Quique Pina, máximo accionista del recién ascendido a Primera División Cádiz CF con el 60% de los créditos en su poder, y enemistado con el actual presidente, Manuel Vizcaíno, tomará las riendas a mitad de la próxima temporada ya con el equipo en la élite
MURCIA. La Liga de Primera División tiene un dueño murciano, una persona relacionada con el mundo del fútbol de sobra conocida como es Quique Pina, máximo accionista del Cádiz Club de Fútbol recientemente ascendido a la élite y cuyo timón prevé tomar ya sin cortapisas mediada la próxima temporada después de un tiempo alejado de los focos.
Enrique Pina Campuzano, de 51 años -nació el 20 de enero de 1969 en Murcia-, lo ha vuelto a hacer. Este empresario y agente futbolístico, que antes fue jugador y consejero delegado del club gaditano, ya llevó al Granada Club de Fútbol de Segunda B a Primera y ahora ha conseguido lo mismo con el conjunto amarillo. Antes, con el Ciudad de Murcia rozó esa misma gesta, pero le faltó un último apretón.
"Lo que se ha logrado tiene mucho mérito y hay que valorarlo, como lo que hicimos con el Granada y sin olvidar la experiencia del Ciudad. Estamos hablando de tres proyectos encaminados a llegar a la élite y estoy muy satisfecho por haber formado parte de ellos", cuenta Pina, quien tiene muy claro lo que supone haber llevado al Cádiz a la máxima categoría tras 14 años sin fútbol de élite en la Bahía.
"Lo que se ha logrado tiene mucho mérito y hay que valorarlo, como lo que hicimos con el Granada y sin olvidar la experiencia del Ciudad. Estamos hablando de tres proyectos encaminados a llegar a la élite y estoy muy satisfecho por haber formado parte de ellos"
"A nivel económico es un gran impulso y lo es para la ciudad, para su hostelería, su turismo y la actividad comercial. Cuando se normalice definitivamente la situación por el coronavirus vendrá muchísima gente a Cádiz desde otros lugares y eso es riqueza. Luego, obviamente, tener al equipo con los mejores supone una enorme alegría para una afición que ha sufrido tanto durante muchos años y que es de Primera", afirma.
Como hombre de fútbol que es, Quique Pina analiza cuáles han sido las claves del éxito y se detiene en una por encima de las demás: "Está en haber mantenido una base desde Segunda B y siete u ocho jugadores que han sido titulares en Segunda y que han ascendido los firmé yo al llegar. Eso es fundamental, como la confianza que hemos logrado generar".
El dueño, apartado de la primera línea mediática por diversas polémicas, vivió el ascenso en su casa de Málaga, ciudad en la que reside en la actualidad. La noticia se materializó el domingo y no en el estadio Ramón de Carranza sino en La Romareda, donde la derrota del Real Zaragoza por 2-4 ante el Real Oviedo propició el salto de categoría del cuadro amarillo. "Me pilló en casa y lo celebré con mi familia", explica Pina, quien tiene muy claros sus planes a corto y medio plazo.
El intermediario murciano, quien con su empresa Locos por el Balón tiene el 60% de las acciones del Cádiz, está enfrentado al actual presidente del club, Manuel Vizcaíno, "a quien yo mismo puse en el cargo", relata.
"Yo he seguido llevando la gestión deportiva, que ha sido la base del éxito, y Vizcaíno la económica, pero voy a recuperar la dirección del club en su conjunto mediada la próxima temporada", asegura este profesional que se siente orgulloso de "las muchas experiencias bonitas" que le ha dado el fútbol en todos los sitios en los que ha estado.
"Lo de Murcia con el Ciudad fue espectacular, pero como lo de Granada y Cádiz. Son grandes momentos, un total de siete ascensos y cada uno tiene lo suyo. También ha habido momentos duros, como las cinco permanencias que tanto nos costaron conseguir con el Granada… Te quedas con todo eso por encima de otras cuestiones", comenta un Quique Pina que también se ha visto salpicado por la polémica.
"EL FÚTBOL ACARREA ENVIDIAS Y ENEMIGOS OCULTOS, PERO YO ME SIENTO INOCENTE Y LAS COSAS SE HAN HECHO SIN ESCONDER NADA. HUBO INVESTIGACIONES Y TODO ESTÁ EN VÍAS DE SOLUCIÓN"
No en vano, el 31 de enero de 2018, cuando era consejero delegado del Cádiz, fue detenido por la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) en una operación contra el blanqueo de capitales, lo que hizo que el juez de la Audiencia Nacional José de la Mata le enviara a prisión.
"El fútbol acarrea envidias y enemigos ocultos, pero yo me siento inocente y las cosas se han hecho sin esconder nada", argumenta dos años y medio después de ese episodio. "Hubo investigaciones y todo está en vías de solución", añade.
Eso es pasado y hoy su pensamiento está en seguir trabajando por y para el Cádiz, un club con marcado acento murciano.
No en vano, el padre de Quique Pina, Juan José Pina López, es su presidente de honor -"estaba destinado a ser el presidente, pero el Consejo Superior de Deportes (CSD) lo impidió por tener a un familiar como yo al frente del Granada en ese momento", indica su hijo-, mientras que el lorquino David Navarro Jódar ejerce como gerente deportivo "y seguiré contando con él", expone el dueño de una entidad que puede presumir 14 años después de estar en la Liga de las Estrellas y con murcianos al mando.