para derribar las murallas que condicionan su desarrollo social y económico, tanto en las infraestructuras como en las medidas a implementar en la Región, gobierno quien gobierne. De esta forma, se podría generar la confianza necesaria para que los inversores exteriores vuelvan a llegar y puedan aprovechar todas las ventajas con que cuenta la Región, con la consiguiente creación de empleo y riqueza. Si no se alcanzar los acuerdos necesarios para los cambios que precisa la Región, deberemos valorar las distintas actuaciones y actuar en consecuencia a la hora de emitir nuestro voto.